Empieza el juicio por el rapto y asesinato de Candela Rodríguez

LA PLATA.- Comienza hoy el juicio por el rapto y homicidio de Candela Sol Rodríguez, la chica de 11 años encontrada muerta dentro de una bolsa en Villa Tesei, partido de Hurlingham, luego de permanecer cautiva nueve días, en agosto de 2011. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de Morón juzgará a Leonardo Jara, Hugo Bermúdez y Fabián Gómez por el delito de "privación ilegal de la libertad seguida de muerte".

En un juicio que, se estima, durará al menos seis meses, declararán más de 300 testigos, entre los cuales figuran el ex gobernador Daniel Scioli y el ex jefe de policía provincial, Hugo Matzkin.

La semana pasada, Bermúdez había pedido que se lo sometiera a un juicio por jurados porque, según su abogado, Juan Carlos Rey, no confiaba en los jueces y prefería que lo juzgara "gente común" y que no haya tenido "nada que ver con el caso".

Pero los camaristas del TOC N° 3 rechazaron el pedido por considerar que "no existe motivo fundado para suspender el debate oral" como estaba previsto.

La madre de Candela, Carola Labrador, que será una de las primeras en declarar, tiene previsto pedir la condena a prisión perpetua para los tres imputados. Dos de ellos, Bermúdez y Jara, llegan al juicio detenidos. El único que aún está en libertad es Gómez.

Labrador exigirá que cuando termine este juicio se inicie un segundo proceso por encubrimiento. "Ella estuvo nueve días viva, bien atendida, alimentada, esperando que la salvaran. Y no la rescataron porque hubo una orden para dejar de investigar", advirtió la madre. Además, consideró que tras el secuestro su hija terminó muerta "porque se metió la policía" y "el juez y el fiscal [Marcelo Tavolaro y Alfredo Meade, respectivamente] taparon todo".

El caso

Candela fue vista con vida por última vez el 22 de agosto de 2011 mientras esperaba a unas amigas en su casa para ir juntas a una reunión del grupo de scouts. Nueve días después apareció asfixiada, dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su casa. Una de las hipótesis que se manejó desde el comienzo de la causa fue que se había tratado de una venganza contra Alfredo Rodríguez, padre de Candela, de parte de una banda de piratas del asfalto.