El muro infernal: Marley le dejó su lugar a Florencia Peña y por una noche fue participante

En su última semana, El muro infernal decidió realizar una serie de programas que rompieran un poco con el devenir natural del ciclo. Y en esa línea transcurrió la emisión del lunes, cuando Marley aceptó correrse del lugar de la conducción para ser uno de los contendientes.

La idea fue hacer un enfrentamiento con otro ciclo del canal, El precio justo, representado por Lizy Tagliani, Leo Alturria y Floppy. De local, defendiendo los colores del equipo rojo, se sumaron al conductor, Nazareno Mottola y Kevsho. En la voz del estudio, Javi Fernández se sumó a los habituales Carla Bonfante y Osvaldo Príncipi.

Sin embargo, faltaba quien ocupara el lugar más importante del programa, y la elegida por el conductor fue su amiga Florencia Peña, que el viernes había estado como participante. A pesar de su experiencia y talento, a Flor le costó seguirle el caótico ritmo al programa, "¿Esto está saliendo al aire? Esto es una estafa", dijo varias veces entre carcajadas.

La complicidad entre Marley y Peña sumó un extra a la hora de pasar los muros. El conductor, que suele quedar afuera de las bromas cruzadas, esta vez tuvo que soportar que Flor le dijera apenas lo vio con el mameluco metalizado: "Yo me hubiera puesto una prótesis, te queda como muy holgado".

Las bromas siguieron con el invalorable aporte de Lizy, que no dudó en intentar avanzar al bañero del programa, en reírse de los rivales pero también de sus propios compañeros, tirar a Nazareno al agua, o incluso de hacer una rutina sexy a la par de Floppy.

Por primera vez en esta segunda temporada del programa lo menos importante fue pasar las figuras troqueladas, y en cambio aportar humor y delirio al juego. El final fue un "todos contra Kevsho", el único de los seis participantes que no había caído a la pileta terminó revoleado por el resto.

Lo resumió muy bien y con mucho humor Florencia Peña en el cierre de esta edición especial: "Les quiero agradecer porque hoy aprendí un montón. Aprendí que cuando te llaman para algunas cosas lo mejor es decir… que no".