Es mexicana, emigró a EE.UU. cuando era niña y el ICE acaba de deportarla: revela cómo fue vivir 28 años ilegal
La mujer contó que la falta de papeles complicó su acceso a la educación y al empleo en Estados Unidos; por qué la deportaron
4 minutos de lectura'

Wendy Ochoa nació en México, pero a los dos años emigró con sus padres a EE.UU. Allí vivió sin papeles hasta junio, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) la detuvieron y fue deportada. Desde su país de origen, contó cómo fue pasar casi tres décadas sin estatus legal: “Toda mi vida sufrí por esto”.
Cómo fue crecer sin papeles en EE.UU: una vida en las sombras
Durante los 28 años que Wendy vivió en Estados Unidos, nunca pudo regularizar su estatus migratorio. Por esa razón, contó que no pudo acceder a los beneficios que tenían otras personas en Estados Unidos. “Toda mi vida sufrí por esto“, aseguró en una entrevista con Univision.
Entre las dificultades que se encontró por no tener papeles, la mujer enumeró el acceso a la educación y al empleo. “Mis amigas tenían trabajos buenos, pudieron ir al colegio”, recordó. En cambio, ella tuvo otra realidad. “Yo fui la única que no pudo estudiar porque a los estudiantes internacionales no les dan el mismo dinero que a las demás personas”, explicó.
La falta de documentos la marcó hasta que fue una adulta. No pudo obtener becas ni préstamos para estudiar y siempre sintió que debía estar en las sombras para evitar contacto con las autoridades.
El error que complicó su situación migratoria
En 2013, cuando tenía 19 años, Wendy cometió un error que le costó caro: la policía la detuvo por conducir bajo los efectos del alcohol. Según relató, cumplió con todas las exigencias que le impuso la Justicia. “Fui a las cortes, acabé mis clases. Hice todo lo que ellos me pidieron y eso terminó”, dijo.
Sin embargo, esa infracción quedó registrada en su expediente y complicó cualquier intento posterior de regularizar su estatus migratorio.
A pesar de las dificultades, Wendy logró establecerse y avanzar. En 2019 se casó con un ciudadano estadounidense y comenzó un negocio independiente. Desde su casa comenzó a aplicar pestañas postizas y a hacer trabajos de manicura, que de poco comenzó a crecer. “Llevaba tres años. Ya tenía mi clientela, ya tenía todo lo que yo había soñado. Mi carro, mi casa”, dijo.
Todo eso quedó atrás cuando el ICE ejecutó su orden de deportación y en junio fue expulsada. “Siento que lo perdí todo”, lamentó.
Cómo fue regresar a México, un país que no conocía, sin opciones laborales
La deportación a México fue una experiencia traumática. Wendy aterrizó en un país que no sentía propio. Sin amigos, sin empleo y sin saber a dónde ir.
Gracias a la ayuda de algunos familiares, llegó a Los Ramones, una pequeña municipalidad de Nuevo León. Allí vive en la casa de una tía, junto a su padre, quien también fue deportado años atrás y se encuentra con problemas de salud. “Desde el primer día les dije: no me dejen sola porque sufro de depresión”, comentó que le pidió a sus allegados.

En Los Ramones, dijo, las posibilidades laborales son casi nulas: “No hay trabajo aquí”. La mujer contó que está casada con un ciudadano estadounidense y que antes de ser deportada estaba en proceso de regularizar su situación migratoria. Ahora se aferra a la esperanza de aplicar a un perdón y poder reunirse con su marido en EE.UU., país al que considera su hogar.
Otras noticias de Migración en EE.UU.
Los motivos. Revocación de la naturalización: las reglas del Uscis para quitar la ciudadanía
Las cifras. Detenciones del ICE y la CBP en Florida: lo que han dejado las redadas contra inmigrantes latinos este 2025
Freno a los agentes. La ley que protege a los migrantes y prohíbe a la Policía de Nueva York cooperar con el ICE
1Del sueño europeo a la incertidumbre: la familia argentina que quedó atrapada por un cambio de las leyes migratorias
2Con el aguinaldo: qué día cobro mi jubilación en diciembre
3Eben Etzebeth, estrella de la selección de rugby de Sudáfrica, fue suspendido por la World Rugby
4El irónico cruce entre Florencia Carignano y Virginia Gallardo por su vestimenta en la jura de Diputados








