
Hoy tenemos un budincito rápido que hice con medio pan que se había puesto duro. Porque el pan casero, el que hago en la máquina, al no tener ningún componente extraño o mejorador, se endurece más rápido que los otros.
Les cuento cómo lo hice:
Coloqué el pan duro que tenía (300 o 400 grs., lo hice a ojo)en un bol y lo cubrí con leche.
Eché un poquito de esencia de vainilla, ralladura de un limón, media copita de vino dulce y lo dejé allí hasta que se ablandara bien. Luego lo pise con el pisapapas.
Puse una taza de azúcar en la budinera y preparé el caramelo. Lo dejé enfriar. En la alacena encontré un paquete de garrapiñadas.
Medí poco más de media taza, las piqué gruesamente y las volqué en la mezcla de pan, que ya estaba bien blandito.
Agregué una manzana verde rallada y un puñadito de pasas de uva sin semillas ligeramente enharinadas.
En otro bol batí 2 huevos con 6 cdas soperas de azúcar hasta lograr una mezcla clara y esponjosa que integré a la mezcla de pan.
Puse todo en la budinera caramelizada, la apoyé en una fuente para horno que tenía tres dedos de agua y llevé a horno de 160° por 1 hora y 15'.
Lo dejé enfriar y luego, a la heladera hasta el día siguiente, cuando ya lo podemos desmoldar. Sencillito pero infalible.









