Tras los robos, subastarán camisetas de Boca y River para ayudar a una iglesia

La denuncia de la sucesión de robos en un centro parroquial ubicado en el barrio El Lucero, en la localidad bonaerense de Rincón de Milberg, conmovió a la sociedad. Y dos exfutbolistas de River y Boca, vecinos de esa zona del partido de Tigre , acercaron dos camisetas de esos equipos, firmadas por los planteles actuales, para reemplazar parte de lo perdido con el dinero que podrá ingresar en ese local de Cáritas tras la subasta de las casacas.

El padre Agustín Espina, párroco a cargo de ese centro comunitario, organizó la subasta de las camisetas de Boca y River, entregadas por Rolando Schiavi y Fernando Cavenaghi, firmadas por todos los jugadores que participarán mañana en el final de la Copa Libertadores . El objetivo es que la recaudación de fondos permita volver a poner en funcionamiento los talleres del Centro de Cáritas Santísima Trinidad, para seguir atendiendo las necesidades de los 60 niños que asistían diariamente a ese centro parroquial.

En el último robo, ocurrido el domingo 4 de noviembre, no solo fueron robadas las computadoras utilizadas para clases de tecnología, además de los materiales usados en los talleres de arte, deporte, tejido y cocina, sino que los ladrones también destrozaron parte de las instalaciones.

El caso fue expuesto por LA NACION en su edición del 8 del actual, cuando se consignó que ese centro parroquial había sufrido 11 robos en los últimos dos años.

Con la colaboración de los exfutbolistas Schiavi y Cavenaghi, en Mercado Libre se podrá participar de la subasta de las camisetas firmadas por todos los jugadores del plantel de Boca y de River. El sacerdote Agustín y su equipo de 40 voluntarios invitaron a participar de ambas subastas al ingresar en www.mercadolibre.com.ar y buscar "Camiseta [River] [Boca] Copa Libertadores firmada Cáritas Tigre".

"Agradecemos este gran gesto que tuvieron estos dos genios. Estamos muy contentos por lo que se está dando y ojalá la gente nos acompañé", dijo el párroco Espina en una conversación con LA NACION.

"Tanto el Flaco como Fer son papás de catequesis y participan de la parroquia, a Fernando lo conozco por el colegio de acá del barrio y al Flaco por su hijo, también por catequesis. Cuando les conté la idea de hacer una subasta se prendieron enseguida, tenían muchas ganas de ayudarnos", contó el sacerdote que se puso al frente del reclamo vecinal de mayor seguridad.