Nisman y el atentado a la AMIA desataron la furia presidencial

Faltaba media hora para el final de su último discurso ante la Asamblea Legislativa cuando Cristina Kirchner volvió a hablar en público de Alberto Nisman. Redobló el embate contra el fiscal que la denunció por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA y lo acusó de contradecirse. Arremetió además contra la oposición y la Justicia por su rol frente al ataque terrorista.

"La denuncia debería llamarse Nisman versus Nisman. ¿Con cuál Nisman me quedo? ¿Con el que me acusa de encubrimiento o con el que se dirige a mí reconociéndome todo lo que habíamos hecho y dicho para que yo me presente ante el Consejo de Seguridad?", deslizó irónica.

La última referencia fue para dos escritos hallados en la caja fuerte de la fiscalía de Nisman, firmados por él y revelados por LA NACION hace una semana, en los que el fiscal se dirige al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir que Irán extradite a los ex funcionarios de ese país acusados de planificar y ejecutar el ataque a la AMIA (ver aparte).

Cristina Kirchner apuntó a la "contradicción" entre esos escritos -firmados uno en diciembre del año pasado y otro en enero último- y la denuncia en su contra, que el fiscal radicó el 14 de enero, cuatro días antes de aparecer muerto.

La Presidenta aprovechó el punto para retomar la hipótesis del Gobierno de que Nisman volvió antes de sus vacaciones por Europa en respuesta a una supuesta orden del ex espía Antonio "Jaime" Stiuso para denunciar a Cristina Kirchner. "¿Qué fue lo que pasó desde que el fiscal Nisman se fue de vacaciones y volvió, que en lugar de presentar lo que tenía para presentar en el Consejo de Seguridad presentó la denuncia?", lanzó. "Es un bochorno, una verdadera vergüenza", remató sobre la acusación del fiscal.

Además, por primera vez, dijo "lamentar" la muerte de Nisman "como la de cualquier argentino, cualquier ser humano".

Sumó además una nueva contradicción al discurso oficial cuando dijo que el gobierno de Néstor Kirchner "puso" a Nisman al frente de la fiscalía creada para investigar el atentado y le dio al fiscal "todo lo que pedía".

La referencia a Nisman llegó después del pasaje más tenso del discurso, que la Presidenta dedicó a defender su posición frente al atentado con críticas furibundas a la Justicia, la oposición y a la dirigencia de la comunidad judía.

"Pueden bajar los carteles. Ya los vi. De la AMIA no necesito carteles para hablar. De la AMIA hablo desde 1994", bramó mientras dirigía la mirada a los legisladores de la oposición que habían pegado las consignas "AMIA: apertura de los archivos" y "Comisión investigadora" impresas en hojas A4 delante de sus bancas.

"De la AMIA puedo hablar desde 1996, cuando denuncié a [el ex juez, Juan José] Galeano y a todos los que encubrieron", retomó. Enseguida, acusó a la Corte Suprema de "demorar el inicio del juicio por encubrimiento" y arremetió contra el ex presidente de la DAIA y del Banco Patricios Rubén Beraja. "Vaciador de bancos y encubridor", le dijo.

No hubo reacción de la AMIA, y los dirigentes de la DAIA analizaban anoche si se pronunciarán sobre el discurso. Sí reaccionó Apemia, la agrupación de familiares que levanta las consignas que desataron la ira presidencial. "¿A quién, si no es a la Presidenta, hay que pedirle que abra los archivos secretos que obran en poder del Estado? ¿A quién, si no a ella, hay que solicitar que los legisladores de la mayoría faciliten la discusión para constituir una comisión investigadora?", se preguntó Apemia en un comunicado.