“Hay que darle un buen metrazo”. Las órdenes del ideólogo del ataque al Canal de TV al que L-Gante le mandó una canción a la cárcel
Según la acusación de la Justicia, Nicolás Avalle, alias Pupitio, miembro de la banda de Los Monos preso en el penal de Ezeiza, encomendó el “trabajo” a un sicario de Los Picudos, una organización “tercerizada” que aporta mano de obra criminal

“Escuchá, querés ir a explotar ahora en Canal 3? Explotá ahora en Canal 3. Ahí, como yo te dije, pero le damos bien piola. Le dejamos un cartel bien piola”. El preso que da la orden al sicario de atacar la emisora Televisión Litoral de Rosario, el 12 de diciembre pasado, está detenido en el penal federal de Ezeiza, en Buenos Aires, desde donde, con su teléfono celular, planea el atentado y, además, dos asesinatos. “Sí, tengo todo boludo, tengo todo. Pero hay que darle un buen metrazo. Un buen metrazo”, le explica al sicario, miembro de una banda que hace “trabajos” para Los Monos que hace explícita la intención de acribillar la sede de la empresa periodística con una ráfaga de un fusil automático.
Quien da las órdenes es Nicolás Avalle, un miembro de la banda de Los Monos que carga sobre sus espaldas varias causas judiciales, entre ellas, una por narcotráfico y por el secuestro extorsivo del hijo de un empresario. Él fue, este martes, uno de los destinatarios de los 20 allanamientos que se produjeron en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y el penal de Ezeiza, ordenados por los fiscales Valeria Haurigot, Franco Carbone y Federico Rébola, de la Unidad Especializada de Balaceras.
En la investigación fue clave haber incautado el celular de Avalle en un procedimiento anterior, en la unidad penitenciaria enclavada en territorio bonaerense. Al realizar un peritaje de ese teléfono, los fiscales obtuvieron información detallada sobre cómo se planeó el primer ataque al canal de televisión, que provocó una fuerte conmoción en todo el país, y repudios y reclamos que esta situación violenta se investigara por parte de las asociaciones de medios y periodistas, como Adepa y Fopea.
Además, encontraron otros mensajes incidentales. Como uno que el cumbiero L-Gante le envió, a través de su prima, a Avalle. Es un audio en el que le canta una estrofa de uno de sus temas y se la dedica: “Para vos, Pupito, de parte de L-Gante, Cumbia 420 pa’los negros”.
En octubre de 2021, el cantante había protagonizado una polémica cuando se viralizó una foto en la que se lo ve abrazado a Ariel Cantero, el Viejo, fundador del clan narcocriminal. Luego, subió la apuesta y grabó un brevísimo video en el que le mandó un saludo.

En octubre pasado apareció un cartel en la puerta de otro canal, Telefé Noticias, con una amenaza directa: “Hay que matar periodistas”. Poco más de dos meses después empezaron a sucederse dos ataques a balazos y uno con bomba molotov contra Televisión Litoral, empresa donde funciona Canal 3, Radio Dos y Rosario3, entre otros medios.
“Explotá ahora en Canal 3″, le dijo Avalle el 11 de diciembre a las 21.40 a uno de sus “soldaditos” de la banda de los Picudos, un grupo que terceriza trabajos dentro del mundo mafioso y criminal para Los Monos. Avalle le da la directiva de “darle un buen metrazo”. Es decir, disparar con una ametralladora, que en una escucha previa, de solo unos días antes, le encarga a un soldadito ir a buscar. “Sí, tengo todo boludo, tengo todo. Pero hay que darle un buen metrazo. Un buen metrazo”.
Avalle también le ordenó a uno de sus sicarios que escribiera un cartel con una amenaza que debía dejar después de disparar. “Escuchá, poné así: Esteban Alvarado, Morocho Mansilla y Alan y Lamparita Funes dejen de trabajar con los fiscales y la AIC (Agencia de Investigación Criminal) porque vamos a matar un policía todos los días. Con la mafia no se jode”, es el texto que le pasa el recluso desde el penal de Ezeiza a través de su celular. Esa especie de firma, “con la mafia no se jode”, es la que desde 2018 dejan ante cada ataque los grupos criminales, entre ellos, Los Monos y Alvarado.

La orden de Avalle fue dirigida a otro personaje que se hizo conocido en los últimos episodios violentos y sangrientos en Rosario. Se trata de Juan José Villazón, líder de Los Salteños, quienes están dominaban la venta de drogas en el barrio Los Pumitas, donde el 5 de marzo pasado fue asesinado Máximo Gerez, un chico de 12 años de la comunidad qom que quedó en medio de un tiroteo con ametralladoras, en una disputa por quedarse con los búnkeres que dominaba este clan oriundo del norte.
La muerte de este chico provocó una pueblada en el barrio de Empalme Graneros, que generó que los vecinos destruyeran cinco viviendas donde ellos afirmaban que los Salteños vendían droga y usaban como búnkeres. Esta espiral de violencia aceleró el envío de 300 gendarmes y 100 policías federales, que arribaron a Rosario cuatro días después de la explosión social en el barrio Los Pumitas.
Villazón fue detenido el mismo día del ataque a Canal 3 con un VW Up y se secuestró un arma que se habría utilizado en el ataque a la emisora.
Avalle, conocido en el mundo carcelario y del narcotráfico rosarino como Pupito, le ordenó otra misión a Villazón, además de disparar contra el canal. “Mandame una foto del cartel y si podés un videíto cuando lo estás haciendo. Si podemos un videíto, mejor”, le encomendó Pupito a El Salteño, que un día antes del atentado le respondió: “Dale, listo. Quedate tranquilo”.
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