Viajes pensados para no correr: el operador turístico que propone otra forma de descubrir los destinos
Grupos reducidos, hoteles con identidad, actividades privadas y rutas alejadas de lo masivo y convencional: todo eso ofrece Anyma, el producto desarrollado por Piamonte que pone el foco en las “experiencias de viaje auténticas”
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Hasta no hace mucho viajar tenía que ver con tachar ciudades en un mapa y seguir el clásico ritual de sacarse la foto, volver con anécdotas y empezar a soñar con el próximo destino. Pero algo de eso cambió. Cada vez más los viajeros buscan experimentar vivencias reales, profundas y memorables. Moverse sin prisa, comer local, charlar con la gente, conocer una cultura desde adentro. Volver diferentes.
En medio de esa transformación –silenciosa, pero clara– surgen propuestas que conectan con esa tendencia. Es el caso de Anyma: la nueva serie de salidas grupales creada por Piamonte que constituye toda una invitación a redescubrir el mundo desde lo emocional. Una forma de viajar que pone en el centro la calidad del tiempo, la autenticidad de los encuentros y el valor de los detalles.

“Viajar con el alma”: ese es el espíritu detrás de la nueva serie de salidas grupales creada por Piamonte. El operador argentino con más de 48 años de experiencia en el turismo acaba de lanzar este producto que representa toda una evolución, un concepto orientado a un público que hoy quiere viajar distinto.
¿Qué es lo que distingue a las salidas de Anyma by Piamonte? Que propone unos itinerarios absolutamente únicos y alejados de los recorridos masivos. Hablamos de rutas diseñadas para viajeros que prefieren lo sensorial a lo superficial, siempre con grupos reducidos, acompañamiento humano, actividades diferenciales, hotelería con identidad y un ritmo pensado para “disfrutar en serio”.

Las primeras experiencias de la serie ya están disponibles y fueron cuidadosamente curadas para marcar el rumbo. Se trata de Perú y Egipto, dos territorios donde la historia, la cultura y la emoción se entrelazan a pura naturalidad.
Perú para disfrutar en serio
Perú es un viaje que se toca, se saborea y se recuerda. La experiencia comienza en la costa con una cena frente al mar que, además de presentar la gastronomía peruana, abre la puerta al ritmo suave con el que avanzará todo el viaje.

Las siguientes experiencias incluyen un barrio bohemio, arte y diseño, charlas con artesanos, Cusco y un hotel construido sobre las bases de un convento del siglo XVI, un almuerzo cocido bajo la tierra y una caminata por terrazas circulares diseñadas para controlar microclimas. El público no solo observa: participa, conversa, comparte, aprende y siente.
La llegada a Machu Picchu es todo lo que se espera y más. El acceso, a bordo de un tren panorámico, está pensado para disfrutar del recorrido, con ventanales que permiten ver cómo el paisaje va volviéndose místico. El viaje continúa luego hacia el desierto, incluyendo la visita a una bodega centenaria, un picnic íntimo sobre las dunas (y con el mar de fondo) y hasta un viaje en lancha hacia un conjunto de islas donde habitan aves, lobos marinos y silencios de esos que no se olvidan.

Egipto y la historia que se respira
El Cairo es el punto de partida, el sitio donde las pirámides se alzan imponentes y el tiempo parece detenido. Lejos de seguir la ruta clásica, la propuesta se toma el lujo de ir más despacio y más profundo. Un plus: navegar por el Nilo a bordo de una embarcación tradicional impulsada por el viento y sin filas, ni altoparlantes, ni multitudes. Solo río, silencio, y una tripulación que guía el viaje como si fuese un secreto.

Durante la travesía se visitan templos milenarios y pueblos que ni siquiera figuran en los folletos. Se comparte un té con una familia local. Se observa a un pescador lanzar sus redes. Se pisa una cantera milenaria iluminada por la luna. Y en cada noche, sobre la cubierta, se cena bajo las estrellas con el murmullo del agua como único sonido de fondo.
La experiencia continúa en tierra con alojamientos que cuentan historias, una parada en Abu Simbel (incluido un espectáculo de luces) y un descanso en las playas del Mar Rojo, donde el agua cristalina, los arrecifes de coral y la calma del desierto ofrecen una experiencia distinta para un destino que no solo se visita, sino que se siente con tiempo, alma y asombro.

El viaje “como debería ser”
Las salidas Anyma pueden reservarse exclusivamente a través de agencias de viajes argentinas e incluyen media pensión asegurada todos los días (almuerzo o cena) y early check-in y late check-out garantizados en los tramos que lo requieren.
Anyma no propone correr, propone explorar. No apela a lo masivo: invita a lo personal. Cada salida incluye un acompañante experto, actividades seleccionadas y hasta “pequeños gestos” que marcan la diferencia: desde un regalo simbólico hasta una cena inesperada. Porque lo que más recordamos de un viaje es muchas veces aquello que no estaba en el folleto. Y porque los mejores viajes no se cuentan por kilómetros, se cuentan por emociones.
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