Chicho Serna y los familiares de Pablo Escobar Gaviria, cerca de ir a juicio por narcolavado
La suerte parece estar echada para el exfutbolista de Boca Juniors Mauricio Chicho Serna y la viuda y el hijo del fallecido capo narco Pablo Escobar Gaviria. Un equipo de fiscales solicitó que sea elevada a juicio oral y público la causa en la que son investigados por lavado de activos provenientes del negocio ilegal de las drogas.
Así lo informaron a LA NACIÓN fuentes judiciales. El pedido de elevación a juicio fue presentado por el fiscal federal de Morón Sebastián Basso y su colega Diego Iglesias, que conduce la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). En la investigación también colaboró la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
La decisión ahora queda en manos del juez federal de Morón Néstor Barral, a cargo del expediente. La causa que derivó en la acusación contra la viuda y el primogénito del Patrón del Mal comenzó el 1° de septiembre de 2016, cuando la Procunar recibió de parte del representante de la DEA (la agencia antidrogas de los Estados Unidos) en la Argentina una nota en la que se afirmaba que una organización dedicada al narcotráfico y al lavado de activos investigada en Colombia tenía vínculos con personas físicas y jurídicas "radicadas dentro del territorio argentino".
A principios de mes ya había pedido la elevación a juicio la Unidad de Información Financiera (UIF), que en el expediente actúa como parte querellante.
María Isabel Santos Caballero y Sebastián Marroquín Santos, la viuda y el hijo primogénito de Escobar Gaviria, respectivamente están acusados de "haber efectuado un aporte de naturaleza esencial para el cumplimiento de los objetivos criminales", según se desprende del requerimiento de elevación a juicio presentado por los representantes del Ministerio Público. Una acusación similar tiene Serna.
Según se publicó en el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar, en el requerimiento de elevación a juicio, los fiscales imputaron a "José Bayron Piedrahita Ceballos, un sindicado excapo narco colombiano extraditado a los Estados Unidos; a Mateo Corvo Dolcet, un abogado y empresario argentino, a María de los Ángeles Verta, a María Gabriela Sánchez y Pedro Antonio Ruíz, el haber integrado una asociación criminal de corte internacional que operó en el territorio argentino desde al menos el año 2008, fecha en la que se detectaron las primeras inyecciones de fondos, hasta el pasado 29 de septiembre del 2017, dedicada a poner en circulación en el sistema financiero local bienes provenientes de maniobras de tráfico ilícito de estupefacientes".
Según la acusación de los fiscales, las "maniobras de tráfico ilícito de estupefacientes" citadas fueron protagonizadas por Piedrahita Ceballos.
Los fiscales explicaron en su dictamen que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos describió a Piedrahita Ceballos "como un patrón de organizaciones narcocriminales colombianas y colaborador de la estructura criminal denominada La Oficina de Envigado, la cual, a su vez, mantuvo directa relación" con los carteles de Medellín, Sinaloa y las Autodefensas Unidas de Colombia.
"Se les endilga a Santos Caballero y Marroquín Santos el haber efectuado un aporte de naturaleza esencial para el cumplimiento de los objetivos criminales de la estructura ilícita mencionada, al haber sido quienes durante el año 2007, introdujeron y unieron –en un primer momento– los intereses de Piedrahita Ceballos y Corvo Dolcet con el fin de que se materialicen las variadas conductas de aplicación de fondos de origen ilícito corroboradas en autos, asabiendas de su procedencia vinculada con el tráfico ilícito de drogas".
Según la acusación de los fiscales, "como contraprestación de esa tarea criminal, la viuda y el hijo de Escobar Gaviria, recibieron una suma dineraria que alcanzó, al menos, el 4,5 por ciento del total de la inversión que Piedrahita Ceballos efectuó hasta el día 15 de febrero del 2011. Aproximadamente U$S 101.950, en los emprendimientos inmobiliarios que Corvo Dolcet lideraba".
