Quiénes podrían visitar a Cristina en prisión y con qué frecuencia, según lo que marca la ley
La expresidenta comunicó que el miércoles próximo se presentará en los tribunales de Comodoro Py
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La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner confirmó hoy que el miércoles próximo se presentará en los tribunales de Comodoro Py, en Retiro, “para estar a derecho” después de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmara la pena a seis años de prisión por la causa conocida como “Vialidad”. Y también explicó los motivos por los que su defensa solicitó la “prisión domiciliaria”.
Pero, ¿si el Tribunal Oral Federal porteño (TOF) N° 2, que estuvo a cargo del juicio, no hace lugar al pedido de la expresidenta y es enviada a cumplir la pena a una unidad o dependencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF) quiénes podrían visitar y con qué frecuencia a Fernández de Kirchner?
El régimen de visitas a las personas detenidas está reglamentado en la ley 24.660, donde se fijaron las normas de la ejecución de la pena.
En el artículo 158 de la citada norma se establece que “el interno tiene derecho a comunicarse periódicamente, en forma oral o escrita, con su familia, amigos, allegados, curadores y abogados, así como con representantes de organismos oficiales e instituciones privadas con personería jurídica que se interesen por su reinserción social. En todos los casos se respetará la privacidad de esas comunicaciones, sin otras restricciones que las dispuestas por juez competente”.
En el artículo 160 se explica que “las visitas y la correspondencia que reciba o remita el interno y las comunicaciones telefónicas se ajustarán a las condiciones, oportunidad y supervisión que determinen los reglamentos”.
En el artículo 162 de la citada ley se establece que “el visitante deberá respetar las normas reglamentarias vigentes en la institución, las indicaciones del personal y abstenerse de introducir o intentar ingresar elemento alguno que no haya sido permitido y expresamente autorizado por el director. Si faltaren a esta prescripción o se comprobare connivencia culpable con el interno, o no guardare la debida compostura, su ingreso al establecimiento será suspendido, temporal o definitivamente, por resolución del director, la que podrá recurrirse ante el juez de ejecución o el juez competente”.
Y en el artículo 166 se afirma que “el interno será autorizado, en caso de enfermedad o accidente grave o fallecimiento de familiares o allegados con derecho a visita o correspondencia, para cumplir con sus deberes morales, excepto cuando se tuviesen serios y fundamentados motivos para resolver lo contrario”.
Dos veces por semana
Una calificada fuente penitenciaria explicó a LA NACION: “Los internos reciben visitas dos veces por semana. Las visitas son las personas autorizadas por el tribunal o por el SPF”.
En cambio, si a la expresidenta le conceden el beneficio de la prisión domiciliaria, la situación es totalmente distinta. “Excepcionalmente, te ponen pautas de conducta. Pero la prisión domiciliaria, lisa y llanamente, significa que estás en tu casa donde tenes prohibida la libertad ambulatoria”.
Cualquier controversia sobre las visitas debe ser resuelto por el juez que esté a cargo de controlar la ejecución de la pena del condenado.
El juez Jorge Gorini, integrante del TOF N°2 y magistrado a cargo del control de la ejecución de la pena, iba a comenzar el lunes próximo una licencia de una semana, pero finalmente decidió suspender el viaje que tenía previsto.
“El martes, cuando el triunvirato títere que funge como ficción de Corte Suprema de Justicia cumplió la orden de proscripción del poder económico contra mi persona, poniéndole un cepo al voto popular, mis abogados presentaron ante el Tribunal Oral N°2 solicitud de detención domiciliaria en mi casa, en el barrio de Monserrat [segun el mapa oficial de la ciudad es el barrio de Constitución]. No se trata de un privilegio. Por el contrario, obedece a estrictas razones de seguridad personal“, sostuvo la expresidenta en hoy en una publicación en su cuenta de X.
Entonces, Cristina primero habló de “motivos institucionales” para estar detenida en ese departamento de Constitución, donde ahora hay vigilias de militantes y que tiene un balcón por el que la jefa del Partido Justicialista (PJ) sale a saludar cada tanto durante el día.
“Fui presidenta durante dos períodos consecutivos y, de acuerdo a la normativa vigente, debo contar con custodia de por vida. Es obligatoria y no puedo sustraerme voluntariamente de ella. Dicha custodia obedece a los riesgos a los que se ven expuestos quienes han desempeñado la primera magistratura", marcó.
Después, dijo que a esta cuestión se suma otro motivo “verdaderamente más grave” y “definitorio” para la resolución que debe tomar el tribunal. “El 1 de septiembre de 2022, cuando desempeñaba la vicepresidencia de la Nación, fui objeto de un intento de magnicidio durante la sustanciación de la etapa final del engendro político-electoral conocido como Vialidad, que culminó este martes con ‘el fallo que sí salió’“, indicó sobre aquel día en que Fernando Sabag Montiel (detenido) gatilló un arma en su cabeza camuflado entre seguidores K que iban a alentarla por su situación judicial a otro de sus domicilios, este en Recoleta.
“El gravísimo intento de asesinato no alcanzó a consumarse. ‘La bala no salió’ por un verdadero y auténtico milagro, que siempre agradeceré a Dios. Se conocen y están siendo juzgados los autores materiales del hecho, pero el Partido Judicial no ha querido avanzar respecto de los autores intelectuales y los apoyos económicos", se quejó la expresidenta sobre el devenir de la causa que investiga a quienes quisieron matarla.
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