Coronavirus en la Argentina. El niño de 4 años que falleció el fin de semana ya presentaba otras afecciones

La mañana del pasado viernes 10 de julio, un niño de 4 años entró al Hospital Municipal Materno Infantil de San Isidro. No era la primera vez que los médicos lo veían: se trataba de un paciente conocido, que ya había sido internado en otras ocasiones.Pero ese día llegó con dificultad para respirar y un cuadro de neumonía. Pocas horas después hizo un paro cardiorrespiratorio y falleció. Dos días después dio positivo el hisopado que le habían hecho ese día para saber si tenía coronavirus.

El niño ya era paciente del Hospital Materno Infantil de esa ciudad bonaerense. Allí se estaba analizando si tenía Síndrome de Prader-Willi, un trastorno genético poco frecuente que provoca problemas físicos, mentales y conductuales. Una de las características más importantes de este síndrome es una sensación constante de hambre que suele comenzar a los 2 años de edad.

"Las personas con síndrome de Prader-Willi quieren comer de manera constante porque nunca se sienten satisfechas (hiperfagia) y suelen tener problemas para controlar el peso. Muchas de las complicaciones del síndrome de Prader-Willi se deben a la obesidad", se explica en la web de Mayo Clinic, una entidad sin fines de lucro líder mundial en atención médica, investigación y educación.

De acuerdo con un informe presentado por el municipio de San Isidro, el niño presentaba "obesidad mórbida, retraso madurativo, dislipemia, hipertensión arterial, apneas nocturnas, por lo cual utilizaba cpap".

CPAP (Continuous Positive Airway Pressure) o presión positiva continua en la vía respiratoria es un sistema mecánico que se usa para quienes tienen apneas nocturnas. Tiene un compresor que genera un chorro de aire, un tubo y una mascarilla que se ubica en la nariz o la boca.

Comorbilidades

El niño tenía dos de las comorbilidades que más presentaron los pacientes fallecidos por coronavirus en la provincia de Buenos Aires: hipertensión arterial y obesidad. Además, ya le habían hecho tomografías que evidenciaban agenesia del septum pellucidum. Esto significa que no tenía formado el tabique triangular que separa las astas anteriores de los ventrículos laterales, que se encuentran en el ángulo que forman el cuerpo calloso y el trígono. También tenía ensanchamiento de espacios subaracnoideos, una parte del sistema nervioso central por el cual circula líquido cefalorraquídeo.

El viernes 10, mientras estaba internado en el Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del Hospital Materno Infantil de San Isidro, hizo un paro cardiorrespiratorio, que a pesar de las maniobras médicas no se pudo de revertir.

Ese día le habían realizado la toma de hisopado para Covid-19, pero falleció sin saber que le había dado positivo. Anteayer se conocieron los resultados. Por eso fue agregado recién el día 12 al listado de pacientes fallecidos por el virus en el parte diario del Ministerio de Salud de la Nación.