Top Five: las mejores películas del año
Desde una historia filmada durante más de una década hasta una fascinante obra experimental, repasamos los puntos altos que dejó el cine en este 2014
Antes que nada, hago una pequeña salvedad: para esta selección no se tomaron en cuenta películas de 2013 estrenadas este año, como el caso de La vida de Adèle, El lobo de Wall Street y Balada de un hombre común, tan solo tres de tantas que merecen ser incluidas en el conteo de lo más destacado. Ahora sí, ya aclarado ese punto, les dejo cinco exponentes no solo de lo mejor que dio el cine en el 2014 sino también de la diversidad de miradas, desde la ambición de Richard Linklater hasta la melomanía de James Gunn. Como siempre, están más que invitados a sumar sus películas del año en los comentarios:
*1. BOYHOOD (RICHARD LINKLATER)
Si ya en la saga de Antes del amanecer estaban concentradas muchas diatribas sobre el paso del tiempo y cómo éste puede ratificar el peso de los vínculos o disolverlos, Boyhood termina siendo la quintaesencia de la obsesión por el tópico favorito de Richard Linklater. No sólo es admirable que el realizador haya sostenido una producción durante doce años sino que el resultado haya sido una obra completamente cohesiva y con una edición (a cargo de Sandra Adair) invisible, admirable y aplastante. Es imposible ver Boyhood y absorberla con objetividad, ya que la película misma nos propone un ejercicio de nostalgia que va desde trazar paralelismos con nuestra propia infancia hasta recordar todos esos exponentes tecnológicos y musicales que fueron marcando la transición de etapas. Como siempre, Linklater demuestra que es un verdadero artista, logrando que lo más mundano tenga una carga emocional ineludible (en este sentido, Boyhood, incluso dentro de su magnitud, también tiene algunos elementos de Slacker) y acompañado por actores que se amoldan a esa naturalidad como si cada palabra emitida no estuviera guionada. Ethan Hawke ratifica lo bien que puede decodificar las reglas del realizador, pero es Patricia Arquette , quien deja una impronta indeleble con una escena que sintetiza Boyhood a la perfección: la vida no debe medirse en términos de proponerse objetivos y tacharlos sino a partir del disfrute de todo lo que pasa en el terreno intermedio.
*2. UNDER THE SKIN (JONATHAN GLAZER)
En el video "Karma Police" de Radiohead, Jonathan Glazer filmaba esa persecución mano a mano entre un hombre y un vehículo, a modo de símbolo de la lucha entre el individuo y sus propios demonios ("for a minute there...I lost myself" canta Thom Yorke en ese gran tema de OK Computer). Lo mismo llevó a cabo Glazer en otro de sus magistrales videoclips ("Rabbit in the Headlights" de UNKLE), donde un hombre debía permanecer impenetrable al caos que lo rodeaba. Con sus dos primeros largometrajes (Bestia salvaje y Reencarnación), el realizador no hizo más que trasladar esas narrativas presentes en sus videos a un formato diferente, pero subiendo la vara de sus ambiciones. Glazer se muestra fascinado por los momentos de calma que presagian sucesos turbios, y plasma esa fascinación a partir de secuencias icónicas como la piedra que va cayendo en Bestia salvaje hasta el llanto que brota de los ojos de Nicole Kidman en Reencarnación. Con Under the Skin - su tercera película basada en en la novela homónima de Michael Faber-, Glazer se mueve al campo experimental, nuevamente con las influencias de Stanley Kubrick exudando de cada fotograma y con pleno dominio de instantes nocturnos en carreteras. Scarlett Johansson "personifica" a un ser del espacio exterior cuya misión es la de matar hombres en Escocia para posibilitar la supervivencia de su especie. La actriz consigue, en su mejor interpretación desde Perdidos en Tokio, dotar de humanidad a lo más abstracto, a partir de gestos persuasivos, seductores y eventualmente letales. Mención aparte para la enorme banda sonora de la compositora británica Mica Levi, que apuntala el horror con una emotividad que echa por tierra cualquier preconcepto que se pueda tener sobre esta película que es mucho menos fría de lo que aparenta.
