Ataque fallido: quién es el oscuro personaje acusado de haber mentido para involucrar a Milman en el ataque a Cristina Kirchner
Jorge Abello involucró al diputado en el ataque a la vicepresidenta, en un relato que dejó muchas lagunas; fue diputado provincial y chofer de Uber
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Jorge Abello se presenta como periodista, pero tiene un pasado en la política como diputado provincial en Santa Fe y luego chofer de Uber, un medio de vida que le permitió mudarse a Buenos Aires para seguir estudiando. Fue nombrado asesor en la Cámara de Diputados y fue el testigo clave que le permitió a Cristina Kirchner señalar que Cambiemos estuvo vinculado con su intento de homicidio del 1° de septiembre pasado.
Abello declaró ante la Justicia que escuchó al diputado nacional Gerardo Milman (Pro) decir días antes del atentado, la siguiente frase: “Cuando la maten yo estoy camino a la Costa”, dando a entender que sabía que iba a ocurrir el intento de homicidio y que no lo iban a poder ligar a ella.
La jueza María Eugenia Capuchetti investigó esta afirmación y no solo no la corroboró, sino que mandó a investigar a Abello por falso testimonio, ante la presunción de que mintió para armar una acusación falsa.
La semana pasada, el fiscal Eduardo Taiano pidió que Abello sea citado a prestar declaración indagatoria.
Abello tiene domicilio en Teodelina, una ciudad de casi 10.000 habitantes en la suela de la bota dela provincia de Santa Fe, justo en el límite con Buenos Aires. Saltó de ese entorno rural, junto a la laguna Teodelina, y del balneario El Eden, al anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, adonde dijo que concurrió el 30 de agosto pasado.

Un relato que no convence a la Justicia
Abello dijo que al mediodía del 30 de agosto, dos días antes del atentado a Cristina Kirchner, se encontró con su cuñado, Sebastián Rende, también de Teodelina, y ambos se cruzaron al bar Casablanca a almorzar, donde dijo que escuchó como Milman hizo el comentario, acompañado de dos de sus empleadas.
Su cuñado declaró en la Justicia que estaba a su lado y que no escuchó nada y aclaró que se encontraba junto a un televisor prendido, que no podía escucharse por el ruido del bar. Estaban sentados de frente a Milman y de por medio había otra mesa, lo que complicaba más poder haber oído lo que dijo que escuchó.
Investigadores del caso acudieron a Casablanca un día de semana a las 15, hora en que supuestamente ocurrió el diálogo y, efectivamente comprobaron que la cantidad de gente hacía imposible escuchar lo que se decía de mesa a mesa.
Abello prefiere ahora no ahondar en detalles. Enfrenta un expediente acusado de falso testimonio. Llamó la atención que acudió a la Justicia el 23 de septiembre, es decir 23 días después del atentado y que no comentó nada de lo que escuchó con su cuñado que se encontraba allí.

Se trata de un personaje marginal de la política santafesina. En la última década pasó por varios espacios distintos, siempre dentro del peronismo. Llegó a la Cámara de Diputados de Santa Fe en 2011, casi por una casualidad, tras la inesperada victoria de la exministra de Hábitat María Eugenia Bielsa. “Decía barbaridades, muchas veces no se entendía lo que quería plantear en las sesiones”, contó un exlegislador que se sentaba cerca de Abello en el recinto.
La lista sábana favoreció a que en ese momento se colara su nombre en la oferta electoral y, según admiten varios de sus excolegas en la Cámara de Diputados, no estaba preparado ni formado para ser diputado. La relación de Abello no era con María Eugenia Bielsa, sino con su hermano Rafael, exactual embajador en Chile, recordaron fuentes de ese espacio.
Luego de la renuncia de María Eugenia Bielsa a la presidencia de la Cámara baja provincial, tras un enfrentamiento con el sector de Agustín Rossi, Abello buscó otros horizontes. “Es un buscavidas de la política”, señaló un exdiputado que lo conoce desde hace más de una década. La dimisión de Bielsa a la presidencia de la Legislatura, que hizo tronar a la política santafesina, fue interpretada por Abello y otros dirigentes de ese espacio como la gestación de la futura gobernadora.
“La renuncia de Bielsa es un acto fundacional de un nuevo espacio y de un nuevo momento del peronismo santafesino. Esto marca un hito para el futuro”, dijo Abello en ese momento. Pero como Bielsa se alejó del primer plano político, rápidamente buscó refugio en otros sectores internos del peronismo. Así recaló en La Cámpora. “Siempre lo trataron como a un ordenanza, un hombre útil para tareas poco calificadas”, apuntaron las fuentes.
Aunque su participación en la Legislatura de Santa Fe la recuerdan muy pocos -presentó un puñado de proyectos en las áreas de deporte y educación- su destino político terminó siendo territorio de La Cámpora, que en Santa Fe tenía un nombre de peso a nivel nacional, el del exdiputado Marcos Cleri. “Una vez en la Legislatura santafesina dijo que su madre había sido víctima de trata de personas. Los legisladores se quedaron sorprendidos por lo que contaba. Pero era todo mentira”, recordó un diputado.
Saltó de ser un dirigente del espacio de María Eugenia Bielsa al sciolismo, que de cara a la campaña presidencial de 2015 contó con el respaldo de La Cámpora. El nombre de Abello comenzó a trascender el espacio de esta agrupación, luego de que su jefe político, Cleri, le recomendó que se presentara en la causa que en un primer momento instruyó la jueza Capuchetti para averiguar lo que supuestamente había ocurrido en la confitería Casablanca el 30 de agosto pasado, según su relato, cuando dijo que escuchó decir a Milman la frase: “Cuando la maten yo estoy camino a la Costa”, en referencia supuestamente a Cristina Kirchner. En La Cámpora le ordenaron a Abello que no saliera en los medios y que mantuviera el bajo perfil.
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