Lenguaje corporal: Susana Malcorra mostró gestos de angustia al anunciar su renuncia

Más allá del tono afable del presidente Mauricio Macri y del jefe de gabinete, Marcos Peña, Susana Malcorra mostró varios gestos de angustia e incomodidad durante el breve acto en el que se anunció su salida de Cancillería.

El gesto de "auto confort" de la ahora ex canciller, acariciándose con el pulgar de su mano izquierda su brazo derecho, durante el anuncio de Macri, es un indicador de tratar de calmar la angustia que también se veía con claridad en los micro gestos de sus cejas y labios (a los 24 segundos del video).

Cuando le tocó hablar, Malcorra acomodó los micrófonos a su altura (minuto 5.34). De inmediato dijo que había sido un orgullo representar a la Argentina desde la jefatura de la diplomacia nacional, aunque sus palabras fueron acompañadas por la subida simultánea de sus hombros (5.58), lo que se podría interpretar como que el tiempo no había sido suficiente para alcanzar los objetivos que se había propuesto.

La emoción la embargó cuando mencionó que por razones personales había tomado la decisión de dejar su cargo. Torciendo la boca al hablar, algo que en otro contexto significaría que está muy en desacuerdo con la situación, pero que en este caso se debe a los sentimientos de angustia que siente por estar lejos de su familia.

Para descargar parte de esa angustia, utilizó una lapicera en un gesto que se llama "desvío de tipo". Es una manera de llevar o distraer la atención hacia otro lugar (6.18).

Cuando terminó su primera exposición apretó fuertemente los labios (10.28), demostrando nuevamente angustia. Al hablar de "decidir" tosió. Y cuando ante las preguntas de los periodistas, Peña mencionó el caso Odebrecht, Malcorra se mostró incómoda desde su lenguaje corporal: tosió y buscó un vaso de agua debajo del atril, lo que hizo que Peña desviara su atención hacia ese repentino movimiento de su ex compañera de gabinete (12.26).

Al tener que responder por el posible reemplazo del embajador argentino en Washington, cargo que quedó vacante tras la intempestiva partida de Martín Lousteau a pocos días de la visita del presidente Macri a Estados Unidos, Malcorra volvió al gesto de acariciarse el brazo. Además, la canciller saliente miró para abajo, como evitando enfrentar el tema, cuando se mencionó a la OEA en relación a Venezuela (15.16).

Una nueva señal de tensión de la ex canciller se produjo al explicar y titubear sobre las acciones que tomó el gobierno argentino en el caso Venezuela, intentando enumerar los organismos a los que apeló para ayudar a resolver el conflicto en ese país. "Fuimos a través del Unasur..." y le costo recordar los otros organismos multinacionales.

Marcos Peña demostró incomodidad desde su lenguaje corporal al responder cuestiones de economía doméstica, yendo sus manos en una dirección y su mirada hacia otro, lo que demostraba la incongruencia del momento, ya que la conferencia tenía el propósito de anunciar solamente la partida de Susana Malcorra al frente del Palacio San Martín.

La sonrisa más amplia y genuina fue cuando Malcorra demostró su gran satisfacción porque la noticia de su partida no se hubiese filtrado antes de que ella misma junto al presidente y el jefe de gabinete la dieran a conocer (6.28).

El autor es especialista en comunicación no verbal