La mesa en herradura y una alfombra "espacial": cómo son los banquetes reales en Holanda

Esta noche, Mauricio Macri y Juliana Awadaserán agasajados con un gran banquete en el Palacio Real de Amsterdam, con motivo de la visita oficial que el presidente argentino realiza a Holanda. El primer mandatario y su mujer gozan de un tratamiento exclusivo en los Países Bajos por la excelente relación que tienen con la reina, la argentina Máxima Zorreguieta , coronada como soberana consorte de Holanda cuando su marido, el rey Guillermo-Alejandro subió al trono tras la abdicación de su madre, Beatriz.

En Holanda, los reyes son un símbolo cultural e histórico muy importante, por lo que cada acto que presiden es seguido de cerca por la prensa. Aunque Amsterdam cultiva una imagen de ciudad "cool" que va al frente en las tendencias, tiene su costado conservador y adicto al protocolo. Por eso, la visita oficial de Macri estará teñida de situaciones ultraprotocolares, la más esperada de las cuales es la de esta noche. El banquete tendrá lugar en el Palacio Real, ubicado en el corazón de la ciudad, un edificio que suele llamarse "la Octava maravilla del Mundo". Construido como en 1648 por el arquitecto Jacob van Campen, encargado de levantar otras residencias reales de mucha importancia como el palacio de Huis ten Bosch y el de Noordeinde, actualmente está destinado a cenas de gala, en las cuales los reyes Guillermo y Máxima reciben a sus invitados en el Salón de los Ciudadanos, o Burgerzaal, uno de los más grandes del Palacio, antigua sede de las reuniones de los ciudadanos para discutir los asuntos públicos.

Este Salón cuenta con algunas particularidades: un espacio de techos altos, con una decoración épica a base de mármol y bronce que refleja un universo en miniatura, todo ello vigilado por la figura de Atlas, que carga el peso de los cielos sobre sus hombros. El suelo representa los hemisferios oriental y occidental, como símbolo de la influencia colonial de Holanda. Para los banquetes este piso se cubre con una espectacular alfombra en la que también se contemplan las constelaciones y sobre ella se monta una gran mesa en forma de herradura.

El Palacio Real ha sido siempre el más usado para las recepciones oficiales, aunque hubo excepciones: para la visita del príncipe Alberto de Mónaco, el lugar elegido para el banquete fue el Palacio de Het Loo; para su última gala como reina, el 29 de abril del 2013, Beatriz eligió realizar el banquete en el Rijksmuseum. Pero lo usual es que se celebren en el Palacio Real o en el Palacio de Huis ten Bosch, que se ubica en la ciudad de La Haya y tiene uno de los salones más impresionantes de Europa: el Salón Orange. Este comedor tiene sus techos abovedados y las paredes decoradas con algunas de las mejores pinturas de la Edad de Oro del arte holandés. En marzo del año pasado, el rey Guillermo Alejandro ejerció de anfitrión en este comedor del siglo XVII para los líderes más importantes del mundo en el Nuclear Security Summit..