
Eliaschev: "Ojalá esté a la altura de este desafío"
Regresó al medio con Esto que pasa, los sábados por Mitre
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José "Pepe" Eliaschev, de 66 años, y 47 de trayectoria, regresó este fin de semana a la radio. Algo que continuará los sábados, de 10 a 11.30, por Radio Mitre (AM 790) con su clásico ciclo Esto que pasa. Además diariamente, de 20 a 21, en el panorama informativo Lo que queda del día, con Horacio Caride, realiza un editorial.
Emocionado, se refiere a su labor y estilo como periodista político y señala que además se ocupará de "la vida cotidiana, la cultura y reflexionará sobre el mundo".
-¿Cómo se vive el regreso?
-Con mucha emoción y gratitud, después de mucho dolor, de lo que llamo "la intemperie". Las condiciones en las que fui despojado del micrófono en diciembre de 2005 en Radio Nacional fueron particularmente crueles. Con el tiempo, se supo que la orden fue impartida personalmente por el entonces presidente Néstor Kirchner. Fue dada a Alberto Fernández [en ese momento, jefe de Gabinete], en presencia del senador Luis Juez. Es más, Fernández le dijo a Juez en ese entonces: «Mirá las cosas que me obligan a hacer». Fue un desgarro emocional para una persona como yo que tiene una relación tan especial con la radio y sus oyentes; algo muy difícil de superar. En estos años ha habido zafarranchos. Lo digo con todo respeto, pero fueron intentos de comunicarse con radios que no tienen llegada. No tengo sino agradecimiento para FM Identidad y Colonia, pero no son emisoras que compitan. Además, hay un dato que ni siquiera la gente de Mitre sabía cuando me convocó. En 1979, fui corresponsal de la radio en Nueva York. Vuelvo treinta años después, con canas y la experiencia que no tenía, sin haber dejado de ejercer mi oficio, con 47 años de trayectoria. Este retorno a una radio grande, emblemática, es profundamente expresivo y simbólico. En un punto acompaña los cambios que se están produciendo en el país.
-¿Cómo es eso?
-La tarde que Nelson Castro me vio desde la ventana del estudio que da a la calle, contó que yo estaba entrando a la radio y te juro que él no sabía nada, pero yo acababa de tener la reunión con la gerencia. Automáticamente hubo reacciones en la calle y en mi sitio web. Me escribieron: «Te estamos esperando» y «Gracias por venir». La gente establece lazos muy fuertes con ciertas voces. Eso es la radio.
-¿Cómo se produce la llegada a Mitre?
-Nunca pertenecí a la redacción de Clarín. Tampoco trabajé en Canal 13 después de que lo comprara el grupo. Tengo una foja de servicios impecable en mi relación con el grupo. Hace dos años tuve la oferta por parte de su gerente de noticias y programación, Jorge Porta, para ingresar en la emisora, pero no pudo ser. Lo que veo en Mitre es mucho periodismo y diversidad. Podrás comprender que no soy lo mismo que Chiche, Nelson o Lanata. Veo en Mitre una apertura del juego. Hacer periodismo, poder opinar, no andar preguntándose qué les va a gustar a Clarín, al Gobierno, o a las empresas. En ese sentido, me siento pleno y limpio. Sé que aporto un punto de vista molesto para algunos, pero son las reglas de juego.
-Volvés a transitar la AM...
-Trabajé mucho en AM. Para los hombres de mi generación, la AM es incomparable. Es otro sonido, otra semántica y otro vínculo con la gente. Además, uno sabe el alcance de Radio Mitre. Esto me pone muy feliz, ojalá que pueda estar a las alturas del desafío.
-Se te considera un periodista que pone el dedo en la llaga.
-Toda mi vida fui muy urticante, no creo que deje de serlo. Hay otros aspectos míos que no son tan conocidos y creo que en Mitre pueden tener más espacio. De todos modos, a veces se me prejuzga. Me ocupo mucho de temas de la vida cotidiana y de la cultura. Quisiera hacerme cargo, además, de una gran ausencia: pensar en el mundo que no termina en la Argentina. Fui corresponsal diez años. Aunque estemos en el momento más crítico del país, no dejaría de mirar al mundo.
-¿Seguís sin escribir las editoriales?
-Uso miniguías cuando tengo que recordar alguna cifra. No creo que esté bien ni mal escribir o no. Yo ahora tengo una idea, pero me niego a escribirla. No es un mérito. La vida, la naturaleza, me ha dado la posibilidad de improvisar en un sentido creativo. Esa es mi editorial firmada, que hago frente al micrófono sin poder distraerme, porque le hablo a la gente. Hasta las he realizado a oscuras.
-¿Cómo son estos tiempos para el ejercicio del periodismo?
-Muy difíciles. Radio Mitre forma parte de un grupo muy pequeño de emisoras en las que hay un ámbito de libertad. Los dedos de la mano sobran al contarlas. Yo no recuerdo un momento de mayor achicamiento y beligerancia contra los que ejercemos el periodismo. Comparto la preocupación de muchos colegas. El momento es muy difícil y me parece que la Argentina va a pasar por fuertes turbulencias durante este año. Hay mucho interés de parte de los sectores políticos en culpar a los medios de todo lo que sucede en el país. Todo para no hacerse cargo.




