
Cuatro argentinos famosos evocan su infancia, que fue ayer nomás
Un médico, un cómico, una política y un futbolista cuentan cómo eran de chicos
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Un científico, un artista, una política y un deportista evocan sus primeros años de vida para La Nación y sus lectores.
En el Día del Niño cuentan anécdotas de cuando eran chicos, cuáles eran los juegos y juguetes que preferían en su infancia y cómo llegaron a ser lo que son.
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Teodoro Puga, presidente del Consejo del hospital Garrahan y uno de los pediatras argentinos más reconocidos en el mundo, tiene 71 años cumplidos, pero no hace mucho que fue niño. El se refiere a su infancia como si hablara de lo que hizo la semana última.
"Demístocles Mastrostefano", dice de pronto. "Ese era el nombre del portero griego del colegio", explica. Sin embargo, su memoria flaquea cuando quiere encontrar su primer recuerdo: "No sé, tal vez sea mi mamá tocando un vals en el piano".
Su infancia perteneció al campo y a Darregueira, ese "pueblo de tierra" del sur de la provincia de Buenos Aires donde vivió sus primeros diez años. El pequeño Teodoro, con sus pantalones cortos, escuchaba los partidos de fútbol en una radio a galena -anterior a las válvulas y a los transistores- y jugaba a ser José Manuel Moreno o Adolfo Pedernera con una pelota de trapo.
"Los chicos, entonces, éramos así. Cazábamos pajaritos con una honda y buscábamos huevos en los nidos", cuenta. Muchos años después, Puga, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, sería secretario de Salud de la Municipalidad de Buenos Aires y presidente de la Asociación Argentina de Pediatría.
La lista de juegos y juguetes de una "infancia feliz", tal como la describe Puga, es interminable: el trompo, la escondida, la mancha, la payana, el monopatín, las bolitas, el balero... pero, sobre todo, la pelota.
Y fue precisamente a esa infancia, extendida al resto de los niños, a la que dedicó toda su vida profesional. Interrogado sobre las razones que lo inclinaron a elegir la pediatría frente a otras especialidades, se limitó a guardar silencio. Agarró un papel en blanco y comenzó a doblarlo. Un minuto después la hoja se había transformado en una paloma que movía las alas cuando se le tiraba de la cola. Esa era la explicación.
-Tendría que ver la cara que ponen los chicos cuando les regalo esto.
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Justamente hoy Carlitos Balá cumple 75 años. Y aunque ya quedaron lejos aquellos días en que saludaba a la teleplatea infantil con sus clásicos gestitos de idea, el hombre se siente "un kilo y dos pancitos". También sigue llevando el pelo como hace 45 años y sigue divirtiendo a los más chiquitos desde el circo que lleva su nombre, en Quilmes.
Quizá por todo eso, asegura que se mantiene tan niño como en aquel entonces. Quizá también porque, en definitiva, hace lo que siempre soñó, desde que era niño. "A los seis años yo ya quería ser artista", recuerda ahora. Y aunque asegura que la timidez era su peor enemiga, Balá se acuerda de cuando a esa edad ya divertía a sus compañeritos de colegio, haciendo de payaso.
Sin embargo, tuvo que esperar hasta los 30 para debutar en el papel que quedaría para siempre en la memoria de los que hoy tienen entre 25 y cuarenta y tantos años. "Debuté en Radio Splendid, con Aldo Camarotta -dice- . Pero tenía tanta vergüenza que tuve que tomarme unas cuantas copas de coñac para subir al escenario. Creo que por esa timidez tardé tantos años en ser artista", se ríe hoy, cuando el trajín de salir todos los días a las arenas de su circo no lo perturba tanto. De su infancia en Chacarita, donde nació en 1925, Balá asegura que tienen los mejores recuerdos. "Eramos muy del barrio. Salíamos a cazar mariposas, le poníamos agua a los camellos cada Día de Reyes", rememora. Fue allí también donde el hombre creó sus primeros personajes. Y aunque le temía al escenario parece que sentía cómodo entre las filas del colectivo de la línea 39. "Los choferes eran amigos míos. Me pedían que fuera en viaje con ellos y que los divirtiera. A ellos se les pasaba rápido la hora de trabajo. Hasta se peleaban por llevarme", cuenta.
Para hoy, además de festejar su cumpleaños, Balá espera disfrutar con su nieta María Laura de la función especial que le prepararon en el circo para celebrar su día.
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A los ocho años, su maestra del Colegio Nuestra Señora de la Misericordia le preguntó qué pensaba ser cuando fuera grande.
"Presidente", contestó Cecilia Felgueras, abanderada desde primer grado hasta quinto año.
"No sé si entonces hablaba en serio -recuerda la flamante vicejefa de gobierno porteño- pero la monja me dijo: "Niña Cecilia, presidentes son los hombres, así que va a tener que elegir otra cosa"".
