Sensuales y explosivas: personajes femeninos que rompen la pantalla
Con el estreno de Lucy como excusa, recordamos a cinco mujeres que les dieron complejidad a sus protagónicos
Si de interesantes personajes femeninos se trata, y con excepción de Jessica Chastain , pocas actrices vienen teniendo una racha tan favorable como Scarlett Johansson . La trifecta The Avengers, Ella y Under the Skin demostraron que Scarlett está buscando películas que ubiquen a la mujer (aunque en el film de Jonathan Glazer la trama pase por otro lado y no podamos aseverar que su rol sea efectivamente femenino) en un lugar central y, sobre todo, con pluridimensionalidad. El inminente estreno de Lucy, el flamante film de Luc Besson donde Johansson es la estrella predominante, nos obliga a repasar otras figuras femeninas que hicieron de la seducción y la tenacidad dos cualidades explosivas.
*1. SUZANNE COLLINS (Todo por un sueño, 1995, Gus Van Sant)
La carrera de Nicole Kidman habrá tomado vuelo desde Moulin Rouge! en adelante, pero una de sus mejores interpretaciones la encontramos a mediados de los noventa, cuando el gran Gus Van Sant le dio el papel de Suzanne Collins en la comedia negra Todo por un sueño. Allí, Kidman era el prototipo de la mujer descorazonada que ubicaba sus pulsiones en el único lugar digno de su atención: la gloria absoluta. Su persecución de esa fama se vuelve tan desmedida, que no tiene otra opción más que la de erradicar cualquier potencial amenaza, como lo es su propio marido Larry (Matt Dillon). Pero como no puede ejecutar el plan en soledad, Suzanne emplea su carisma para conquistar a Jimmy ( Joaquin Phoenix , ya despuntando como un actor brillante), un estudiante que termina siendo víctima de esa encantadora de serpientes. Todo por un sueño, que encierra en su título original To Die For lo que implica arriesgarlo todo en vistas de un ideal inaprensible, es una de las películas más redondas de Van Sant, con un final sostenido por el enorme personaje de Illeana Douglas, operando como la voz del espectador en medio de esa sucesión de descabelladas elucubraciones.
*2. LISBETH SALANDER (La chica del dragón tatuado, 2011, David Fincher)
La elección de Rooney Mara para la versión norteamericana de la saga de Stieg Larsson había despertado la incredulidad de muchos. ¿Cómo la chica que había propulsado la gestación de Facebook en Red social podía, de un año a otro, convertirse en la figura tan magnética salida de la prosa del novelista sueco? Curiosamente, y a pesar de la densidad de sus conductas, hay pocas diferencias entre Erica Albright y Lisbeth Salander. Ninguna teme confrontar la displicencia del género masculino y ninguna, en consecuencia, tiene pruritos en morir con su verdad. Así como las palabras son dagas para Erica ("Vas a ir el resto de tu vida pensando que las chicas que no te quieren porque sos un nerd, pero es porque sos un idiota"), las acciones pesan más que el discurso para Lisbeth, quien no necesita emitir frase alguna para liquidar con sus expresiones y sus maniobras. Porque haciendo a un lado su brutal instante de veganza, es su vulnerabilidad y su apertura hacia Mikael lo que la vuelven sencillamente extraordinaria.
*3. MIA WALLACE (Tiempos violentos, 1994, Quentin Tarantino)
¿Qué se puede decir de Mia Wallace que no se haya dicho ya? ¿Qué más se puede decir de Uma Thurman bajo las órdenes de Quentin Tarantino? ¿Qué más se puede decir de Tarantino en relación a los personajes femeninos? Si bien es Jackie Brown quien, a mi entender, debería encabezar el podio de las más inolvidables mujeres cinematográficas de Quentin (seguida de cerca por Beatrix Kiddo y ahí nomás por Shoshanna), Mia Wallace es la quintaesencia del cine del director de Bastardos sin gloria. Mia representa la perdición, la autodestrucción, el magnetismo, la melomanía (y megalomanía) y, claro, la liberación en los instantes menos pensados. Por lo tanto, cuando descalza se pone a bailar el twist con Vincent sabemos que no es casualidad que esa escena haya pasado a la historia del cine. Una mujer bien puede comandar un arrebato de espontaneidad y una mujer puede ser el objeto de un cúmulo de situaciones límite. Thurman ya demostraba en Tiempos violentos que tenía todo para convertirse en una mujer de armas tomar, la misma que en Kill Bill no deja que su sensibilidad la enceguezca cuando de vengar la sangre se trata.
*4. DOMINO HARVEY (Domino, 2005, Tony Scott)
Al escribir sobre personajes femeninos autosuficientes y con una individualidad marcada, Keira Knightley es otra actriz que sabe cómo elegir roles que no hacen de la mujer un apéndice del hombre. Desde Orgullo y prejuicio (Elizabeth Bennet, ese personaje literario que tanto ha influido), pasando por Sólo una noche (Joanna, una mujer compleja que no se priva de explorar sus deseos) hasta la más reciente Anna Karenina (otro fuerte personaje literario al que Knightley se le animó), la actriz explora papeles donde justamente la mujer sea quien lidere la acción. Por lo tanto, el ejemplo a citar en este conteo es Domino Harvey, la cazarrecompensas (e hija en la vida real del actor Laurence Harvey) cuya historia fue adaptada a la pantalla grande por Richard "Donnie Darko" Kelly y dirigida por el siempre recordado Tony Scott. En Domino, está todo lo que pueden esperar del fallecido realizador: desborde, saturación, extrema estilización de las secuencias (como la de sexo, todo un logro del gran Tony) y, claro, en ella está Knightley compartiendo escenas con Mickey Rourke sin que su faceta de "chica débil" se imponga jamás.
*5. DIDO ELIZABETH BELLE (Belle, 2013, Amma Asante)
Belle es la segunda película de la realizadora británica Amma Asante - tras la notable A Way of Life -, quien vuelve con otro personaje femenino vehemente y bello por donde se lo mire. La sensualidad de Belle - bastante diferente a la de las otras mujeres de este Top Five - acá circula por otro carril. Gugu Mbatha-Raw interpreta a una joven mestiza que es criada por su tío - un prestigioso magistrado -, y al mismo tiempo marginada por su color y ascendencia. En esa oscilación que la ubica con un pie dentro de su familia y otro fuera, la joven se enamora de un estudiante de abogacía cuyos ideales - fuertemente anclados en la abolición de la esclavitud - la conducen a imponerse por sobre los deseos de su tío para luchar por la igualdad. Belle es explosión en cada fotograma, con una avasallante interpretación de Mbatha-Raw, quien personifica a esta mujer cuya historia está en los libros (y retratada en una famosa pintura) y quien, tanto como las demás integrantes de este conteo, jamás tuvo miedo en hacerse cargo de sus opiniones, palabras y actos.
*DE YAPA: Tank Girl (1995, Rachel Talalay):
Participación. ¿Qué otros personajes femeninos sumarían a la lista?
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