
Estamos "en Pampa y la vía"
Por Carlos Guarella* Especial para lanacion.com
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Una mañana soleada avanzaba por la calle La Pampa en el actual barrio de Belgrano Chico (ex-Bajo Belgrano), entre las calles Artilleros y Dragones. Me sorprendió a mi derecha un fuerte brillo que surgía desde la tierra, en unos extensos terrenos arbolados que separan la citada calle y el campo municipal de golf.
Paré el auto, bajé y reparé que semienterrados había unos rieles que corrían de este a oeste, vale decir hacia Avenida del Libertador, que desaparecían debajo de unos edificios de la zona, y que luego se cortaban abruptamente al ingresar en el predio del Club Excursionistas.
Luego de investigar y buscar material informativo sobre los rieles, descubrí que allí habría circulado un tranvía muy particular. Resulta que donde hoy se encuentra el estadio de River Plate estaba el Hipódromo Nacional, dentro del solar delimitado por la Avenida del Libertador, Udaondo, Lugones y Monroe. Si bien es cierto que el circo hípico fue cerrado allá por 1930, aún quedan vestigios de su existencia.
Mirando detenidamente el mapa de la ciudad de Buenos Aires, veremos que la calle Victorino de la Plaza, ubicada en el popularmente barrio "River", que en realidad se denomina Barrio Parque General Manuel Belgrano, tiene forma de herradura y este diagrama obedece al trazado original de parte del recorrido de la antigua pista de carreras.
Para facilitar el acceso de los aficionados al Hipódromo Nacional y considerando que por aquellos años la zona no era muy poblada y el transporte público escaso, la Compañía de Tranvías Anglo Argentina, estableció una pequeña línea sin número que se lo conocía como "tranvía del Hipódromo Nacional o "Expreso Hipódromo", que desde la esquina de Iberá y Blandengues ( hoy Avenida del Libertador ), llegaba hasta "Pampa y la vía", en las adyacencias de las Barrancas de Belgrano y la estación ferroviaria de Belgrano "C" del Ferrocarril Central Argentino.
El recorrido se efectuaba por vía única y contaba con apartaderos para permitir el paso del otro tranvía que venía en sentido opuesto. El pasaje tenía un valor de 10 centavos y podía adquirirse de ida y vuelta, porque los que perdían todo en el hipódromo, tenían el pasaje de regreso, por lo menos hasta Barrancas de Belgrano.
Fue gracias a este servicio que nació la famosa frase de "me quedé en Pampa y la vía", acuñada por lo burreros que habían perdido todo el dinero y solo les quedaba el boleto para la vuelta, hasta la calle Pampa.
El lunfardo la adoptó como léxico y por lo menos hay un tango que la recuerda y que cantaba Julio Sosa, diciendo: "Estoy en Pampa y la Vía, como viola en un empeño".
Como dato curioso podemos agregar que esta línea de tranvías circuló hasta 1935, varios años después de que el hipódromo fuera cerrado y trasladado a su actual emplazamiento en Avenida del Libertador (que por aquel entonces se llamaba Avenida Alvear) entre la calle Olleros y Dorrego.
Hasta nuestro próximo encuentro.
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* Cada lunes, el taxista Carlos Guarella cuenta una de sus particulares historias para lanacion.com. Hace 15 años que es taxista y remisero. Su profesión original es Dibujante, Ilustrador y Diseñador Gráfico. Además es historietista y estudió con maestros del dibujo como Alberto Breccia y Hugo Pratt. También es Maestro Mayor de Obras. Trabajó muchos años como diseñador para importantes laboratorios medicinales, desarrollando literaturas, folletería y packaging. Integró la Asociación Argentina de Promotores Publicitarios y fue editor y director de la revista "Horas de Radio", un mensuario de 10.000 ejemplares que se vendía en todos los kioscos de Capital y GBA. Fue productor y conductor de varios programas radiales en distintas emisoras y columnista. Sus placeres: manejar automóviles; dibujar, escribir y la hacer radio. Tiene 66 años y el auto que maneja en la actualidad es un Chevrolet Corsa Wagon. Trabaja al volante 12 horas diarias.
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