Parece que Cecilia ya tenía convicciones firmes y, por lo tanto, se negó a mencionar otra profesión, aunque ser médica la ilusionaba y también adoraba la matemática.
La ex interventora en el PAMI nació en 1962 en el barrio de Flores, en una típica casa de clase media acomodada donde convivían un perro, una gata, una tortuga que llevaba escrito con esmalte de uñas su nombre -Petunia- en el caparazón, y los pájaros que criaba su abuela Lala. Pero Cecilia siempre quiso tener un caballo y ése es uno de los pocos deseos incumplidos de su infancia.
Ella es la mayor de tres hermanos. "No nos peleábamos casi nunca, pero Laura, la menor, protestaba porque yo me quedaba hasta tarde estudiando o leyendo. Me encantaban las novelas de amor, aunque me hacían llorar", cuenta.
Elegía las muñecas y era malísima para los juegos de mesa. Le encantaba cantar e integraba el coro de la iglesia, pero admite que desafinaba y cree que nunca la echaron porque era demasiado buena alumna.
Los veranos de los Felgueras se dividían entre la quinta de Parque Leloir y la casa de Mar del Plata, donde disfrutaba del mar con algunos de sus 36 primos hermanos.
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Esteban Cambiasso está en España y diariamente se entrena en Real Madrid con figuras de nivel internacional como Figo, Raúl y Roberto Carlos. Aún no sabe qué será de su futuro (Independiente lo contrataría nuevamente), aunque añora regresar a su Villa del Parque querido. Allí lo esperan sus hermanos, sus padres, Tita y Carlos; su novia, Claudia; sus amigos; su casa, y su patio, allí donde un Día del Niño colocó ese aro de basquetbol que aún extraña.
"No tenía más de ocho años y me pasaba la tarde tirando al aro. Era fanático del basquetbol, que empecé a practicar a los cuatro años. Después, a los diez, tuve que elegir y me quedé con el fútbol. En realidad, todavía no sé por qué, porque siempre quise ser basquetbolista", recuerda Cambiasso. Los sábados, Esteban convertía goles para Club Social Parque y los domingos encestaba para Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, pero tuvo que decidirse.
La infancia de Esteban estuvo siempre relacionada con el deporte y, a los 14 años, José Pekerman lo llevó al seleccionado juvenil. Poco después fue vendido a Real Madrid en 1.000.000 de dólares. Con el Sub 20 se consagró bicampeón sudamericano y campeón mundial.
Próximo a cumplir 20 años, Esteban tiene una opinión formada sobre la niñez en la Argentina: "Es contradictoria. Me encanta ver a los hijos de las familias amigas, pero por otro lado sufro cuando veo a los chicos de la calle vendiendo estampitas. Entonces me pregunto: ¿cuál es la verdadera Argentina?
Sin pelos en la lengua
Sofía Scavino
Quiere ser veterinaria y sus animales preferidos son los conejos, los perros y los caballos.
"Los actores son lo mejor: me encanta verlos por la tele y mi sueño sería estar en una entrega de premios en la que participen ellos. Su vida es fácil porque reciben un montón de regalos y además pueden entrar a todos lados sin pagar." Según Sofía, para los deportistas la vida no es tan fácil, sobre todo la de los futbolistas; porque se la pasan todo el día concentrados y no pueden estar con sus familias.
Melisa Nietto
Sueña con ser maestra jardinera. Cree que los futbolistas pueden ser un ejemplo para los chicos por la vida sacrificada que llevan, pero no le gusta cuando "se pegan en los partidos", porque algunos nenes los imitan.
Para ella, "los políticos se ocupan de gobernar a la sociedad y a veces es difícil porque se tienen que levantar muy temprano para firmar decretos".
De los científicos admite que no sabe mucho. "Hacen experimentos y a veces descubren la manera de curar enfermedades", arriesga.
Fernando Glasman
Sus ídolos son los futbolistas. Por eso quiere convertirse en uno de ellos. Sabe que tienen que entrenarse duro para jugar cada partido y que si vida es difícil porque tienen que viajar mucho y entonces se separan de sus familias. "Los políticos son los que nos gobiernan . No me gustaría ser eso, porque es difícil -dice-. A veces no se fijan en lo que necesita la gente. Tendrían que hacer que no haya pobres. Deberían manejar mejor la plata de todos los ciudadanos." El trabajo de actor le asusta un poco: "Lo más difícil para ellos es tener que estudiar todos los días el libreto. Además, hoy muchos no consiguen trabajo y terminan tristes en sus casas".
