Se destaca en ambientes amplios que muestran sus estructuras al desnudo y se inclina por muebles de materiales nobles, reciclados, y sin estridencias
El estilo industrial tiene origen fabril; sus primeros adeptos fueron jóvenes artistas neoyorquinos que, en la década del ´50, se mudaron a antiguos depósitos o fábricas generosas en metros y en luz. Muros de ladrillo, vigas y caños a la vista, pisos y techos de hormigón, fueron el punto de partida para componer ambientaciones con el eje puesto en la estructura y la funcionalidad.
A la hora de ambientar, una de las grandes ventajas de este estilo es que es atemporal: nunca pasa de moda. Además, es ecléctico, en un espacio industrial pueden convivir una mesa con tapa de madera y patas de hierro, una silla Luis XV y una lámpara de fibra de vidrio azul. Te contamos algunas ideas fáciles para dar vida a tu propio ambiente industrial.
Mostrá vigas y cañerías: Desnudar la estructura es un rasgo fundamental de este estilo. Y no sólo en la arquitectura; también muebles y luminarias pueden revelarse en toda su materialidad, por ejemplo en madera natural, hierros algo oxidados o chapa.
Usá metales: El acero, hierro, aluminio y hasta el croo, son materiales característicos de este estilo, y presentes en mesas, sillas, lámparas y todo tipo de accesorios. La madera acompaña, y es ideal usarla al natural, en tonos mate, para aportar una dosis de calidez.
Reciclá y reusá: Materiales con pintura gastada u óxido decapado funcionan perfecto con esta estética. A la hora de recuperar muebles usados, lo ideal es utilizar pátinas de color cobre u óxido. Lo ideal son pocas piezas de mobiliario y siempre atadas a una función, por naturaleza, este estilo es simple y minimalista.
Cuidá la paleta de colores y texturas: Este estilo es amigo del blanco, negro, gris, beige, habano y no mucho más que esto. Esto se debe a que el eje está puesto en la estructura y en la función, y el color no debe empañar ni distraer. Para aportar calidez, en esta gama de colores pueden funcionar muy bien los linos, algodones y especialmente la arpillera.
Exhibí piezas utilitarias: Si sos coleccionista, o simplemente te gusta colmar tus estantes de objetos, preferí aquellos con alguna función concreta, como botellas de vidrio, jarras de aluminio, cajas de hierro o hasta un par de tijeras antiguas.
TIPS DE UN ESPECIALISTA
Desde 2008, Ariel Glot (arq.glot@gmail.com) integra un estudio con ex compañeros de la facultad de la UBA, de formación similar pero con distintas inquietudes. Su trabajo, colectivo y flexible, se orienta a proyectos residenciales y comerciales. El nos aporta sus tips sobre el estilo industrial:
- El estilo industrial está muy vinculado al concepto de loft, como se catalogó a este tipo de vivienda cuando nació en Nueva York. Tiene sus influencias en la industria, donde lo frágil y delicado deja su lugar a lo utilitario y robusto.
- se destaca por una continuidad espacial: superficies carentes de interrupciones visuales, donde la estructuración está dada por el equipamiento o los muebles.
- La amplitud visual se potencia con grandes ventanales que, cuando además son altos, rebotan la luz en el cieloraso.
- La decoración pasa por dejar a la vista la arquitectura lo máximo posible: caños, paredes y pisos de hormigón.
- Los muebles y el equipamiento son de madera rústica, acero sin tratar, cuero, materiales usados, añejos y texturas que en sus terminaciones crudas aportan contraste y calidez.
- Se busca desnudar la nobleza del material tanto como sea posible.