Las provincias también sufren demoras y reciben menores subsidios que el AMBA, pero cubren la diferencia
En el área metropolitana cada colectivo recibe $1,4 millones, contra $316.000 en el interior, con más pasajeros y gasoil más barato; los gobernadores vienen reclamando que aumenten los fondos
CÓRDOBA.- Esta vez, las cámaras empresarias de transporte de pasajeros decidieron reducir al 50% la frecuencia de los colectivos en el AMBA porque, aducen, sufren retrasos por parte del Gobierno en el pago de los subsidios. En general, sin embargo, las medidas de fuerza se registran regularmente en el interior del país, donde los usuarios pagan más caro el boleto y los subsidios por unidad que reciben las provincias son mucho menores. Es uno de los reclamos que vienen haciendo los gobernadores -de todos los partidos- a la Nación.
También en el interior hay atrasos en los giros del Gobierno, según confirman fuentes empresarias a LA NACION. La compensación la vienen realizando los municipios o las provincias para evitar medidas de fuerza.
La brecha en el reparto de compensaciones por parte de Nación sigue sin resolverse. Cada colectivo que presta servicio en el AMBA recibe -solo por subsidio directo- $1,4 millones, mientras que para cada unidad del interior son unos $316.000. La relación entre cantidad de pasajeros y de kilómetros recorridos suele ser, además, ventajosa en el AMBA.
No son las únicas diferencias: en el AMBA el diésel se paga alrededor de $50 menos el litro ($120 contra, por ejemplo, los $175 que se abonan en Córdoba, que tiene uno de los “mejores” costos del país). Además, el Estado nacional pone la diferencia para los “atributos” como se llaman los boletos especiales, como son los educativos o para jubilados. En el resto del país, una parte se carga a la tarifa y el resto lo ponen administraciones provinciales o municipales.
Este diario consultó al Ministerio de Transporte por el reclamo de los empresarios pero, hasta el momento, no obtuvo respuesta. En el AMBA el usuario paga entre $18 y $21 el boleto (la tarifa está congelada desde 2019), cuando el precio real ronda los $122 según las estimaciones empresarias. Desde agosto aumentaría un 40%. En el interior, el viaje cuesta en promedio unos $50 con muchas ciudades donde supera los $65.
Antes de su renuncia, el exministro de Economía Martín Guzmán rechazó el pedido del ministro de Transporte, Alexis Guerrera, de otorgar más recursos para el interior. El reclamo, impulsado por legisladores de la oposición, es alcanzar los $70.000 millones al año, aunque desde las cámaras empresarias descuentan que será “difícil”. La deducción parte de las declaraciones de la ministra Silvina Batakis, quien se comprometió a reducir el gasto para poder cumplir con las pautas acordadas con el FMI.
El año pasado, la Nación distribuyó $28.000 millones en el interior del país ($20.000 millones estaban presupuestados y $8000 millones que se sumaron después) y para este año se habían pautado $46.000 millones en el presupuesto que no se aprobó. Así que las entregas partieron de la misma base que un año atrás. A fines de junio, Transporte dispuso un aumento del 10% para julio, agosto y septiembre, y 16,9% adicional para octubre. Así, en diez meses, repartirá $36.150 millones.
Hace un año, el massista Guerrera prometió una “ley federal” para equilibrar el reparto de fondos, pero no se avanzó porque no hay recursos suficientes para aumentar los giros al interior. En febrero, el Gobierno anunció que trabajaba para que 32 líneas que solo funcionan en la Ciudad de Buenos Aires pasaran a ser plena competencia de la administración porteña. Los funcionarios del interior del país hicieron notar que la decisión también debía contemplar a 268 líneas del AMBA, de las cuales aproximadamente la mitad unen el conurbano con territorio porteño.
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