Tres series para descubrir: Counterpart, Aggretsuko y la española Estoy vivo
Si hay algo mejor que tener a J.K. Simmons como el protagonista de una serie es tener a dos J.K. Simmons como protagonistas. Algo así debe haber pensado, con mucha razón, el creador de este relato de espías cruzados con algo de ciencia ficción y bastante misterio que tiene al actor ganador del Oscar por Whiplash interpretando a George Silk, un oscuro empleado de una división de las Naciones Unidas en Berlín. Un hombre bueno aunque tal vez un poco mediocre que un día descubre que el mundo no es lo que parece. O al menos que no es uno sino al menos dos.
Según le explica un joven superior que podría competir al personaje pusilánime y desagradable del año, durante la Guerra Fría uno o varios experimentos salieron mal y terminaron abriendo un portal a un universo paralelo. De allí llega su doble, el otro George Silk. Un hombre que es él mismo pero distinto, moldeado por las diferentes circunstancias que, en principio, lo volvieron más exitoso y peligroso que el George oficinista. Con un trabajo de fotografía y diseño de producción perfecto para la historia, esta serie de diez episodios además de tener un excepcional protagonista remite a la extraordinaria Fringe y esa conexión la vuelve doblemente imperdible. Se estrena este sábado, por TNT Series.
Aggretsuko: una adictiva rareza de la animación japonesa
Un panda rojo, hembra, que trabaja en una oficina contable, tierna y apacible hasta que algo la molesta y entonces se convierte en la cantante de su propia banda de metal. Al menos en su imaginación y para deleite del espectador que no entiende muy bien lo que está viendo pero lo encanta. La serie de animación japonesa es una rareza tan extrema como adictiva.
Con personajes creados por la compañía Sanrio, responsables de l Hello Kitty, Aggretsuko explora el universo femenino con una profundidad que puede pasar desapercibida a primera vista. Aparece cuando la protagonista llega tarde el primer día de trabajo y teme la mirada de sus compañeras porque se olvidó de cambiarse las crocs por los zapatos de taco reglamentarios; o cuando su jefe que es literalmente un cerdo también actúa como tal al pedirle que le limpie el escritorio y haga su trabajo por él. Lo mejor de la serie son esos momentos en los que la protagonista estalla en un grito primal, desquiciado y poderosamente feminista. Disponible en Netflix.
Estoy vivo
Las series españolas están de moda y dividen al público. Está quién las mira para no quedar afuera de la conversación y también aparece quien se niega a verlas justamente por eso. Ni apocalípticos ni integrados, la producción española de ficción está en un momento de expansión pero aun así hay series que no muchos conocen y, en el caso de Estoy vivo, vale la pena que lo hagan.
Se trata de un drama de ciencia ficción que cuenta la historia de Andrés Vargas (Javier Gutiérrez), un inspector de policía que muere persiguiendo a un asesino que mató a cinco mujeres. Claro que ese final es solo el principio. Es que una misteriosa fuerza sobrenatural le dará la oportunidad de regresar a la vida pero cinco años más tarde y en el cuerpo de Manuel Márquez, otro agente policial. Así, el protagonista volverá con el objetivo de atrapar a su verdugo y reunirse con su esposa e hijas. Que, claro, no lo reconocerán y a las que el tiempo de duelo ha dejado con bastantes heridas por sanar. Disponible en Amazon Prime.
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