A Serna, según el pedido de elevación a juicio, se le atribuye haberle entregado a Piedrahita Ceballos "a un precio irrisorio y ficticio los derechos" de un inmueble en un country de zona oeste y dos lotes en otro barrio cerrado.
Las defensas de Santos Caballero, Marroquín Santos y Corvo Dolcet, procesados por Barral (resolución confirmada por la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín) afirman que desconocían el pasado narco de Piedrahita Ceballos. Explicaron que siempre pensaron que era un próspero empresario ganadero colombiano.
Pero a mediados de junio pasado, un narco arrepentido puso aquellas afirmaciones defensistas en duda. Ante el juez Barral y los fiscales Basso e Iglesias aquel "imputado colaborador" contó otra historia.
"Piedrahita Ceballos y Santos Caballero habían estado en una de las tantas reuniones en que se negoció el proceso de paz con la viuda de Pablo Escobar Gaviria tras la muerte del Patrón del Mal, en las que participaron los jefes del Cartel de Cali, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela; Francisco Herrera, conocido como Pacho; José Santacruz, llamado Chepe, y Efraín Hernández", sostuvo el arrepentido.
Y agregó: "El mundo del narcotráfico era muy pequeño y todos se conocían entre sí. Santos Caballero y su hijo estaban al tanto de la relación de Piedrahita Ceballos con el cartel de Cali debido a que la hermana de la viuda de Escobar Gaviria trabaja junto a él".
Sobre Serna, el arrepentido afirmó que el excampeón intercontinental con Boca Juniors fue testaferro de Carlos María Aguilar, conocido como Rogelio. Se trata de un exjefe de la Oficina de Envigado (creada por Escobar Gaviria).
"Desde la Oficina de Envigado se manejaban las cuentas del cobro del narcotráfico. La creó Pablo Escobar Gaviria y luego [de su muerte, el 2 de diciembre de 1993] siguió", dijo el imputado colaborador.
Conocimiento del origen de los fondos
En el requerimiento de elevación a juicio presentado hoy ante el juez Barral, los fiscales afirmaron: "Este Ministerio Público Fiscal está convencido de que los imputados conocían el origen de los fondos aplicados por Piedrahita Ceballos, así como también la vinculación entre este sujeto y una serie de maniobras de tráfico ilícito de estupefacientes desarrolladas desde antaño. Pese a que Marroquín Santos y su madre se expidan en el sentido contrario, ocultándose detrás de una inverosímil ignorancia, que les fue generada por la probidad que caracterizaba el accionar de Piedrahita Ceballos".
Y agregaron: "Las partes han centrado sus descargos en afirmar que Piedrahita Ceballos se presentaba al mundo como un ´próspero ganadero de la República de Colombia´ que desde hacía años dirigía una de las firmas de mayor importancia que se asentaba en la zona de Bajo Caucasia del Departamento de Antioquía. Sin embargo, las pruebas colectadas demuestran con claridad que los imputados estaban al tanto de la vinculación de este sujeto, con maniobras de tráfico ilícito de sustancias estupefacientes".
Para los fiscales, la viuda y el hijo de Escobar Gaviria y Chicho Serna actuaron como intermediarios inmobiliarios y financieros entre el presunto capo narco y Corvo Dolcet.
"Es importante dejar este punto en claro, en tanto en los actos de defensa ensayados por Marroquín Santos, su madre y Serna se han efectuado profundas explicaciones y se han presentado pruebas que no resultan de utilidad para –al menos– contrarrestar el pensamiento de este Ministerio Público, ni afectar la hipótesis criminal que estamos proponiendo. Ya que, como hemos dicho, no es posible que los imputados se refugien tras la pretendida pantalla ilícita que procuraba exhibir Piedrahita Ceballos , pues la precariedad de esa simulación fue sorteada por el conocimiento específico de quienes hoy estamos juzgando", afirmaron los fiscales en el dictamen.
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