Stewart Copeland: su pasión por el polo, la ópera de Bioy Casares, un disco disruptivo y el imposible regreso de The Police
El baterista y compositor se presentará en el Gran Rex de Buenos Aires, al frente de un proyecto donde interpretará, con orquesta, esas canciones que lo hicieron famoso
10 minutos de lectura'

El próximo 17 de diciembre el baterista Stewart Copeland volverá a pisar un escenario argentino. Será a 18 años de su última visita. Aquella vez fue con la música del grupo The Police, en el marco de la gira que lo reunió con sus viejos socios, el cantante Sting y el guitarrista Andy Summers. Esta vez es diferente, llega con esas canciones que lo hicieron famoso pero interpretadas de otra manera; un modo muy particular que dejó plasmado, en 2023, en el álbum The Police Deranged for Orchestra.
Al momento de promocionar el tour sudamericano, dijo que, para reemplazar a Sting necesitó tres coristas, y para reemplazar a Summers, una orquesta entera. Pero este proyecto va más allá. Traducido al español, “deranged” significa trastornado y quizá haya algo de eso en la percepción que se tenga de estas canciones en las versiones para orquesta. Pero lo cierto que es que la intención primera del músico fue jugar con las palabras, porque si se pronuncia lentamente, surge otro significado, “The arranged”, que refiere al “arrangement”, el arreglo orquestal y ese “reemplazo” que hizo de sus antiguos socios. Dato no menor de este concierto en Buenos Aires es el hecho de que, además de las cantantes Sarah-Jane, Alta Gracia y Rachel Melanie, participarán varios créditos argentinos: el director Nicolás Sorín e integrantes del trío Eruca Sativa (Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera).
A Copeland parece gustarle el juego de palabras y la ironía al momento de expresarse; de hecho, hay dos o tres personas enfundadas en ese nombre y ese apellido, que conviven en los huesos y el espíritu de un mismo artista. Hay un intérprete visceral, único; ese que se hizo famoso tras los parches de The Police. Hay un compositor de música para las pantallas; aquel que comenzó con la música de La ley de la calle (Rumble Fish), de Francis Ford Coppola, y desde entonces no paró. Hay un tercer hombre que se descubre durante una charla por zoom y que, a veces, tiene la actitud de un niño capaz de redoblar cualquier apuesta.
-¿Cómo es para un músico de rock tocar con una orquesta diferente en cada ciudad? Porque imagino que no viajás con todos esos músicos.
-Sí, es cierto. Tengo una orquesta diferente cada noche. Me reúno con la orquesta por la tarde, digamos a las dos de la tarde. Ensayamos durante dos horas y media y damos el concierto esa noche. Y esa es una muestra de la calidad de los músicos de orquesta. Crecí en el mundo del rock and roll, donde esto es absolutamente lo contrario. Una banda de rock necesita seis semanas para ensayar un espectáculo de dos horas porque nada está escrito. Todo es negociación, compromiso, improvisación e inspiración. Pero requiere mucha más organización. Con la orquesta, todo está escrito. Pongo ahí, exactamente, no solo qué notas tocan, sino cómo las tocan. Lo llamo poner al “italiano” en la página. Los músicos de orquesta tienen como religión obedecerla hasta el más mínimo detalle, lo cual no es, en absoluto, la religión de los músicos de rock. A los músicos de rock les das la idea general y luego el resto depende de ellos.
-En el caso de esta gira vas a tocar con Eruca Sativa como parte de tu grupo-orquesta ¿Cuándo conociste al grupo?
-Hace una semana [se ríe]. En realidad, yo suelo tocar con Armand Sabal Lecco y con Rusty Anderson, pero la principal actividad de Rusty es ser el guitarrista de Paul McCartney y pensé en esta posibilidad para América latina. Me propusieron a Eruca Sativa, vi mucho de su material en YouTube y dije: “Sí, por favor, hagámoslo”. También Nico Sorín, que ya está muy al tanto de lo que quiero hacer y nos llevamos muy bien. Hemos tenido muchas llamadas de zoom y hemos estado hablando de la música en detalle.
