Un amplio terreno con su casa fue parcelado en tres, y el jardín heredó la construcción de los años sesenta y los espacios exteriores quedaron diseminados alrededor. Los dueños de casa decidieron dejar y remodelar la vivienda, y ceñir el paisajismo a lo dado. Había ejemplares maravillosos de árboles que poblaban el terreno original, como una añosa grevillea, unos fresnos en el estacionamiento y un gran ciprés convertido en punto focal del ingreso. Estructuras de hierro cubiertas con jazmín de leche escoltan el camino de entrada en ambos lados y, a la vez, dan intimidad a las habitaciones de la casa. Así, se llega a una terraza bajo copas frondosas: un primer jardín delimitado por azareros, que dan volumen, crean un clima particular e invitan a tomar el té o un copetín en las noches de verano.
El jardín del fondo tiene una forma en triángulo y mira a una nueva construcción en el terreno vecino. Para perder el límite y crear diferentes planos, se repitieron las mismas columnas de hierro de la entrada, esta vez con eugenias, diseminadas en el plano de césped. Las tiras de buxus podados son remate de la pileta, también con la intención de alargar visualmente el espejo de agua que cumplía con la longitud máxima permitida por la reglamentación del barrio. El cerco de fondo es de olea texana y se sumaron ejemplares de acacia dorada para lograr mayor intimidad.
La galería de la casa exhibe una añeja Santa Rita que fue acondicionada. Se rescataron las macetas antiguas que había en el lugar, así como las rejas y los malvones que acompañaban la historia de la casa y hoy dan pinceladas de color mientras remiten a los memorables patios de las abuelas.
En el lateral de la izquierda se crearon tres lugares para estar, cada uno con su clima particular y en busca de que todos los miembros de la familia tengan su espacio de sosiego dentro del jardín. Así, se construyó una galería bien cerca de la pileta, con una chimenea, para extender el uso cuando el clima es más fresco. Este espacio se cubrió con una parra híbrida, que da una sombra compacta y fresca. A la salida de la cocina, se armó un comedor más formal, con un acer en medio. Más atrás, un fogón hundido, rodeado de un mar verde de plumbago.
OBRA: Jardín privado | LUGAR: Tortugas, pcia. de Bs. As. | PROYECTO DE ARQUITECTURA: Ximena Fontán Balestra y Rafael Cash | PAISAJISMO: Alejandra de Dominicis | SUPERFICIE INTERVENIDA: 920 m² | AÑO DE EJECUCIÓN: 2016.
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