El gran desafío, tanto de los dueños como de los paisajistas, era mantener el espíritu de la casa, respetando el frente antiguo y modernizando el jardín y los espacios interiores. La casa chorizo característica de finales del siglo XIX y principios del XX, con reminiscencias italianas, nos recibe con su zaguán –vocablo de origen árabe que significa "pasillo"– lleno de sensaciones: oscuro, fresco, angosto, alto. Es fuelle entre lo público y lo privado, produce un efecto de mirilla y da comienzo a una sucesión espacial como preludio de un lugar amplio y luminoso.
Obra: Jardín privado | Lugar: San Antonio de Areco, pcia. de Bs. As. | Paisajismo: Piti Navajas y Damián Ayarza | Superficie intervenida: 800 m² | Año de ejecución: 2013.
Este zaguán fue el punto de partida del proyecto, la idea disparadora que inspiró y guió el proceso de diseño. Se prolonga a lo largo de todo el jardín, manteniendo sus proporciones como columna vertebral, atravesando y conectando los distintos sectores proyectados.
Los cercos altos y bajos, italianos y españoles, se usaron para modificar las proporciones espaciales y para generar un jardín compartimentado en patios, como los de inspiración árabe, cada uno con un uso específico: el de estar al sol, el lugar de sombra, el de la parrilla, el de agua con su pileta y el de contemplación. Para llegar a los espacios de uso hay que recorrer parte del jardín, reconociendo rincones y animándose también a descubrir qué hay más allá.
Al jardín original se le anexaron dos terrenos, sin perder identidad detrás de los cercos, pero las circulaciones los atraviesan y los unen. Para llegar a la pileta, dispuesta en un lote más bajo, se construyó una escalera que proyecta un cambio de nivel que le aporta interés al diseño. Los muros y cercos son también característicos de este tipo de lugares y, en este caso, el paisaje prestado que se ve a través produce un efecto de continuidad que agranda el espacio.
Se usaron ladrillones reciclados para los senderos y solados del jardín, algunos con junta cementada y otros con junta de arena para que la plantación avance y se apodere del conjunto.
Los cercos de Buxus sempervirens adoptan proporciones contemporáneas y hacen de estructura a los canteros de herbáceas en matriz, flojos y cíclicos, con sus colores basados en los pisos de las baldosas calcáreas característicos de las casas "chorizo", pero aggiornados en su forma arbitraria de colocación, que mezcla colores y patrones.
Las herbáceas de los canteros reflejan los colores de la galería; la base gris, verde y marfil de los calcáreos se replican en las gramíneas como la Poa iridifolia, la Stipa tenuissima y el Pennisetum ‘Moudry’; y el bordó de las columnas aparece en las flores de scabiosas, sedum y monardas. Las gauras y erigeron dan el toque blanco y silvestre. Se respetaron los árboles existentes como forma de seguir con la identidad del lugar, ya que las especies son características de estas casas, como Laurus nobilis, Ailanthus altissima y el paraíso como árbol de sombra durante todo el año (con su flor, su fruto y su color otoñal).
El desafío fue repetir los cambios sutiles que se dieron en la arquitectura, usando los mismos elementos, pero con un giro actual. Así, aparecen los cercos anchos, los canteros en matriz con herbáceas y gramíneas y una disposición espacial bien contemporánea.
Síntesis del jardín
- Estilo: Contemporáneo.
- Lo más difícil: Unir los terrenos anexados.
- Un lujo: La relación con el cliente, cómo se involucró en el proyecto y lo hizo propio desde el comienzo.
- Una sorpresa: Lo rápido que maduró el jardín.
- Contacto: pitinavajas@gmail.com
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