-¿Gracias a The Police Deranged, encontraste algo diferente en esta música, 40 años después?
-Sí, que las letras son realmente geniales. Nunca antes había escuchado tanto las letras. Soy baterista. Estoy al fondo del escenario. ¡Qué barbaridad! [otra vez con su habitual ironía]. Solo me importa el ritmo y la melodía de la voz, y no fue hasta que arreglé estas canciones para tres cantantes de soul, que me di cuenta de que las letras son realmente geniales. No le digas a Sting que lo dije.
-Sting estuvo febrero pasado, en Buenos Aires, tocando música de The Police. Andy Summers hará lo mismo, con su propio grupo, dentro de tres meses. ¿Qué pasa que ustedes no pueden juntarse para tocar esta música?
-Bueno, a los tres nos encanta la música de The Police y nos queremos mutuamente. Simplemente, no disfrutamos tocando juntos. Porque tenemos ideas diferentes sobre qué hacer con ella. Nos queremos mientras no toquemos juntos, porque tenemos diferentes motivaciones, diferentes razones para hacer música y diferentes métodos de hacerla. Así que, al abordar estas canciones de The Police con una intención artística completamente diferente, son tres espectáculos muy distintos. De hecho, Sting es más de canciones y yo de música, por eso soy el tipo que aparece con una orquesta.
-Fuiste el compositor de varias bandas sonoras de películas, incluso de ópera contemporánea. ¿Hay alguna conexión entre ese trabajo y The Police Deranged?
-Ya no hago música de cine. Estoy retirado de Hollywood. Ya no atiendo llamadas de Hollywood. Hago ópera, lo cual es... un gran bajón de sueldo, pero no importa. Vivo una vida muy sencilla. Ya no necesito siete castillos. De hecho, tengo una casa en Brentwood. Vivo de forma muy sencilla. Puedo hacer cosas divertidas solo porque me gustan. Y olvidé por completo tu pregunta.
Compositor sofisticado
-Si se puede conectar la música para ópera o cine con Deranged.
-El compositor Stewart y el baterista Stewart son diferentes animales. El baterista Stewart es un cabrón de 400 kilos que se balancea entre los árboles con las pelotas al aire. El compositor Stuart es... sofisticado, bien educado, disciplinado, sobre todo, un buen padre de siete hijos y vive en una sociedad aceptable y educada. Son dos animales muy diferentes. La ópera se trata del compositor. The Police se trata del gorila. The Police Deranged for Orchestra es, en realidad, ambos. El compositor trabajó en casa, escribiendo los arreglos y se queda acá, en Los Ángeles. El que va a Buenos Aires es el cabrón de 400 kilos que se balancea entre los árboles. Ese será el turno del baterista, para arruinarlo todo.
-¿Y el tercer hombre? Me refiero al jugador de polo.
-El jugador de polo no es un atleta muy sofisticado. Yo no jugaba a la pelota. No tengo coordinación ojo-mano, tengo coordinación mano-oído. Nunca practiqué deportes, pero me encantan los caballos. Me encanta montar a caballo y el polo es lo más divertido que se puede hacer a caballo. Y, también, es lo que más me divierte en Argentina.
-Sí, se te ha visto por aquí, apasionado por el polo.
- Sí, por supuesto, y por los caballos, porque hay muchos allí y seguro que hay otras cosas que hacer en Argentina. He oído que esquiar es genial, pero para mí todo se trata del polo. Y en el polo, no soy el mejor jugador en absoluto. No empecé a los tres años como el argentino promedio que lo juega. Pero lo disfruto aunque no sea muy bueno. Los únicos jugadores de mi nivel tienen unos nueve años.
-Compraste caballos, ¿cierto?
-He comprado en Argentina y los envié a Inglaterra. Supongo que en mi época de mayor afición al polo tenía unos 12 caballos. Pero eso fue hace mucho tiempo. Cambié todos mis caballos por hijos, que de hecho son aún más caros.
-Desde hace tiempo que California es tu centro de operaciones.
