
Abuso
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Ayer, Agustín Chiminelli se sentó en el banquillo de los acusados para comenzar a ser juzgado por el homicidio de María Alejandra Abbondanza, la mujer de 38 años que en septiembre de 2022 fue asesinada y cuyo cuerpo fue calcinado en Campana. Cuando la fiscal Ana Laura Brizuela presentó los lineamientos de la acusación, también le imputó el abuso de dos jóvenes, ataques sexuales que habrían ocurrido en su casa, ante el conocimiento de sus padres.
Así lo informaron a LA NACION fuentes que presenciaron la primera audiencia del juicio a cargo del (TOC) N°2 de Zárate-Campana, integrado por los jueces Lucía María Leiro, Daniel Rópolo y Mariano Aguilar, magistrados que el mes pasado condenaron a la pena de 19 años de cárcel a Claudio Contardi, exmarido de la modelo y conductora Julieta Prandi.
“La fiscal Brizuela le imputó a Chiminelli el abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de personas del que fueron víctimas dos jóvenes con las que mantuvo, en diferentes momentos, una relación sentimental”, explicaron las fuentes consultadas.
El agravante “de la participación de personas” se fundamentó en que los abusos habrían ocurrido en la casa de Campana donde vivía Chiminelli y con el conocimiento de sus padres, Liliana Sánchez, de 67 años, y Carlos Rubén Chiminelli, de 72.
“Todo indica que las víctimas de los abusos, en medio de los ataques sexuales, pedían ayuda y esa situación no pudo haber sido desconocida por los padres de Chiminelli, que estaban en una habitación contigua. No podían desconocer lo que sucedía”, afirmaron las fuentes consultadas.

El joven, de 27 años, y sus padres, llegaron a juicio por su presunta participación en el homicidio de Abbondanza, de 38 años.
La víctima desapareció a las 17.30 del 16 de septiembre de 2022. Su búsqueda comenzó esa misma tarde. Su hija, que ahora tiene 18 años, le pareció extraño que su madre no volviera, nunca tardaba demasiado en el paseo de su perro. La familia hizo la denuncia.
Todo se precipitó en horas de la madrugada siguiente. Eran las 5 del 17 de septiembre de 2022 y la familia de Abbondanza estaba en la puerta de la casa cuando apareció el perro.
“Enseguida se pensó que ella podía estar cerca porque el perro, de otra manera, no hubiese podido volver porque no sabía el camino”, recordó Hugo Tomei, abogado que representa a la familia de la víctima.
El perro no tenía puesto el pretal y tenía manchas hemáticas. Entonces, los investigadores hicieron un análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad privadas y de la Municipalidad de Campana y encontraron una grabación de Abbondanza en el momento en la tarde de su desaparición, cuando ingresó en la casa de la familia Chiminelli.
La Justicia dispuso un allanamiento de urgencia en el domicilio de la familia Chiminelli. Cuando abrió la puerta, Sánchez intentó explicar que en su casa no había pasado nada, pero el personal de la policía bonaerense a cargo del operativo, apenas ingresó, observó manchas de sangre.
En una primera inspección en la planta baja no se encontró nada. Pero cuando los uniformados subieron al primer piso, donde había un quincho, encontraron partes de un cuerpo carbonizado. Se trataba de restos óseos de Abbondanza.

Los detectives policiales y judiciales volvieron a hacer un análisis de filmaciones de cámaras de seguridad y encontraron grabaciones de cuando Agustín Chiminelli, a las 4 del 17 de septiembre de 2022, salía de su casa con el perro de la víctima y bolsas en su mano.
Entonces se hizo una búsqueda por la zona. En un terreno baldío, la policía bonaerense encontró el pretal, la correa y la ropa de la víctima, que tenía manchas de sangre. Y en un tacho de basura halló una bolsa con una mancuerna, un buzo y una toalla.
En la autopsia solo se pudo analizar el cráneo y se determinó que tenía una fractura.
Agustín Chiminelli, de 27 años, llega a juicio acusado de "homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre en perjuicio de una mujer, mediando violencia de género y por el vínculo". Sus padres están imputados de ser coautores de un homicidio criminis causae como coautores.
“Más allá de la imputación con la que llegó a juicio, no existía un vínculo sentimental entre el sospechoso y la víctima”, afirmó Tomei.
Ayer, en la primera audiencia del juicio, además de los lineamientos presentados por la fiscal Brizuela y por las defensas oficiales de los tres acusados, declararon como testigos los familiares de la mujer asesinada.




