Receta de mayonesa casera exquisita, fácil de hacer y muy práctica
Hamburguesas, milanesas y sándwiches de todo tipo. La mayonesa casera es el aderezo irresistible y ganador por excelencia de todas estas comidas rápidas. No puede faltar en la mesa de cumpleaños, encuentros con amigos o salidas a bares de comida estilo "finger food".
Si bien se la puede comprar preparada en almacenes y supermercados, la magia de la mayonesa casera es que está elaborada con ingredientes nutritivos, sin conservantes y con un toque característico para saborizar de forma personalizada.
Historia de la mayonesa casera
En la actualidad, la mayonesa casera se convirtió en algo natural de todas las mesas. En una costumbre. Sin embargo, como todos los aderezos y salsas, esta exquisita mezcla de color claro tiene su historia.
El origen de la mayonesa casera se remonta a las tierras españolas, pero en países como Cuba, Italia, Francia y Bélgica también es un condimento histórico y tradicional.
Se la suele confundir y emparentar con el "alioli", otra salsa de un color parecido pero preparada con ingredientes diferentes.
Se cree que la mayonesa casera es parte de la tradición culinaria de las épocas de la Edad Media, en las que se impusieron las famosas "salsas emulsionadas".
La mayonesa casera, o lo que se cree que fue en sus orígenes, pertenecía a las clases altas de la sociedad, y era una especie de "gusto" que solo las personas adineradas podían darse.
Muchos años después, la mayonesa casera dejó de ser una receta exclusiva de preparación en el hogar, y pasó a convertirse en uno de los aderezos industrializados más vendidos del planeta.
La mayonesa casera llegó a los Estados Unidos en un color más amarillo (con mayor contenido de yema de huevo) en las clásicas botellas de vidrio con tapa a rosca. Una nueva estrella de las góndolas que pasó a formar parte de las heladeras de todas las familias.
Receta básica de la mayonesa casera para hacer en casa fácil y rápido
La mayonesa casera se prepara con los siguientes ingredientes:
- 1 huevo entero.
- 1 cucharada bien colmada de mostaza.
- 1 chorrito de vinagre o de jugo de limón.
- 300 ml de aceite a elección (oliva, maíz).
- Sal y pimienta a gusto.
Procedimientos para hacer mayonesa casera
Los pasos para que estos ingredientes se conviertan en el cremoso aderezo son:
- Colocar el huevo, la mostaza, el vinagre y un poco del aceite en un bowl profundo de un ancho considerable.
- Agregar la sal y pimienta a gusto.
- En una minipimer, procesar de manera constante todos los ingredientes hasta que la mezcla vaya adquiriendo consistencia y el espesor típico de la mayonesa casera.
- Ir incorporando el resto del aceite mientras se procesan los ingredientes y detener la mezcla cuando la textura esté densa y espesa.
¡Y listo! la mayonesa casera está lista para ser servida. Algunas buenas recomendaciones para un resultado perfecto son:
- Seguir los pasos de la receta de mayonesa casera a rajatabla, sobre todo respetando los tiempos de incorporación del aceite. De esta forma, la preparación no se corta.
- Para mayor espesor, mayor cantidad de aceite.
- El toque de la mostaza se puede reemplazar o directamente eliminar, pero es importante recordar que este ingrediente aporta un sabor picante necesario para contrarrestar el gusto del huevo.
Para una buena conservación, depositar la mayonesa casera en un frasco de vidrio esterilizado y guardar en heladera. Dejar enfriar la mezcla antes de refrigerar, y colocar una etiqueta pegada en la tapa con la fecha de elaboración.
Es importante recordar que la mayonesa casera no incluye ningún tipo de conservante en su preparación, por lo que su duración es mucho menor a las de venta industrial. Unos 15 días (aproximadamente) es el tope máximo en que la receta se puede conservar en excelente estado.
Ideas para saborizar la mayonesa casera y añadir un toque personal
Durante los últimos años la moda de preparar la mayonesa casera se impuso más que nunca. Además, surgieron nuevas propuestas personalizadas como la mayonesa casera de zanahorias, remolacha o hierbas (ciboulette, tomillo, romero).
Pero la peculiaridad de la mayonesa casera es que también puede mezclarse con otras preparaciones y convertirse en un aderezo distinto, o una salsa espesa para acompañar panes, carnes y verduras.
Por ejemplo, espinacas a la béchamel, con una cucharada de miel y pimienta en grano. La mayonesa casera adquiere una tonalidad verde clara, incorpora los nutrientes de la verdura y puede ser utilizada incluso como una guarnición.
Junto a la salsa barbacoa o de tomate (el famoso "ketchup"), la mayonesa casera se transforma en el aderezo popularmente conocido como "salsa golf". ¡Sí!, este es el único secreto del característico aderezo de color entre naranja y rosado que tan bien combina con las rodajas de palmito fresco.
La mayonesa casera no es sustituta de la salsa blanca en absoluto: solo puede comerse fría. No es una receta tan elaborada y gourmet como una salsa tzatziki o un delicioso velouté de brócoli y manzana verde, pero es el clásico que todos los argentinos eligen y que "saca del apuro" a cualquier sándwich o minuta.
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