Sid & Judy: una mirada íntima y conmovedora sobre Judy Garland
Sid & Judy (Estados Unidos, 2019). Dirección: Stephen Kijak. Guion: Claire Didier, Stephen Kijak. Edición: Claire Didier. Música: Laura Karpman. Narradores: Jon Hamm, Jeniffer Jason Leigh, Rob Dodd. Duración: 95 minutos. Disponible en: Flow, Apple TV y Google Play Películas.Nuestra opinión: muy buena.
En 1963, una conversación entre Hunt Stromberg, el director de programación de la CBS, y Sid Luft, esposo y manager de Judy Garland, recoge los sinsabores alrededor de The Judy Garland Show, programa ideado para competir en audiencia con el éxito de Bonanza. Las voces de ambos entrelazan comentarios sobre la audacia de Garland en pantalla y sobre sus altibajos emocionales tras bambalinas. Todo lo que ya se sabe y se dijo entonces, cuando el show fue cancelado luego de 26 emisiones por caprichos, verdades y algunas excusas. Lo que consigue el documental de Stephen Kijak y Claire Didier es traer las voces de los protagonistas a través de grabaciones personales, memorias recreadas o fragmentos de emisiones públicas para revivir aquella historia personal y profesional que unió a Garland y Luft durante más de una década.
Sid & Judy –haciendo un guiño en su título a otra de las relaciones caóticas que definió a la música como la de Sid Vicious y Nancy Spungen en la órbita de los Sex Pistols– asume como eje la relación que unió a Judy Garland con el productor Sid Luft, su tercer marido y representante profesional en los años 50 y comienzos de los 60. El eje son las memorias de Luft, encarnadas en la voz de Jon Hamm, que recorren los años de su romance, sus confesiones sentidas, sus arrepentimientos, sus reproches. Kijak y Didier utilizan a Luft como una puerta de entrada a la vida de Garland, como un narrador testigo al estilo El gran Gatsby que se asoma a la vida de una leyenda. Porque eso es Garland, como la declara la revista Life en la crónica de uno de sus grandes regresos al escenario: "Judy Garland ha trascendido el talento y la fama para convertirse en uno de los más raros fenómenos del mundo del entretenimiento. Mitad pájaro azul, mitad ave fénix, ella es una leyenda en su mismo tiempo".
Más allá de los hitos conocidos, como su regreso con gloria en el Palace de Nueva York luego de haber sido despedida de la Metro por sus tardanzas y adicciones, o la batalla con los estudios por las presiones sobre su peso, las exigencias en los rodajes y el maltrato de sus directores, lo que emerge en el documental son los destellos de la personalidad de Garland que la hicieron inolvidable. Su sintonía con la comunidad gay que la convirtió en su venerada diosa, su humor ocurrente, su talento como actriz dramática que demostró en Nace una estrella. Hay anécdotas conmovedoras como su bautismo artístico en los años del vodevil, y recuerdos dolorosos como el de la muerte de su madre. Pero el logro del documental consiste en recrear esa indescifrable potencia de su figura, evidente en sus conciertos pero también revelada en sus entrevistas y sus cartas personales, innegable en la permanencia de su legado, convertido en gesto pop en los infinitos homenajes a El mago de Oz, en la alegría que trasciende a todas las lágrimas.