Video: se hacían de $2.000.000 mensuales clonando tarjetas de débito y crédito

Llegaron a la Argentina desde Brasil 18 meses atrás. Estudiaban carreras universitarias, hacían turismo por el país y, casi todas las noches, salían a cenar a restaurantes de Puerto Madero y Palermo. También, con frecuencia, iban a bailar. El dinero no era un problema para ellos. Por mes, en promedio, tenían ingresos por $2.000.000. Nada legal. La fortuna la hacían haciendo extracciones en cajeros automáticos después de haber clonado tarjetas de crédito y débito.

La banda, integrada por tres mujeres y cuatro hombres, todos de nacionalidad brasileña, fue desbaratada por detectives de la Prefectura Naval después de un año de investigación. En poder de los delincuentes se secuestraron 100 tarjetas, elementos utilizados para su clonación, más de $100.000 pesos y billetes de moneda extranjera.

La investigación, delegada en el fiscal Anselmo Castelli e instruida por la jueza en lo criminal y correccional porteña Alejandra Alliaud, comenzó hace un año después de una denuncia hecha por el Departamento de Análisis de la firma Red Link.

"Estamos orgullosos de haber podido detectar el modus operandi de la banda y la manera en la que operaba. Desde hace tiempo venimos discutiendo con las entidades bancarias la necesidad de terminar con las bandas magnéticas porque constituye un problema para ellos y para la gente. El chip es más seguro y no es fácil de clonar y eso sirve para proteger el dinero de las personas", sostuvo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa donde dio detalles de la investigación.

Bullrich estuvo acompañada por el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco; el director Nacional de Investigaciones, Rodrigo Bonini; el jefe y subjefe de la Prefectura Naval, Eduardo Scarzello y, Hugo Ilacqua, respectivamente, y el suprefrecto Gonzalo Catanzariti, a cargo del Departamento Cibercrimen de la fuerza.

Según fuentes del Ministerio de Seguridad, los sospechosos hacían extracciones de dinero en cajeros automáticos de Puerto Madero y de la provincia de Buenos Aires con tarjetas de crédito y de débito que ellos mismos clonaban.

"Por el nivel de vida, los gastos que hacían y los comprobantes de extracciones que secuestramos suponemos que, en promedio, se hacían de un botón de $2.000.000 por mes", afirmó a LA NACION una fuente de la investigación.

El informante explicó que los especialistas en clonación aprovechaban para operar en los cajeros automáticos durante la madrugada.

"En horarios con poco movimiento aprovechaban para instalar en los cajeros automáticos dispositivos para grabar y copiar los datos de las bandas magnéticas y las microcámaras para grabar el pin número de los clientes. Como cada uno de los sistemas tenía un registro horario, vinculaban los datos del pin numérico con lo de la banda magnética y después los ingresaban en las tarjetas que ellos hacían", explicó un detective que participó desde el inicio de la pesquisa.

En la conferencia de prensa, Bullrich aconsejó que las entidades bancarias implementen la los chips en las tarjetas de crédito y débito y la constante vigilancia mediante cámaras de seguridad para evitar la colocación de los dispositivos de clonación.

"Estas bandas actúan en los países donde el sistemas de seguridad se ven vulnerables y donde todavía las tarjetas de débito o crédito funcionan con bandas magnéticas", dijo una fuente de la Prefectura Naval que participó del denominado Operativo El Clon.