Activar la creatividad. Qué hacen por estas horas las familias para ahorrar en las compras navideñas
La alta inflación obliga a cuidar el bolsillo durante estas fiestas; se multiplican las ideas para celebrar, regalar y agasajar con un presupuesto acotado
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Judith Verónica El Ali tiene 50 años, vive en el barrio porteño de Villa Mitre y está detrás de los descuentos para no caer en grandes gastos esta Navidad. Este año lo pasa en casa de una amiga donde se reúnen las familias de las dos, “somos unos 15 adultos y unos 10 chicos, entre niños y adolescentes”, cuenta. Su estrategia para las compras de la cena de Nochebuena y de Año Nuevo fue aprovechar los precios de los mayoristas y de los grandes supermercados. “Este año fui al mayorista que tengo cerca de casa en Villa Ortúzar, aunque no encontré grandes ofertas, ya que, en algunos productos, en el supermercado chino cercano tienen mejores precios, otras cosas sí me resultaron convenientes”, aclara. Aunque reconoce que lo que implementó para esta Navidad, y que hace desde hace algunos años, es esperar las ofertas del fin de semana de los supermercados con entre el 70 y el 80% de descuento. “Eso es lo que más me conviene”, aclara.
Respecto a la cena familiar de Nochebuena recuerda que, cuando era más chica todos se reunían en la casa de sus padres, “uno traía el postre, otro algo para brindar y mi papá ponía todo para la cena. Pero esto hoy ya no pasa”, asegura. “Para mañana cada uno lleva algo para compartir, lo que tiene ganas y lo que puede”, aclara. Sin embargo, advierte que, entre todos, se ponen de acuerdo para que haya un orden mínimo, de manera que la mesa sea lo más surtida posible. “No puede haber tres ensaladas rusas y ni un matambre, así que nos ponemos de acuerdo dentro de las posibilidades económicas y del tiempo para cocinar que tiene cada uno”, explica. Para el momento del brindis, todos llevan algo, desde un turrón, maní, un budín, “está quien puede llevar una sidra o quien lleva un champagne, el que puede compra un pan dulce de panadería o si no puede tanto compra unos turrones”, asegura.
En cuanto a los regalos para el arbolito, cada uno de los adultos que se reúnen les compran algo a sus hijos, “solo se les regala a los chicos, los adultos no nos regalamos nada, pero de esto ya hace un par de años, desde que vino aumentando todo. El problema económico no es nuevo y hay otros gastos que cubrir por eso nos manejamos de esta forma”, sostiene.
Diseños caseros
En plan de no gastar de más, Susana Scattini, productora y pastelera, que vive en Villa Crespo y tiene 56 años, se las ingenió para hacer algo con sus propias manos para que a nadie le falte un regalo esta Navidad. “Siempre me gustó regalar y más aún en estas fechas”, dice Susana que festejará con toda su familia, en total unas 20 personas. “Para los adultos y también para los chicos opté por hacer panes dulces y cookies navideñas caseros que pongo en frascos o latas navideñas que compré en los bazares del barrio de Once. Es un regalo que se aprecia mucho para disfrutar al día siguiente en el desayuno navideño”, explica. Y cuenta que le resultó difícil encontrar los insumos de pastelería a buen precio, “elegí comprar los productos con 80% off en los grandes supermercados que, por ejemplo, todavía ofrecen la manteca en esas promociones y es un producto con un valor que se fue por las nubes”, dice. Susana considera que en momentos duros, donde todo sube todos los días, lo importante es activar la creatividad. “Otra decisión fue no imprimir más tarjetas, hice un diseño para mandar por Whatsapp, lo que, además, es más ecológico”, añade.
En cuanto a los más pequeños de la familia, su hija y sobrinas, buscó muy buenas opciones de regalos, también en Once, comprando al por mayor. “No piso un shopping ni loca. Y, como las bolsas también están bastante caras, opté por unificar los envoltorios con papel madera”, cuenta. También pudo renovar los adornos del árbol navideño con las promociones de último momento de un 80% off. “Fue genial esperar los descuentos e ir a comprar mayorista, realmente la cantidad de dinero que uno puede ahorrarse es increíble”, señala.
