Un femicida confesó que ahorcó con una soga a su expareja
Mónica Liliana Cruz, de 38 años, estaba desaparecida desde el viernes pasado en Tristán Suárez, en Ezeiza. Ayer fue encontrada muerta y tapada con una frazada en un descampado de Cañuelas y, por el femicidio, detuvieron a su expareja. El sospechoso confesó haberla ahorcado con una soga, informaron fuentes policiales.
Esta mañana, un grupo de vecinos realizaba una protesta con cortes de calle en la inmediaciones de la fiscalía de Ezeiza a cargo de la investigación.
Voceros policiales y uno de los hijos de la víctima, contaron que de acuerdo a la confesión de su expareja, identificada por fuentes de la investigación como Juan Ramón Silva –que como fue ante la policía por ahora no tiene validez judicial–, dijo que a Mónica le pegó, la ahorcó, la envolvió con una frazada y trasladó el cadáver en un auto.
El acusado además contó que arrojó el cuerpo en ruta 205 y Los Cedros, a la altura de Cañuelas, precisaron los informantes.
Los policías aprehendieron al hombre y se trasladaron hasta el lugar señalado, donde ayer por la tarde hallaron el cadáver de la mujer desaparecida.
Las fuentes consultadas explicaron que el cuerpo estaba boca abajo y tapado con una frazada roja. Para conocer las causas de la muerte los investigadores esperan los resultados de la autopsia. La víctima ya había denunciado a su expareja por violencia familiar y amenazaso.
Fuentes policiales informaron a la agencia de noticias Télam que el hecho ocurrió la noche del viernes cuando Cruz salió de su casa, en la manzana 1 del barrio San Andrés, en Tristán Suárez, y como no regresó, su su madre denunció la desaparición en la comisaría local.
Alan, uno de los hijos de la víctima, contó ayer en el canal de noticias Crónica TV que su madre salió a encontrarse con Silva ya que éste "tenía que darle plata".
"Él le pegó, la ahorcó, la envolvió en una frazada y se la llevó en el auto", afirmó el joven, quien contó que su madre y Silva fueron pareja durante 11 años y tuvieron dos hijos.
Tras la denuncia, personal de la comisaría 2a. de Ezeiza comenzó a buscar a la mujer y a entrevistarse con diferentes testigos, entre ellos, una hermana de Silva, quien dijo que desconfiaba de él.
Según las fuentes, la víctima había denunciado tres veces a Silva: en julio de 2018 por violencia familiar en el Juzgado de Paz de Ezeiza, en marzo de este año por amenazas en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de ese distrito y el 1 de este mes por violencia familiar.
Un grupo de manifestantes, algunos encapuchados, esta mañana cortaron la ruta 205 y su cruce con la calle Chenaut, en una protesta que incluía además quema de neumáticos.
Los vecinos reclaman por el esclarecimiento del crimen de Cruz y además por mayor seguridad en la zona.
La protesta se desarrollaba a metros de la UFI 3 especializada en Violencia de Género de Ezeiza, donde debía ser indagado el único detenido por el femicidio.
Un jefe policial explicó a Télam que la indagatoria podría posponerse para mañana y aclaró que los manifestantes encapuchados que cortan el tránsito y queman neumáticos "no son familiares de la víctima".
Alan, el hijo de la víctima, agregó que "había una restricción perimetral" sobre el acusado pero que éste "se acercaba como si nada" a su madre y sus hermanos.
El joven contó que Silva "no dejaba trabajar" a su madre, "siempre la tenía encerrada en la casa" y que en una ocasión "la quiso ahorcar".
"Mi mamá vivió 11 años de sufrimiento. Él es un psicópata y ella le tenía miedo", agregó.