La boda del príncipe Carlos y Lady Di: él lloró la noche anterior y ella se sintió "como un cordero llevado al matadero"
Se cumplen 39 años de la inolvidable boda -por numerosas razones- entre el príncipe Carlos y la desaparecida Diana Spencer. La pareja se casó en la catedral de San Pablo frente a una multitud de rostros sonrientes y felices por el matrimonio. Sin embargo, para los protagonistas del acontecimiento fue uno de los días más tristes de sus vidas.
De acuerdo con un libro publicado en 2017, Prince Charles: The Passions and Paradoxes of an Improbable Life, de la escritora especialista en realeza llamada Sally Bedell Smith, el príncipe Carlos lloró la noche anterior al casamiento con Diana. En las páginas de la biografía se detalla que el heredero contempló a las multitudes que lo aclamaban por una ventana del Palacio de Buckingham mientras le corrían abundantes lágrimas sobre la cara.
La publicación revela la presión que sintió Carlos en esas últimas horas antes de la ceremonia. Fue una batalla en su corazón. Por un lado, lo afligía el peso del deber familiar de casarse con Diana y la certeza de que no iban a ser felices. Por otro, no podía dejar de pensar en el amor que seguía sintiendo por la que hoy es su esposa, Camilla Parker-Bowles.
No fue el único que sufrió durante esas horas. Aquel 29 de julio de 1981, Lady Di se sintió "como un cordero camino al sacrificio mientras caminaba lentamente, arrastrando la larga cola de su vestido, por el pasillo central de la iglesia donde en el altar la esperaba Carlos para convertirse en su esposo". Así lo contó Jennie Bond, una ex periodista especializada en realeza, en un documental estrenado hace unas semanas en la televisión británica llamado Charles & Camilla: King and Queen in waiting.
Bond, que se había hecho amiga de la princesa, reveló que la apariencia de cuento de hadas de la gran boda fue muy diferente puertas adentro. "El día del casamiento, ella solo se animó a mencionar sus dudas, pero mucho después me confesó que se había sentido como un cordero llevado al matadero cuando se dirigía al altar. Fue muy triste para ella porque sabía que las cosas no estaban bien. Cuando identificó a Camilla entre los invitados se sintió muy incómoda. Una semana antes, había encontrado una pulsera que Carlos le regaló a Camilla con las iniciales grabadas de ellos dos".
La ex periodista mencionó también en el documental que Diana percibía de antemano la mala energía en la relación y que durante la ceremonia sintió una "reacción visceral en el estómago". "A la vuelta de la luna de miel me describió cómo había visto a su reciente esposo usar un juego de gemelos personalizados donde se leían las iniciales del príncipe y de Camilla durante el viaje".
Carlos y Camilla comenzaron a salir en 1971. Dos años después se separaron debido al traslado del príncipe al extranjero. Durante ese período, Camilla se convirtió en un problema para la familia real dada su relación intermitente con Andrew Parker-Bowles con quien se casó hacia fines de 1973.
En 1980, presionado por su familia para formalizar una relación amorosa, Carlos comenzó un romance con Diana. Según cuenta la biografía de Bedell Smith, unos meses más tarde de iniciada la relación, su padre, Felipe, le escribió una carta donde le aconsejaba meditar respecto del futuro con Diana. En síntesis, le dijo que debía comprometerse y proponerle matrimonio o "liberarla" para no arruinar su reputación. Y como bien sabemos, el príncipe eligió la primera opción.
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