Dejá el pucho y cambiá tu vida
No solo te va a cambiar el color de la piel; los dientes y dedos índices dejarán de estar amarillos; tu pelo y la ropa olerán mejor, y automáticamente el gusto y el olfato mejorarán, sino que vas a dejar de invertir una gran parte de tu tiempo, vida y sueldo en este vicio.
Dejar de depender de una sustancia nos brinda una sensación de liberación muy fuerte porque ya no tenemos que estar pendientes de cuestiones como "¿se puede?", "¿tengo?", "¿cierra el kiosco?" o "¿molesto y enfermo a los demás?".
Suena fácil. En la práctica sabemos que es todo lo contrario: un camino complejo que requiere de voluntad. Para eso, existe una estrategia diseñada en tres pasos para abandonar este nocivo hábito:
1.Hacé una lista. ¿Qué te motiva para dejar? Enumerar las razones para abandonar el cigarrillo servirá para reforzar la decisión en aquellos momentos en que aparezca el deseo de retomar el consumo. Además, ayudará a darle un sentido a la elección que hicimos.
2. Pensá en los beneficios. Al armarla, es aconsejable pensar más en los beneficios que vamos a obtener que en las cosas que deberemos evitar; buscar las razones que tengan que ver con el aquí y el ahora; plantearnos qué tiene de "bueno" fumar, aquellas cosas que deberemos resignar.
3.Fijá una fecha. Si pensamos comenzar por una reducción progresiva, es aconsejable hacerlo con una fecha de cesación definitiva. Podemos empezar por modificar nuestra forma de fumar: que cada vez que lo hagamos sea una elección y no un acto automático. En este sentido, puede ayudar no tener los cigarrillos con nosotros, dejarlos guardados y quitar todos los elementos visibles que estén relacionados al tabaco.
Contáselo a quienes te rodean. Las personas cercanas pueden ayudar acompañando y felicitando los avances, de ninguna manera presionando.
Una enfermedad en números
• El tabaco mata a casi 6 millones de personas cada año, de las cuales 600.000 son fumadores pasivos. En la Argentina 40.000 fumadores mueren por año
• Entre el 10 y el 15% de los tabaquistas desarrollan obstrucción de la vía aérea (EPOC).
• Una persona de 25 años de edad que fuma regularmente 20 cigarrillos por día tiene un 25% menos de esperanza de vida respecto de un no fumador.
• Más del 40% de los niños tiene al menos un progenitor que fuma.
• El humo del cigarrillo contiene más de 4000 compuestos, de los cuales 50 son carcinogénicos y otros irritantes, tóxicos y mutágenos.
• En madres fumadoras, los niños tienen en promedio 120 g menos y 1 cm menos de longitud al momento de nacer.
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