La salsa blanca, también llamada salsa Bechamel es una preparación básica de la cocina. Para los vegetarianos que consumen alimentos de origen animal como lácteos o huevos, resulta una gran aliada tanto como espesante de budines como para gratinar verduras o pastas. Pero como el veganismo únicamente utiliza recetas basadas en plantas, los lácteos de la bechamel no son una opción. ¿Existe algún reemplazo? ¿Es posible hacer una salsa blanca vegana que tenga los mismos usos que la tradicional hecha con manteca, harina y leche? Sí, y además, esta receta de bechamel vegana, es apta no sólo para personas veganas sino también para aquellas que son intolerantes a la lactosa. Esta receta de salsa blanca vegana es la que nunca falla.
En una sartén gruesa, pesada y antiadherente (todas se pueden usar, pero estas características ayudan a que la salsa no se pegue al fondo de la sartén) poner el aceite y calentarlo a fuego medio o bajo sin dejar que llegue a hacer humo.
Agregar en forma de lluvia, la harina e inmediatamente empezar a revolver con cuchara de madera o de silicona para tostar la harina y hacer la pasta llamada roux, que es la base sobre la que se hace la salsa blanca.
Cuando está listo el roux, comenzar a volcar lentamente la leche vegetal (a temperatura ambiente o entibiada levemente) y continuar revolviendo constantemente con un batidor de alambre.
Manteniendo el fuego bajo seguir vertiendo la leche vegetal y revolviendo para que no se formen grumos ni se eleve la temperatura de la salsa, durante 30 a 40 minutos. Sí, hay que tener mucha paciencia y disfrutar del procedimiento.
Una vez que la salsa ya está espesa y en el punto deseado, agregarle la pimienta, la sal y la nuez moscada.
Si al terminar la cocción de la salsa blanca vegana se nota que quedaron grumos, se puede resolver fácilmente: poner la preparación en una licuadora y listo.
Con esta salsa blanca vegana también se puede hacer un dip para untar bastones de verduras o panes. Simplemente saborizarla con otras especias o con hierbas frescas.