Respecto a la cena, por lo general, su familia se inclina por opciones frías de carnes y ensaladas. “Los postres, como siempre, los hago yo, como el clásico Rogel y los helados de frutas y, para achicar costos, este año vamos a hacer la limonada tradicional y con frutos rojos. Las gaseosas están carísimas y no son saludables, así que empezamos a eliminarlas”, subraya. Aclara que cada uno colabora con algo, ella con los dulces, su cuñado lleva los vinos y el champagne, sus hermanas las ensaladas y su madre se ocupa de la carne.
“Compré unos 20 días antes el peceto para hacer el vitel toné y las latas de atún, pero esto lo hago todos los años porque después no se consigue y porque lo aumentan para las fiestas”, dice Sofía, de 48 años, de Parque Patricios, que se reúne con su familia de 6 adultos y dos niños. Y aclara que, con el tema regalos, “este año se decidió que fueran solo para los más chicos, cada adulto le compra algo a los pequeños de la familia”, asegura.
Padres, tíos y abuelos, en modo ahorro
Los juguetes suelen llevarse gran parte del presupuesto de padres, tíos y abuelos en esta época. Para hacer frente a los gastos en un contexto de inflación alta, muchas familias se organizan y se ponen de acuerdo en juntar dinero para que a los pequeños no les falta ese juguete que tanto esperan recibir de Papá Noel; otros optan por regalos para compartir entre hermanos o algún obsequio individual, pero de valor reducido.
Particularmente este año, los juguetes aumentaron en un 110% en promedio respecto al año pasado y desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), observan distintas estrategias por parte de los consumidores para reducir costos. En ese sentido, Julián Benítez, gerente de Relaciones Institucionales de la CAIJ, advierte dos tipos de estrategias. “Por un lado, los consumidores que no están bancarizados o que tienen las tarjetas comprometidas, adelantaron las compras de juegos y juguetes durante los primeros 10 a 15 días del mes pagando en efectivo. Este tipo de compras responde a un ticket promedio de $4500″, señala. Por otro lado, sostiene que durante esta semana se empezó a verificar una mayor afluencia de consumidores a los comercios de barrio y cadenas de jugueterías aprovechando las promociones de los diferentes bancos “Aunque vemos que se buscan alternativas porque hay mucha dispersión de precios. Los artículos más económicos son los que se esperan vender en mayor volumen y en base a observaciones del comportamiento del consumidor en locales se pudo notar que se compran artículos para que sean compartidos entre hermanos y hermanas, como, por ejemplo, juegos de mesa”, explica.
En cuanto al volumen de compra, Benítez sostiene que, si bien el número final va a estar disponible a último momento porque muchas compras terminan de definirse incluso mañana mismo, se observa una caída del 10% en unidades vendidas.
Según su experiencia en estos días, Hernán, socio gerente de la juguetería Cresko, asegura que las familias están eligiendo por sobre todo aquellas promociones importantes como el 2x1 en peluches. “En muchos casos acumulan más de dos promociones para alcanzar el envío gratis y lo abonan en seis cuotas sin interés”, dice.
Además, cuenta que durante el último mes se notó el incremento de las compras de mochilas. Si bien sostiene que, se trata de un producto suele tener su pico en enero y febrero, esta Navidad, las familias priorizaron regalar productos prácticos, a los cuales los niños le den uso.
Por su parte, Juan Ignacio García, titular de Turby Toy, fábrica de juguetes de más de 50 años en el mercado -que además tiene una juguetería en Villa Lynch, en el partido de San Martín-, asegura que la novedad de este año es la compra del consumidor final, algo inusual porque suelen vender a mayoristas y jugueterías de barrio. “Hoy tuvimos muchísimas de estas ventas porque la gente busca precios exhaustivamente. Otra estrategia de las familias es regalar sets deportivos que pueden compartir entre varios hermanos como un set de pelota y copa del Mundial de Qatar, o un juego de arco y pelota o una cancha de vóley. En cuanto a los regalos individuales, este año salen mucho los tickets bajos, no se compran regalos de $70.000 o $80.000 sino más bien son de un promedio de $8.000 a $10.000″, detalla.
Para los adultos, una estrategia siempre vigente, y más en épocas de bolsillos flacos, es el amigo invisible que se organiza entre quienes participan de la cena de Nochebuena, y gracias al cual cada uno recibe un presente. Sin embargo, esta vez muchas familias decidieron cuidar los bolsillos al máximo y que solo los niños reciban un presente.
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