Investigan a 10 agentes penitenciarios por la fuga de presos en Santa Fe
A las 13.15 los agentes penitenciarios comenzaron a sentir olor a quemado dentro del ómnibus que trasladaba a 13 presos a la cárcel de Coronda. Uno de ellos se acercó para ver qué pasaba en la parte de atrás del colectivo y un grupo de reclusos lo redujo y le sacó la pistola 9 milímetros. Con el arma y en medio de un caos, los presos, que no estaban esposados, protagonizaron una rebelión en plena autopista Rosario-Santa Fe, y le robaron el armamento a otros cuatro efectivos. Hicieron detener el ómnibus y bajaron a la ruta, mientras se enfrentaban con los otros cinco agentes que aún tenían sus pistolas.
En la huida robaron dos autos, un Fiat 147 y un VW Surán color negro, con los que siete de los amotinados se escaparon por un camino de tierra aledaño a la autopista.
Dos presos que quedaron a pie fueron recapturados por la Policía de Santa Fe una hora después. Siete reclusos permanecen prófugos y son intensamente buscados por más de 200 uniformados de la policía santafecina.
La investigación judicial apunta, en un principio, a determinar la responsabilidad y el rol que tuvieron los diez agentes del Servicio Penitenciario que participaban del traslado de los presos, que habrían viajado sin esposas en el ómnibus.
La hipótesis que tomó más fuerza con el correr de las horas es que los reclusos iniciaron una especie de rebelión interna dentro del colectivo, al prender fuego en la parte trasera del vehículo cuando salían de la ciudad de Rosario rumbo a la cárcel de Coronda.
El olor a quemado y el humo motivó, según la versión que maneja el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, a que uno de los efectivos fuera a ver qué pasaba. Un grupo de presos, que no iban esposados, lo redujo y le sacó la pistola 9 milímetros. Con el arma, los reclusos redujeron a otros cuatro agentes, a quienes también les sustrajeron el armamento, y salieron del ómnibus que obligaron a detenerse.
En la ruta los nueve presos, cinco de ellos armados, mantuvieron un enfrentamiento con los otros agentes que aún conservaban sus armas. Uno de ellos resultó herido en el hombro y otro sufrió una herida leve del roce de una bala en la cabeza.
Los presos decidieron robar dos autos, un Fiat 147 y un VW Surán, a automovilistas que detuvieron en la autopista. Siete de los presos lograron huir en los vehículos robados, mientras que dos quedaron a pie, y se escaparon corriendo por una zanja que está al costado de la banquina. Sin embargo, una hora después fueron atrapados. Los siete que se evadieron en los vehículos permanecían prófugos y son buscados por más de 200 efectivos policiales asignados especialmente a esa misión de captura de los evadidos.
Por el perfil de los presos que huyeron se descarta que haya existido un apoyo externo para permitir la fuga. Ninguno de los reclusos pertenece a una banda narcocriminal ni una organización de peso, sino que son personas marginales, con prontuarios abultados.
En un principio las primeras versiones apuntaban a que el colectivo del Servicio Penitenciario, que trasladaba a los presos, había sufrido una emboscada con dos autos. Con el correr de las horas, esta hipótesis perdió fuerza. El fiscal Marcelo Maximino, quien interviene en la investigación, confirmó que la emboscada "no era la principal hipótesis" de cómo se había desencadenado la fuga.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, afirmó a LA NACIÓN que "por ahora la causa de la fuga de los presos habría sido una negligencia de los efectivos del Servicio Penitenciario".
Y agregó: "Lo que se investiga es si los presos se zafaron de las esposas o no estaban esposados". , El funcionario santafesino aseguró que por mes se realizan más de 3000 traslados de esas características sin mayores inconvenientes.
Un automovilista, que fue testigo del hecho, dijo a la radio Aire de Santa Fe que vio a uno de los presos disparando con dos pistolas agazapado detrás del colectivo contra uno de los agentes, que junto con otro compañero, resultaron heridos, uno de ellos en el hombro.
Ángel, el testigo que habló con la radio santafesina, llamó al 911 para avisar lo que estaba sucediendo al mediodía en la autopista y dijo que observó a siete presos, por lo menos, escapándose por una zanja que está junto a la banquina de la ruta.
El Fiat 147 fue encontrado durante la tarde en la zona sur de Rosario, en jurisdicción de la seccional N°30. Del otro auto aún no había rastros.
Los presos que fueron recapturados minutos después de la emboscada fueron Carlos Andrés D’Angelo, de 33 años, con condena confirmada como parte de la banda que mató en un asalto al comerciante de Granadero Baigorria Edgardo Giménez; y Leandro Ubaldo Cabalié, de 33 años, detenido por homicidio.
Entre los que aún se mantienen prófugos está Alberto Quiroz, un cordobés que cumple una condena a 13 años y 4 meses de prisión como confeso autor del crimen en ocasión de robo del taxista Hugo Camilo, que fue en enero de 2015 en la zona de Circunvalación y Baigorria. Otro evadido es Mariano Ezequiel Cardozo, condenado a 14 años de prisión por el crimen del vendedor de huevos Luis Orlando Segovia, que fue cometido en 2008 en barrio Tío Rolo.
También se encuentra prófugo Hugo Peralta, quien carga sobre sus antecedentes otra fuga de la cárcel de Pérez en octubre de 2017. Fue recapturado un mes más tarde en Rosario.