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El tarwi, también conocido como lupino es una leguminosa originaria de los Andes que ha sido cultivada desde tiempos prehispánicos debido a sus notables beneficios nutricionales. Este superalimento es altamente valorado por su elevado contenido de proteínas, vitaminas y minerales, convirtiéndolo en una opción ideal para personas que padecen diabetes y anemia.
Uno de los principales beneficios del tarwi es su alto contenido de hierro no hemo, esencial para el transporte de oxígeno en el cuerpo. Aunque el hierro no hemo se absorbe menos eficientemente que el hierro hemo presente en la carne roja, el tarwi contiene compuestos que facilitan su absorción, como la vitamina C y los fitatos. Según un estudio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), 100 gramos de tarwi proporcionan alrededor del 30% del consumo diario recomendado de hierro, lo que lo convierte en una excelente opción para combatir la anemia.
El tarwi no solo es beneficioso para la anemia, sino que también juega un papel crucial en la prevención y control de la diabetes. De acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), este superalimento tiene un bajo índice glucémico y contiene compuestos que pueden mejorar la sensibilidad a la insulina, fundamental para regular los niveles de azúcar en sangre. Además, el tarwi es una excelente fuente de proteínas y fibra, elementos que ayudan a mantener un peso saludable, lo cual es crucial para prevenir la diabetes tipo 2.
Para disfrutar de los beneficios del tarwi, una excelente manera de incorporarlo a la dieta es a través de una ensalada de quinoa y tarwi. Aquí se explica cómo prepararla:
Ingredientes
Instrucciones

