Inseparables desde hace más de un año, dijeron presente en una muestra
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Aunque elige el perfil bajo, la semana pasada Yvonne Bordeu dijo presente en la inauguración de la muestra fotográfica “Kavanagh”, que Emma Livingston y Ezequiel Díaz Ortiz presentaron en Cora, el café ubicado en el emblemático edificio, y aceptó posar a pura sonrisa y muy bien acompañada. Desde hace más de un año, el corazón de la ex mujer de Mauricio Macri –y madre de sus hijos mayores Ximena, Agustina y Francisco– tiene dueño: se trata de Federico Giménez Zapiola, un consultor publicitario que durante años se desempeñó como director de cuentas, redactor y director de arte en agencias globales como J.Walter Thompson, Ogilvy y Grey. Amante de la historia, las motos clásicas y el jazz, también está divorciado y tiene cuatro hijos (Alejandro, Ruy, Montserrat y Beltrán), que viven en el exterior.
Yvonne es hija del recordado piloto de automovilismo Juan Manuel Bordeu y heredó de su padre la pasión por el campo, compartiendo largas temporadas en La Peregrina, la estancia familiar ubicada en Balcarce. Allí mismo construyó algunos años atrás su propio refugio, La Petrona, donde desconecta de verdad y atesora nuevos recuerdos con sus hijos y su nieto Alfredo (hijo de Gimena y Pablo Siquier, ambos artistas plásticos). Licenciada en Psicología, su amor y conexión especial con los caballos la llevó además a sumarse tiempo atrás al equipo de Coaching con Caballos de Nadine Bell, según ella misma comparte en su cuenta de Linkedin. Este año, por ejemplo, dictó una serie de encuentros formativos en Pilar.
Volviendo a su corazón, al menos públicamente, después de divorciarse del ex presidente, la única relación que se le conoció fue con el empresario Carlos Sánchez, de quien se separó en 2019.



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