Laura Campo Cordero
Piensa ser arquitecta. En el futuro dice que diseñará una casa en la playa. Le gusta el arte. Lo que hacen los actores es un negocio, les dan dinero para que representen un personaje. Lo malo, para ella, es que la gente los persigue todo el día para que les firmen autógrafos y no tiene intimidad, porque todo lo que hacen sale en la tele. "¿Los políticos?Son quienes deciden y resuelven los problemas del país. También los persiguen y además son muy pocos para todo lo que hay que hacer. Deben hacer muchos trabajos, firmas muchos decretos, y si lo hacen mal: el país sufre mucho."
Sergio Catri
"Yo sé que los científicos hacen experimentos para la sociedad, pero no les hacen tanto caso. A mí me gustaría ser científico, pero además trabajar de otra cosa, porque si no me muero de hambre. Me encantaría viajar a la NASA para contar la experiencia cuando vuelva." Según él, para los futbolistas la vida es difícil porque deben entrenarse mucho y a veces los obligan a estar concentrados y no pueden estar con su esposa e hijos. Para el chico tampoco es fácil la vida de los artistas porque tienen que entrenarse. "Los preparan, los visten. Tienen que estudiar los libretos y aprenderlos de memoria", dice. En cambio, "la vida de los políticos es más o menos, porque no se pueden equivocar, porque están tapados de trabajo. Es difícil: tienen que cuidar la plata de la gente y si les salen mal las cosas, el país se puede fundir. Ellos cuando viajan cuidan todo".
Agostina Vinciguerra
Tiene ocho años y quiere ser maestra jardinera. "El problema más grave para los artistas es que no tienen horarios, porque se la pasan en los canales de televisión. Pero son muy importantes, ganan premios y la gente los reconoce por las calles", asegura.
Según ella, los políticos viven en la Casa Rosada y son los funcionarios quienes tendrían que ocuparse de que no haya basura en la calle y que las personas sin casa consigan una.
"Los científicos descubren cosas accidentalmente. Pero no los escuchan y no los dejan demostrar los avances a la gente", protesta.
Adónde ir con los chicos
Parque de la Ciudad: a partir de las 14, y durante todo el día, chicos y grandes podrán disfrutar de forma gratuita de todos los juegos mecánicos. También habrá espectáculos, payasos y murgas. A las 17.30 llegará el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, con sus dos hijos, y a las 19 habrá un show de fuegos artificiales y aguas danzantes.
República de los Niños: a las 14.30, el Grupo Integrado de Teatro pondrá en escena un espectáculo infantil que se basa en la Declaración Universal de los Derechos del Niño. Lo auspicia Unicef y tendrá lugar en Camino General Belgrano y Calle 501, de la localidad de Manuel Gonnet.
Zoo de Buenos Aires: en su día, los chicos podrán tener un contacto más cercano con los animales y sus cuidadores. Los menores de 12 años entran gratis. Habrá un espectáculo de aves y un show en el acuario. También, funciones de títeres y una gran búsqueda del tesoro.
Centro Cultural Recoleta: a las 16 se realizará la actividad "Los chicos pintan por la paz". Los niños podrán visitar una muestra de pintura y luego pintar en atriles de grandes dimensiones. La entrada es libre. Junín 1930, Sala 26.
Globos en el Garrahan: en su día, los chicos internados en el hospital Garrahan tendrán su fiesta: primero, un grupo de voluntarios disfrazados repartirá regalos y después se soltarán más de 200 globos con mensajes y cartas que escribieron los pacientes. A las 11 habrá una fiesta en el teatro de la institución.
Decathlon: la casa de todos los deportistas organizará actividades deportivas y recreativas gratuitas para todas las edades. Participarán jugadores de Los Pumas y el tenista Martín Jaite, con sus respectivos talleres de rugby y tenis. Habrá circuitos de bicicleta todo terreno, talleres de dibujo y peloteros. El encuentro es en Panamericana y Camino del Buen Ayre - Boulogne, en San Isidro.
LA NACION LINE: los chicos también tienen un espacio para festejar en Internet. http://lanacion.com.ar/espec/dia_del_nino/00/index.htm ofrece a los bajitos un test interactivo y dibujos de Nik para colorear.
Ideas: la Asociación Civil Ideas organizó una jornada en la que los chicos y sus familias asistirán a espectáculos, números de magia y funciones de títeres. Habrá chocolate para todos. La entrada es gratis, en Constitución 2827, entre las 15 y las 18.
Centro Cultural del Sur: A las 14.30, quienes se acerquen a Caseros 1750, esquina Baigorri, tendrán ocasión de participar en el taller "Colgantes, Muñequitas, Pelucas".
Hospital de Niños: a las 11.30, los chicos internados en el hospital Ricardo Gutiérrez recibirán juguetes que donaron artistas que participaron del evento "Dejá tu buena acción del día para la noche", que organizó Buenos Aires News y tuvo como valor de entrada la entrega de un juguete. Gallo 1330.
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