Jorge Macri le pidió a Luis Caputo que normalice los giros de fondos a la Ciudad y reclamó por una deuda de $370.000 millones
El jefe porteño retomó el diálogo con el ministro de Economía para intentar destrabar el conflicto; hubo avances, pero seguirán negociando
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El jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, se reunió hoy con el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, para intentar destrabar el conflicto abierto entre la ciudad de Buenos Aires y la Nación por el reparto de los fondos de coparticipación federal.
Durante el encuentro, que se desarrolló esta mañana en la sede del Palacio de Hacienda, el primo del expresidente Mauricio Macri volvió a reclamarle al funcionario de Javier Milei por las demoras en las transferencias semanales del 1,55% de los recursos. Según la administración porteña, el retraso comenzó en junio último, justo después de que La Libertad Avanza (LLA) se impusiera con comodidad en la elección local de la Capital.
Por lo tanto, a raíz del atraso en los pagos, argumentan en el Ejecutivo de la ciudad, se originó una nueva deuda entre ambas jurisdicciones que ya asciende a 3700 millones de pesos. En concreto, Jorge Macri procura que se normalicen los envíos y el Gobierno pague esa deuda.
Tanto el jefe porteño como Caputo destacaron que tienen buena sintonía y que continuarán “trabajando en conjunto”. Acordaron que sus equipos retomarán la negociación en los próximos días para destrabar el tema.
A lo largo de la conversación -la reunión se prolongó durante 40 minutos-, el alcalde elogió el rumbo económico, el ordenamiento de la macro y ratificó su apoyo al equilibrio fiscal. Destacó que la importancia de que en el país haya previsibilidad. Es más: a mediados de octubre, el Presidente firmó la autorización para el crédito que tomará la Ciudad con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 85 millones de dólares, una medida administrativa que estaba pisada hace meses.
Según pudo saber LA NACION, no hablaron respecto del traspié que sufrió el Gobierno en Diputados con el tratamiento del capítulo XI del Presupuesto, que incluía una cláusula vinculada a los recursos de coparticipación que reclama la Ciudad.
Tensión entre Pro y LLA
Pese a que Jorge Macri se había reunido hace tres semanas con el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Diego Santilli, la disputa sigue entre la Ciudad y la Nación sigue latente.
De hecho, Pro presionó al Gobierno para que incluyera una cláusula en el texto del Presupuesto 2026 vinculada al reparto de los fondos de coparticipación. Si bien los emisarios de Caputo se oponían a incluir una aclaración para contentar a sus socios, Santilli intervino y acordó con Cristian Ritondo, jefe del bloque de Pro en la Cámara baja, la introducción de un artículo ad doc con tan solo una promesa de que se girarían los recursos pactados con la Corte Suprema de Justicia.
Según el proyecto consensuado, se lo facultaba al jefe de Gabinete “a efectuar las adecuaciones presupuestarias que resulten indispensables” para cumplir con el pago de los fondos de coparticipación acordados entre la Ciudad y la Nación.
Esa concesión a Pro se incluyó en el polémico capítulo XI de la ley de leyes que el oficialismo sometió a debate en el recinto de Diputados durante la sesión del miércoles y que fue rechazado por la oposición en la votación en particular, lo que significó un duro traspié para la Casa Rosada.
Ese apartado del Presupuesto 2026 tenía una importancia vital para Milei y Caputo, ya que, en caso de que el Senado confirme su rechazo y LLA no consiga introducir una corrección, podría poner en riesgo el equilibrio fiscal, el corazón del programa económico de los libertarios.
Además del añadido para conformar a Pro, el capítulo XI, que quedó trunco en Diputados, contemplaba la derogación de las leyes de financiamiento de las universidades y de emergencia en los servicios de discapacidad. Dada la sensibilidad de ambas normas, que ya fueron vetadas por el Presidente y luego insistidas por ambas cámaras del Congreso, el Gobierno sufrió un nuevo desplante de los gobernadores. A pesar de las concesiones, el reparto de cargos en la AGN o los giros de fondos de ATN, diputados que reportan a Carlos Sadir (Chaco), Gustavo Saénz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Rolando Figueroa (Neuquén) o Rogelio Frigerio (Entre Ríos) rechazaron el capítulo más delicado para Milei o se ausentaron en ese momento de la votación en particular.
