En la serie Cuéntame un cuento, el mundo aterrador y maravilloso de los cuentos de hadas llega al presente
MADRID.– Había una vez, en el siglo XXI, en un país llamado España, una factoría de series de TV reconocidas mundialmente. Ni colorín ni colorado, en la era de Whatsapp, las redes sociales y el veganismo, lejos de las perdices celebratorias de los finales dichosos, un nuevo capítulo de estas fábulas llega a la pantalla local. "Los tres cerditos", "Blancanieves", "Caperucita Roja", "Hansel y Gretel" y "La bella y la bestia" son los cuentos adaptados a la luz de grandes interpretaciones, con la oscuridad de tramas que destacan la crueldad y la violencia de sus personajes. Cuéntame un cuento (Cablevision Flow y Canal 1 de Cablevisión HD), producido por Atresmedia y Eyeworks, con Diego Guebel al frente, es la miniserie que conserva el espíritu de los hermanos Grimm y de Charles Perrault y le añade curvas argumentales contemporáneas.
Los textos clásicos permiten, dado su tejido perenne, llevar las historias a distintas épocas. Por ejemplo, en la actualidad el proyecto Hogarth involucra a autores como Margaret Atwood y Jo Nesbø quienes presentan sus relecturas de piezas de William Shakespeare, con La tempestad y Macbeth, respectivamente. En "Blancanieves" la bruja es una modelo viuda que hereda una marca de cosméticos y la heroína no es tan pura ni inocente como la del cuento; el bosque de Caperucita es un túnel que cruza una autopista de circunvalación; la bruja de "Hansel y Gretel" no es una anciana antropófaga, sino una sórdida psicópata; y "La bella y la bestia" es el vínculo entre una aspirante a escritora ("una cultureta") y un galán de cine caído en desgracia. Fue Bruno Bettelheim, en su famoso ensayo Psicoanálisis de los cuentos de hadas, quien reparó en este aspecto nada pueril ni inocente de estos relatos y es, llevado a la imagen, la exploración de la serie.
Miguel Ángel Vivas habla con LA NACION minutos después de salir de la prueba de cámaras de la serie que comienza a rodar la semana próxima, Desapariciones, y celebra el flamante Emmy Internacional que obtuvo La casa de papel al mejor drama. El realizador dirigió el segundo y el quinto episodio de la serie suceso que impuso el término "atraco" en el Río de la Plata, así como su iconografía y su tema principal en las canchas de fútbol. Es también el responsable de "Los tres cerditos", protagonizada por Víctor Clavijo (el seductor serial Lope de Vega en El ministerio del tiempo), el primero de los cinco episodios del ciclo de Atreseries: "Quería trasladar el cuento al mundo real, pero sin que se perdiera esa fábula, ese aprendizaje final. En este caso, cómo el hombre puede convertirse en un lobo para el hombre, cómo podemos transformarnos en aquello que más odiamos. Víctor Clavijo es una de las personas más agradables de trabajar. Él le dio mucho a ese capítulo. Propone, regala, lo da todo, lo hace fácil".
"Los tres cerditos" recorre la mutación de un ingeniero exitoso, felizmente en pareja, a quien la vida le da un vuelco hasta convertirse en un ser salvaje. Los porcinos en cuestión son una banda de asaltantes, hermanos entre sí, cada uno con un estilo de vida diferente. "Me interesa mucho la cuestión de las clases sociales. Un hermano es muy lumpen, vive en una casa rodante, en un mundo de yonquis y gitanos; otro en una casa prefabricada; y el otro es un hermano rico que vive en una urbanización [barrio cerrado]. Habla de los arquetipos, de cómo miramos a una persona de una forma u otra", explica Vivas, quien también es guionista.
Hay dos universos en los que el realizador nada como pez en el agua. El primero, el de la asfixia y el encierro. Vivas escribió y dirigió Secuestrados y también confiesa que las escenas de La casa de papel filmadas en el pasillo principal del set que emulaba La Casa de la Moneda y Timbre fueron las más complejas de rodar dada la cantidad de actores y equipo técnico en un espacio tan reducido. El segundo, universo que apasiona a Vivas es el de la venganza. En los cines españoles se encuentra en cartel su nueva película, Tu hijo, protagonizada por José Coronado, sobre un hombre común que sale a cazar a quienes han hecho daño a su hijo, un trabajo que se rumorea le merecerá un Goya a la interpretación de este actor tan reconocido. "«Los tres cerditos» me ayudó a obsesionarme con la idea de la venganza, que era un tema que quería contar y seguir planteándome", afirma Vivas.
Cuéntame un cuento está interpretado por figuras del cine y la TV española: Blancanieves es Blanca Suárez, "una chica Almodóvar"; Caperucita está en la piel de Laia Acosta (Newness), secundada por Javier Godino (El secreto de sus ojos); la bruja de "Hansel y Gretel" está en la piel de Blanca Portillo, quizá la actriz más prestigiosa del teatro español; y Michelle Jenner (Isabel) y Aitor Luna (La catedral del mar) son Bella y Bestia, respectivamente. Algunos personajes secundarios de Cuéntame un cuento aparecen luego en otros capítulos: "Los entrecruzamos que fuese un único universo", explica Vivas.
La serie española fue estrenada en 2014 y tuvo sus versiones en otros países, la más reciente de ellas es Tell me a Story, la adaptación estadounidense a cargo de CBS All Access, de la mano del showrunner Kevin Williamson (Dawson's Creek, The Vampire Diaries). En este universo neoyorkino, Kim Catrall aparece como la madre de Caperucita. Sin magia ni varitas, estas fábulas se convierten en historias perturbadoras que, en lugar de llevar a sus espectadores a lugares de remanso antes de dormir, los trasladan a universos próximos y posibles, privados y oscuros.