De la Biblia a Florida: los detalles por los que conectan el Jardín del Edén con un parque estatal
Un hombre encontró dos similitudes clave con el paraíso que se describe en los textos sagrados y dedicó su vida a que se sepa la verdad
3 minutos de lectura'

El Jardín del Edén es uno de los relatos de la Biblia cristiana más conocidos en todo el mundo. La ubicación de este paraíso terrenal, en donde la religión sugiere que Dios habría puesto al primer hombre y mujer de la humanidad, Adán y Eva, ha sido siempre un misterio. Según investigó a mediados del siglo pasado Elvy Callaway, ministro y abogado jubilado de la ciudad de Bristol, Connecticut, este lugar sagrado podría estar ni más ni menos que en el estado de Florida.

El hombre, ya fallecido, comentó en una entrevista con WFSU-TV en 1972 que, luego de una investigación exhaustiva, llegó a la conclusión de que el Parque Estatal Torreya, fundado –según su web oficial– en 1930, podría ser el legendario Jardín del Edén por dos características de la naturaleza propia del lugar que coinciden exactamente con las descripciones del Libro del Génesis.
Las similitudes entre el Parque Estatal Torreya y el Jardín del Edén
En primer lugar, el texto bíblico describe un río que regaba el Jardín del Edén y poseía cuatro cabeceras, tal como ocurre con el río Apalachicola de Florida, que atraviesa el parque. El abogado descubrió entonces que eso solo ocurre en otro lugar en el mundo: Siberia. Sin embargo, consideró que allí “hace demasiado frío” para que sea el sitio de nacimiento de la humanidad.
Por otra parte, en el Parque Estatal Torreya existen árboles de “madera de Gopher”, que se cree que fue utilizada para construir el Arca de Noé, otro pasaje bíblico. Según Callaway, los textos sagrados afirman que ese es otro elemento exclusivo del Edén.
En su libro In The Beginning, publicado en 1966, Callaway recordó a sus lectores un pasaje de la Biblia que dice: “De la tierra (en el Jardín) hizo crecer el Señor Dios todo árbol agradable a la vista”. En tanto, hizo un inventario cuidadoso de la vida vegetal en el área y determinó que “de los 28 árboles mencionados en la Biblia, se puede identificar fácilmente que 25 de ellos crecen” en el Parque Estatal Torreya.
Sin embargo, allí no hay manzanos, algo que no se condeciría con la historia del fruto prohibido que Adán y Eva habrían comido y por el que habrían sido expulsados del jardín por Dios. Para Callaway, la presencia de este árbol en los relatos es metafórica. “La palabra manzana ni siquiera se menciona en el Libro del Génesis. A esto se le suma la ficción y la superstición”, planteó durante la entrevista que brindó en 1972.

El hombre dedicó parte de su vida a explorar el continente norteamericano en busca de los mismos patrones naturales que mencionaba la Biblia, algo que según él tomó como “un placer, una responsabilidad y un deber”. Para Callaway, siempre se creyó que el Jardín del Edén se encontraba en algún lugar de Europa o África porque desconocían de la existencia de América, al oeste del océano Atlántico, donde por obvias razones no pudieron encontrar estos elementos que el abogado mencionó.
Según los registros estatales, el abogado fundó una atracción cerca de la ciudad de Bristol con el supuesto “Verdadero Jardín del Edén”. Aunque falleció hace tiempo, su investigación dio sus frutos: una ruta de senderismo en Apalachicola Bluffs and Ravines Preserve, de más de seis kilómetros, lleva el nombre del “sendero del Jardín del Edén” y recorre lo que Callaway señaló como el primer hogar de la humanidad.
Otras noticias de Religión
- 1
“Nunca pasó”: los economistas ponen la lupa sobre el plan del Gobierno
- 2
El súbito movimiento de la Corte que terminó con Cristina
- 3
En qué canal pasan Bayern Múnich vs. Auckland City por el Mundial de Clubes hoy
- 4
Desalojaron a los militantes que acampaban frente a la casa de Cristina Kirchner en Constitución