El capítulo XI también incluía la derogación del actual régimen de subsidios a las zonas frías y la actualización automática de las asignaciones familiares.
Para la Casa Rosada, era muy importante conseguir voltear las leyes de emergencia en discapacidad y el aumento de fondos para universidades. De hecho, en la última cumbre de Milei con los gobernadores en Balcarce 50, fue el propio Santiago Caputo, el principal consejero del Presidente, quien advirtió que el oficialismo necesitaba derogar esas leyes promovidas por la oposición más dura. Cuentan testigos de la charla que Guillermo Francos, quien transitaba sus últimas horas como jefe de Gabinete, quedó disgustado con la intervención del consultor.
En Pro sabían que el Gobierno apostaba a todo o nada por sostener el capítulo XI. Es más: creen que colocó la cláusula de la coparticipación para seducir a los representantes de Pro que dudaban de apoyar la derogación de dos leyes muy sensibles. Por caso, emisarios del oficialismo intentaron hasta último momento persuadir al larretista Álvaro González para que modificara el sentido de su voto y apoyara el controvertido artículo 75, el cual establecía la derogación de las leyes de financiamiento de las universidades y de emergencia en los servicios de discapacidad. Ese apartado no solo contenía la concesión a Jorge Macri, sino una relocalización del financiamiento por $21.300 millones destinados al Poder Judicial, que iba a quedar bajo la órbita del Consejo de la Magistratura.
Finalmente, González se ausentó en el momento de la votación del capítulo XI. Fue el único de los doce diputados de Pro que se desmarcó de LLA.
En el macrismo porteño deslizan que fue un “error” que se incluyera la cláusula sobre la coparticipación de la ciudad en el capítulo XI. Consideran, en cambio, que debería haber sido tratado de manera diferenciada. ¿Exigirán una corrección en el Senado? Ayer, por lo pronto, los alfiles de Pro en la Cámara alta le pasaron factura a Bullrich por el destrato a Ritondo en Diputados. De hecho, ante las quejas de radicales y macristas o aliados provinciales por las polémicas designaciones en la AGN, la jefa del bloque de LLA debió dar marcha atrás y moderar sus expectativas. Si bien logró sacar dictamen de la reforma laboral, los socios del oficialismo le pidieron tratar primero el presupuesto. La chance de que Milei vete el proyecto aprobado en Diputados los puso en guardia.
El plan de Bullrich era tratar la ambiciosa “modernización” laboral el jueves próximo. Pero la accidentada votación en Diputados la obligó a recalcular.
Una pelea de larga data
La discusión entre libertarios y macristas por los fondos de coparticipación arrancó hace tiempo y tuvo varios capítulos. En septiembre pasado, cuando el Gobierno presentó el presupuesto 2026, los macristas se habían quejado de que Milei no incluyó en el proyecto el pago del 1,55% de recursos de coparticipación federal para la Capital, bastión de Pro, que estableció la cautelar de la Corte Suprema de Justicia.
Desde ese momento, presionaron para que haya un compromiso taxativo del Gobierno de Milei en el texto que incluye las proyecciones para el año próximo. En rigor, en septiembre de 2024, la Nación y la administración de Jorge Macri llegaron a un acuerdo en torno a la modalidad de pago de los fondos de coparticipación de la ciudad de Buenos Aires que fueron recortados durante la gestión de Alberto Fernández.
En aquella instancia, Caputo, ministro de Economía de Milei, pactó con el jefe porteño el pago del 1,40% de los fondos por goteo diario y el 1,55%, a través de transferencias semanales. Pese a que Macri y Caputo escenificaron un apretón de manos, el asunto no se resolvió.
Es que es una disputa de larga data. Arrancó luego de que Alberto Fernández recortara los fondos de la Ciudad con el argumento de que Macri le había transferido un excedente de coparticipación a Horacio Rodríguez Larreta cuando traspasó la Policía Federal a la órbita del gobierno porteño, en 2016.
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