A la orilla del río, lo abandonaron con sus mantas, su transportadora y sus juguetes: “Estaba desorientado y asustado”
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LA NACION
Era un soleado día de invierno en la zona del río en McCurdy Park, Michigan, cuando una imagen triste paralizó su corazón. Allí, mirando hacia la orilla, un perro desorientado y confundido trataba de entender qué era lo que había pasado. Su transportadora, sus juguetes, sus mantas y dos bolsas de alimento balanceado estaban allí también, todo esparcido como basura sobre el verde césped del lugar. Sin embargo, ya nada olía como en casa y la realidad es que ahora se encontraba solo.
El transeúnte que advirtió su presencia rápidamente se comunicó con la oficina del sheriff local, del condado de Shiawassee, para pedir ayuda. Un comisario se presentó luego de unos diez minutos. Aunque le habían dicho que el animal era antipático y distante, comprobó que simplemente estaba asustado cuando se acercó a la transportadora donde se refugiaba.
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“Me acerqué y se mostró amigable”
“Cuando me acerqué al perro, meneó la cola y se tumbó de lado para mostrarme la panza. Le puse una correa y se emocionó mucho. Siempre se mostró muy amigable conmigo”, dijo Kirt Stechschulte. Llevó al animal -al que bautizó Corn Flakes- al refugio y control de animales del condado de Ingham (ICACS). Ya a salvo, en un recinto con una cama cálida, comida y agua, Corn Flakes finalmente pudo relajarse después de tanto estrés.
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Si bien separarse de un animal debería ser el último recurso, existen mejores formas de hacerlo, aclararon desde la oficina del condado de Shiawassee. “Es un poco irritante ver estas situaciones. Hay lugares, personas y refugios que están dispuestos a ayudar a realojar a estos perros. Es sólo una cuestión de contactarse con esos lugares”. Desafortunadamente, es algo con lo que se trata con bastante regularidad: por mudanzas, problemas económicos, cuestiones en la conducta de los animales, muchas veces, lamentablemente, la “solución” más fácil resulta ser el abandono.
“Buscamos para él una familia con sentido del humor”
“Estimamos que tiene unos diez meses, es una especie de mezcla de pitbull y tiene una personalidad muy dulce”, dijo Hannah Page, gerente de relaciones comunitarias de ICACS. Desde su rescate, Corn Flakes está aprendiendo a mejorar sus habilidades sociales y busca un nuevo hogar, uno con personas que estén entusiasmadas de hacer ejercicio con él y ayudarlo a aprender a controlar sus impulsos.
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“A veces se muestra bastante fuerte, por lo que lo mejor sería que pudiera tener la compañía de un amigo de su especie y tolerante. Ha pasado por mucho, así que esperamos encontrar una familia con la paciencia y el sentido del humor que necesita un cachorro para convertirse en la mejor versión de sí mismo”, agregó Page.
No importa cuánto tiempo lleve, los rescatistas comprensivos están preparados para darle a Corn Flakes todo el amor que necesita mientras espera que lleguen las personas adecuadas y se siente confiado en que nunca más tendrá que preocuparse por valerse por su cuenta.
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