Saif Yousef, de Gran Hermano: cómo era su vida en Egipto y qué lo enamoró de nuestro país
Hace cuatro años vino de vacaciones por dos meses y se quedó; se adaptó rápidamente y ahora quiere hacer una carrera en el mundo del espectáculo
5 minutos de lectura'


El participante más exótico de Gran Hermano 2025 quedó fuera de juego a dos semanas de haber entrado a la casa. Saif Yousef se justifica diciendo que no tuvo tiempo de mostrarse. Y tal vez tenga razón. Nacido hace 20 años en El Cairo, Egipto, llegó a Buenos Aires en el 2020 con su familia, porque su papá es diplomático. Saif venía de vacaciones por dos meses, pero la pandemia lo obligó a quedarse y se enamoró de nuestro país. Dice que, a diferencia del suyo, hay más libertad.
En una charla con LA NACIÓN, Saif cuenta cómo era su vida antes del reality y cómo desea que cambie a partir de ahora. También dice qué no le gustó de la convivencia. “Cumplí mi sueño a medias, porque estuve apenas dos semanitas. Pasó lo que tenía que pasar”, dice.
-¿Por qué creés que te quedaste afuera?
-No sé, tuve poco tiempo para mostrarme. La placa positiva me mató, pero entiendo que es un juego.
-¿Por qué te anotaste en Gran Hermano?
-Porque quería probar la experiencia. Me gustan los desafíos, experimentar la vida. Me llamaron para una entrevista y nunca más, así que pensé que ya estaba, pero después volvieron a contactarme.
-¿Cómo te acomodaste a una casa en la que ya conviven y juegan varias personas desde hace algunos meses?
-Me acomodé como puede en un grupo que ya estaba armado. No a todos les agradó que entremos y fue difícil. Por eso nos conectamos más rápido con los nuevos y no los que ya estaban. A Tato no le gustó nada vernos ahí y su primera reacción no fue buena. Por eso me sentí cómodo con Lorenzo y Selva, que entraron conmigo, aunque me llevaba bien con todos. Hubo cosas de la convivencia que no me gustaron nada.
-¿Cómo cuáles?
-Que algunos fueran tan mezquinos con la comida. Algunos comen más que otros, y está bien… Pero no ofrecen si les sobra y ven que al otro no le alcanza. Esa actitud no me gustaba… La comida es muy complicada dentro de la casa. O capaz te usan la toalla sin pedirte permiso. La convivencia no es fácil.
-¿Pensás que si hubieras dado más contenido la gente te hubiera apoyado?
-Quizá sí, pero no tuve tiempo. Di todo lo que pude. Yo hablaba mucho de Egipto, pero tampoco tenía que contar todo el tiempo sobre eso. Si hubiera contado más, me quedaba.
-Sos musulmán y rezás cinco veces al día, lo cual en la casa se dificultó... ¿Cómo lo adaptaste?
-Los rezos son cinco veces al día y a una hora específica. En la casa rezaba dos veces al día, cuando salía el sol y cuando se ponía. Por eso me dormía después del amanecer. De todos modos, yo duermo poco, dos o tres horas son suficientes. En Gran Hermano tenés que disfrutar y estar activo, y no dormir. Traté de organizarme; no me quedaba otra.
-¿Te costó adaptarte a la vida en Buenos Aires?
-Mi papá es diplomático y vine con mi familia, hace cuatro años. No me costó adaptarme ni tampoco aprender el idioma. Si bien el nuestro es totalmente diferente y hasta escribimos de derecha a izquierda, aprendí porque sé hablar inglés y eso lo facilitó. Soy sociable, hice el último año del colegio acá y eso me ayudó. Mi familia se volvió a Egipto y yo me quedé con mi hermano mayor.
-¿Por qué te quedaste?
-Hace un año y tres meses se fueron mis padres y mis dos hermanos más chicos. Cuando terminé el colegio, mi papá me dio la opción de quedarme y estudiar o de volver a Egipto. Y yo ya me adapté acá, así que decidí quedarme. Mi papá va a seguir viajando todavía y yo iba a tener que quedarme solo en Egipto, estudiando. Solo es una manera de decir porque mi papá tiene seis hermanos y mi mamá cinco, así que cuando nos juntamos los fines de semana somos un montón de tíos y primos. Eso lo extraño. Egipto es otro mundo.
-¿Qué diferencias y similitudes hay con nuestro país?
-Acá hay más libertad y cada uno hace lo que quiere. Allá es todo más estructurado. Un argentino no sé si podría adaptarse allá, pero para un egipcio es fácil hacerlo acá. Son buena onda y es un país muy lindo pero cerrado. Ahora está un poco más abierto.
-¿Es verdad que no conocés las pirámides?
-Vivía muy cerca y fui cuando era chiquito, pero no me acuerdo nada. Y fui cuando estuve de vacaciones en el 2022 porque todos mis amigos no podían creer que no las conociera. Las tenía ahí de vista (risas), y fui a sacarme un par de fotos como para decir “estuve” (risas).

-¿Creés que tu paso por Gran Hermano va a provocar algún cambio en tu vida?
-Yo creo que sí. Voy a seguir estudiando odontología, pero también quiero trabajar como modelo, como actor, y hacer una carrera en los medios. Me gusta este mundo y quisiera seguir probando cosas nuevas. Soy un tipo tranquilo, no me gusta discutir y sí conciliar, aunque tengo mis límites. Estoy impactado con lo que está pasando. Hasta los 16 años viví en Egipto, vine por dos meses y la pandemia hizo que me quedara, estudié, me adapté. Los planes eran otros. Todo pasa por algo.
-¿Viviste en otros países?
-No, mi papá sí vivió en muchos países, pero por pocos meses, entonces nosotros nos quedábamos. A partir de ahora sí va a tener otros destinos, aunque todavía no sabe a donde va a ir.
Temas
Otras noticias de Gran Hermano 2025
- 1
“Perdedora atroz”. Pedro Pascal criticó duramente la postura antitrans de J.K. Rowling y se sumó a un boicot contra Harry Potter
- 2
La guerra del streaming: Alejandro Fantino explotó contra Migue Granados y denunció un “juego sucio” con bots
- 3
Murió Lar Park Lincoln, estrella del cine de terror de los 80, a los 63 años
- 4
Sarah Michelle Gellar reveló el inesperado secreto de su eterno matrimonio con Freddie Prinze Jr.