-Soy estadounidense, me fui a los dos meses y no regresé hasta los 18 [el padre de Stewart trabajaba para la CIA y tuvo varios destinos, como Beirut o Londres]. He pasado 20 años en Inglaterra, pero ahora estoy de vuelta en California. De vuelta a dónde pertenezco.
-¿Cuál es tu lugar preferido?
-El lugar donde esté rodeado de mis hijos. Mi esposa y yo hemos vivido en muchas casas. Algunas personas que conozco han vivido en la misma durante los últimos 50 años y nunca se han mudado. Pero nosotros nos hemos mudado bastante. En Inglaterra tuve mi mansión de estrella de rock, en el campo, con hectáreas, caballos y demás. Pero mi trabajo como compositor de música para películas estaba en Los Ángeles. Así que poco a poco mi centro de gravedad cambió.
Música de ópera
-En tu actual centro de gravedad escribiste la música de la ópera La invención de Morel.
-Ah, sí, otra gran creación argentina.
-De Adolfo Bioy Casares. Encontraste alguna conexión entre esa historia y el desarrollo tecnológico actual, como el mundo virtual o la inteligencia artificial.
-Bueno, Casares escribió esto hace muchísimo tiempo. Y sus ideas no tenían una tecnología que las respaldara. Yo cambié un poco su tecnología cuando escribí la ópera. Me suscribía a los principios científicos mucho más establecidos y aceptados de Star Trek, por ejemplo. Fue la forma en que pude adaptar esa tecnología a la historia de Casares.
-Hay hechos curiosos, incluso, en la convivencia en la que no media demasiado lo tecnológico. Me llamó la atención esto que escribiste hace tiempo: “Hace veinte años había un niño con mi cara en la pantalla. Todo el mundo lo vio con buenos ojos. Es prácticamente invisible después de todos estos años, invisible para los transeúntes, pero en algunos entornos, todos pueden verlo. De hecho, lo ven a él y no a mí. Y ocurren cosas muy extrañas”. ¿Cómo se lidia con esa fama?
-Bueno, estoy escribiendo un libro sobre eso. Se llama Cómo sobrevivir a tu Mojo. Es para la joven estrella de rock, pero en realidad es para todos. La joven estrella de rock nunca leerá este libro, pero es una guía sobre ese Mojo del rock and roll que es peculiar de estos músicos. El fenómeno de las estrellas de rock donde en un minuto eres un niño en la calle y al siguiente, como dije hace 20 años, hay un tipo con tu cara, ahí fuera, en el mundo y ni siquiera puedes controlarlo. De hecho, cuando mueres, el avatar sigue vivo. Cuando murió Elvis, su avatar recibió un impulso. La diferencia entre la persona y el personaje es un fenómeno psicológico interesante que exploro en el libro que estoy escribiendo. Cuesta acostumbrarse. He hablado con todos, desde Johnny Rotten hasta Gene Simmons o Carly Simon. Todos experimentaron cosas muy diferentes de cómo funciona esto, la magia del rock and roll. Pero, a la vez, todos tenían algo en común: la sensación, un poco incómoda y extraña, de entrar en una habitación y no conocer a nadie, pero que todos te conozcan. Es realmente extraño, porque no te conocen. Conocen a tu avatar. Pero sucede que las personas necesitan rellenar huecos. Se imaginan que la persona que cantó aquella canción es alta, guapa, sabia, buena con los niños y le encantan los perros. Crean gran parte del avatar en sus mentes. Y ese avatar ya ni siquiera está bajo tu control. Y eso causa un poco de ansiedad a algunas personas.
-Quizá, también, tiene que ver con mi primera inquietud, sobre tu manera de ser y el modo de expresarte (lo serio, el humor, la ironía).
-Bueno, supongo que es parte de los dos, del compositor y del baterista.
1María Becerra sorprendió con un show 360 que incluyó sketches de teatro, un escenario circular y seis invitados sorpresa
- 2
Stewart Copeland: su pasión por el polo, la ópera de Bioy Casares, un disco disruptivo y el imposible regreso de The Police
3Murió el músico Ernesto Acher, recordado por su paso por Les Luthiers y La Banda Elástica
- 4
Murió María Teresa Corral, gran referente de la música infantil en la Argentina