*3. IDA (PAWEL PAWLIKOSWKI)
La película favorita para ganar el Oscar este año en la categoría extranjera hizo mucho ruido por ciertas pretensiones visuales que de algún modo opacaron su riqueza temática. Sí, es cierto que el director polaco Pawel Pawlikowski optó por el blanco y negro y por el cambio de formato (el ya de por sí nostálgico 4:3), pero en Ida todas las decisiones estéticas están puestas al servicio de su narrativa. Pawlikowski habla del pasado no sólo a partir de lo que vendría a ser un rito de pasaje de Anna/Ida (una joven monja huérfana del Holocausto, quien antes de asumir sus votos indaga en su historia familiar) sino también (o sobre todo) a partir de la fascinante vida de su tía Wanda (una extraordinaria Agata Kulesza), una jueza de corriente liberal que es la antítesis de su sobrina. El choque de personalidades y experiencias tiene un correlato visual abrumador, tanto en la secuencia en la que ambas disfrutan de un recital de jazz (con todo lo que el jazz implica: lo renovador) como en aquella en la que Ida permanece tumbada en una cama mientras su tía explora su sexualidad. La colisión entre ambas no opera en detrimento del objetivo que comparten (la búsqueda de la identidad con los coletazos de la guerra todavía en carne viva) sino a favor del mismo, al punto tal de que las diferencias entre una mujer y la otra terminan siendo relativas. Ida es una película que hace arte de la austeridad y que no requiere más de ochenta minutos para crear numerosos momentos indelebles, como aquel en el que Ida se remueve el velo para dejar caer su cabello, un instante tan sencillo como revelador.
*4. PRIMICIA MORTAL (DAN GILROY)
La ópera prima de Dan Gilroy tiene muchas aristas brillantes, pero su mayor acierto es el modo en el que se circunscribe a un universo particular (el de los "nightcrawlers", quienes filman episodios criminales para luego venderlos a los noticieros) para aludir a un fenómeno, si se quiere, universal. A Gilroy le interesa contar la historia de un éxito, la historia de un hombre que como tantos hombres triunfa independientemente de su alto grado de amoralidad. Por lo tanto, no es casual que no sepamos nada del pasado de Lou Bloom, ya que esa falta de información respecto a su vida previa a esa pasión que lo encontró de casualidad es justamente lo que lo vuelve impredecible y fascinante. Nightcrawler es una de esas películas que se desarrollan a la par de su protagonista. Cuando Bloom no es más que una hoja en blanco, la propia historia tarda en tomar vuelo. Cuando Bloom empieza a mostrar su escalofriante avidez de gloria, el film va tomando rumbos impensados con un nervio propio del cine de Michael Mann. Pero Nightcrawler no sería tan extraordinaria sin la precisión interpretativa de Jake Gyllenhaal , quien no necesita recurrir a irrupciones violentas para dejar entrever la oscuridad de Bloom. Un puñado de frases espetadas con la mirada fija en el destinatario (Gyllenhaal casi no pestañea en todo el film, decisión inversa a la que había tomado para personificar al Detective Loki en Prisoners) terminan siendo mucho más violentas que cualquier golpe, y allí radica lo aterrador que es Bloom, quien opera como símbolo de esa visión que tiene Gilroy del hombre como coyote, como animal hambriento e insaciable.
*5. GUARDIANES DE LA GALAXIA (JAMES GUNN)
No hay dudas de que pocos actores tuvieron un año tan interesante como Chris Pratt. Además de liderar la mejor película de animación de 2014 (la hilarante y al mismo tiempo conmovedora La gran aventura Lego) también protagonizó esta producción de Marvel que acierta porque no está exclusivamente dirigida a quienes están familiarizados con dicho universo. Por el contrario, James Gunn - ayudado en el guión por Nicole Perlman - construye una historia que excede los códigos de Marvel y que toca fibras sensibles para cualquier espectador. En primer lugar, Guardianes de la galaxia no se toma demasiado en serio a sí misma, y ese sentido del humor la salva continuamente. En segundo lugar, nadie puede resistirse a un grupo de outcasts que se unen porque tienen en común tanto pérdidas dolorosas como un crecimiento como parias a partir del cual se conectan, independientemente de sus diferencias. En tercer lugar, porque hablar sobre Guardianes de la galaxia es hablar sobre música. Ese cassette (o "Awesome Mix Vol. I") que Peter Quill/Star-Lord recibe como legado de su madre no sólo representa la veta más humana del film (la importancia de los lazos, la necesidad de aferrarse a los recuerdos) sino también su rabiosa melomanía, ya presente en los primeros minutos, cuando Peter baila al ritmo de "Come And Get Your Love" de Redbone en una de las escenas del año. Asimismo, el film de James Gunn cuenta con la mejor actuación de la carrera de Bradley Cooper , quien trabaja la voz de Rocket con una bienvenida mezcla de ternura y sarcasmo.
*DE YAPA: TRES PELÍCULAS ARGENTINAS DESTACADAS DEL AÑO:
*1. RELATOS SALVAJES (DAMIÁN SZIFRÓN)
*2. EL ARDOR (PABLO FENDRIK)
*3. ATLÁNTIDA (INÉS MARÍA BARRIONUEVO)
PARTICIPACIÓN. ¿Cuáles son sus películas favoritas del año? Los invitamos a mencionarlas en los comentarios
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