Atrapada en un estanque helado, no tenían forma de rescatarla hasta que el ave sorprendió a todos con su propio plan

Era una fría tarde de diciembre cuando recibieron una llamada de socorro que los dejó sin aliento. Se preparaban para refugiarse del frío en su casa hasta que vieron un mensaje con la foto adjunta de un animal peludo atrapado en un estanque helado.

El mensaje lo enviaba el gerente de una comunidad de viviendas en Caledonia, Michigan. El hombre había hecho amigo de un par de patos Pekin que vivían en el estanque fuera de su oficina principal durante el verano, pero el clima invernal estaba provocando que el agua se congelara y él se preocupó por las aves. De hecho, las temperaturas gélidas de esos días lo habían llevado a rescatar a un pato el día anterior. Pero, lamentablemente, no había logrado alcanzar a otro. Ese día el estanque se había congelado aún más durante la noche y el ave había quedado en un círculo cada vez más pequeño de agua helada.

“En un círculo de 1,5 metros de agua que todavía no se había congelado, una pata pasaba su segunda noche a la intemperie en un frío abrasador”, escribieron Matthew y Theresa Lyson, fundadores y codirectores de Michigan Duck Rescue and Sanctuary (MDRS). “Estaba en el medio y no tenía forma de escapar de ese pequeño espacio. Tenía los minutos contados”.

Los Lyson sabían que el tiempo corría en contra. Prepararon su kayak y los accesorios habituales en cuanto vieron el mensaje de texto y rápidamente emprendieron un viaje por autopista a través del estado. Recogieron a uno de sus voluntarios, Mike, en el camino. Cuando llegaron, se dieron cuenta de que se había corrido la voz sobre la situación del pato y que algunos miembros de la comunidad estaban igualmente ansiosos por ayudar. De hecho, un vecino de la zona ya estaba trabajando en romper el hielo cuando llegaron los Lyson.

El vecino había creado con éxito una abertura dentro de la capa de hielo lo suficientemente ancha para que pasara un kayak. “Teníamos un plan para llevar a la pata hacia la orilla. El objetito era lograr que nadara en la dirección opuesta al kayak”. Pero cuando se acercaron a la pata, se dieron cuenta de que todavía había una capa de hielo infranqueable entre ella y el kayak. La misión de rescate se detuvo rápidamente.

Horas después del primer intento frustrado de rescate, los Lyson y sus voluntarios no sabían cómo rescatar al ave. Si bien intentaron pensar en nuevas estrategias, el animal terminó sorprendiendo a todos con su propio plan. “Después de lo que pareció una eternidad en el aire frío, finalmente el animal se movió. Aparentemente pensando que todos éramos incapaces de ayudarlo, cruzó la parte más corta de hielo y comenzó a subir a tierra, un paso lento a la vez”.

Finalmente, la pata dejó su círculo helado de agua y caminó sobre el hielo, lo suficientemente cerca de la tierra para que alguien lo atrapara. Cuando los Lyson regresaron a la orilla en su kayak, un voluntario corrió hacia la pata y la atrapó con cuidado. Para su sorpresa, la pata ni siquiera se movió cuando él se acercó. “Ella simplemente se quedó quieta esperando. Estaba lista para ir a un lugar seguro y cálido”.

Después de casi seis horas de viaje, unos 400 km de ida y vuelta, Nancy Lee llegó al refugio. Allí se le hizo una evaluación rápida: Nancy Lee estaba completamente llena de piojos. Le espolvorearon con talco, la limpiaron y pasó el resto de la noche en la comodidad del hogar. Como hacen con cada pato que rescatan, los Lyson prometieron cuidar de Nancy Lee por el resto de su vida. Si bien lamentablemente no pudo reunirse con su pareja rescatada dos días antes -que fue adoptada por la hermana del gerente de la comunidad de viviendas-Nancy Lee se adaptó rápidamente a su nuevo hogar.

Fuente: Michigan Duck Rescue and Sanctuary

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