Las razones que podrían explicar por qué se inundó y colapsó ayer la Panamericana
La inesperada tormenta dejó hasta 80 milímetros de agua en menos de una hora y provocó inundaciones severas en la autopista y en barrios de San Martín, Vicente López y San Isidro
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La lluvia que cayó ayer sobre buena parte de la ciudad de Buenos Aires y del norte del conurbano bonaerense fue imprevista incluso para los expertos del Servicio Meteorológico Nacional. Según información oficial, precipitaron 80 milímetros en apenas 58 minutos, un volumen que, por lo general, se acumula a lo largo de un mes entero.
Así, es innegable que se trató de un evento intenso e inusual. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el agua se escurrió con relativa rapidez. Algo que no ocurrió sobre la autopista Panamericana, a la altura de Villa Ballester, Villa Adelina, Martínez y en una parte de San Isidro.
Mientras el agua tardó horas en drenar, expertos y vecinos señalan posibles fallas en los desagües, canales aliviadores y compuertas, y reavivan el debate sobre la falta de obras hidráulicas frente a eventos cada vez más extremos.

Tal como explicó el meteorólogo Alpio Costa, la tormenta fue poco convencional en muchos sentidos. “Se formó de la nada al oeste del AMBA y se movió hacia San Martín y zonas cercanas. Se fueron generando y regenerando células, pero las nubes no se desplazaban. Descargaban agua siempre en el mismo lugar. La cantidad de lluvia no se distribuyó. Yo no la esperaba en absoluto. Las condiciones estaban dadas, pero no la intensidad”, detalló.
Hasta hoy son varios los vecinos afectados por las tormentas de ayer. Se registraron 30 rescates y no hubo heridos. Sin embargo, según testimonios de personas damnificadas, se produjeron importantes pérdidas materiales, como muebles y electrodomésticos. También hubo caída de varios árboles e infraestructura urbana.

De acuerdo con distintas fuentes consultadas, aquí es necesario distinguir dos situaciones con responsabilidades diferentes. Por un lado, las inundaciones sobre la autopista Panamericana; por otro, las que afectaron a los barrios aledaños.
Según pudo confirmar LA NACION a partir de fuentes oficiales municipales y nacionales, la responsabilidad exclusiva del mantenimiento y la operatividad de la autopista Panamericana recae en Autopistas del Sol (AUSOL). La responsabilidad sobre los canales de alivio de los barrios, en tanto, recae sobre el gobierno de la provincia de Buenos Aires.

En cuanto a la autopista Panamericana, la concesión fue otorgada durante el gobierno de Carlos Saúl Menem, en 1994, y en su momento representó una obra de infraestructura de gran magnitud.
Rodolfo E. Dalmati, profesor titular de Hidráulica Aplicada de la Facultad de Ingeniería de la UBA, explicó que en aquel entonces se calculó la capacidad de los desagües de esta vía para soportar tormentas intensas que, estadísticamente, ocurrían una vez cada diez años, con registros de hasta 60 milímetros por hora. “Es lógico que, si cayeron 80 milímetros, se haya inundado durante un tiempo”, reflexionó.
🚨 #ALERTA #ÚltimoMomento
— Sebastian Sassano (@sebasassanocaba) December 23, 2025
Un temporal severo ha provocado inundaciones en la Panamericana, mostrando la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras ante fenómenos climáticos extremos.
Este evento resalta la necesidad urgente de abordar el cambio climático y sus impactos en… pic.twitter.com/zlhm4kTr1s
Si bien desde AUSOL advirtieron que no están brindando declaraciones públicas, en su comunicado oficial atribuyeron las inundaciones y anegamientos al exceso de lluvia. “Se registraron precipitaciones de casi 100 milímetros en una hora, una cantidad equivalente a todo el promedio mensual”, señala el texto difundido por la concesionaria.
No obstante, si el fenómeno se explicara únicamente por ese factor, el agua debería haberse escurrido en aproximadamente una hora. Sin embargo, tanto en la autopista como en varios barrios de San Martín, Martínez y San Isidro, el nivel del agua llegó hasta 1,5 metros y permaneció durante mucho más tiempo, en algunos casos hasta entrada la noche.
En el caso de los barrios, la responsabilidad por la infraestructura y su mantenimiento está bajo la órbita de la Dirección de Hidráulica, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Gabriel Katopodis. AUSOL no respondió sobre el estado de los desagües ni sobre las tareas de mantenimiento ante la consulta de LA NACION. Desde el gobierno bonaerense, en tanto, explicaron que se realizan trabajos de mantenimiento, aunque reconocieron que en algunas zonas existen dificultades operativas.
Dalmati planteó que la demora en el escurrimiento podría atribuirse a tuberías obstruidas, tanto por basura como por acumulación de hojas.
El especialista detalló que a lo largo de la Panamericana, hasta la altura de San Isidro, existen tres canales aliviadores principales. El primero, el más cercano a la ciudad de Buenos Aires, desemboca en el arroyo Medrano, a un costado del club C.U.B.A. El segundo se ubica a la altura de Vicente López y descarga hacia el arroyo Laprida. El tercero, finalmente, desemboca en el río Reconquista, un curso de agua que no solo es uno de los más contaminados del país, sino que atraviesa los municipios de Moreno, Merlo, San Miguel, Ituzaingó, San Martín, Morón, Malvinas Argentinas, San Isidro, San Fernando y, por último, Tigre.
Para Dalmati, especialmente en los dos últimos canales, podría haber elementos que estén obstaculizando el flujo del agua.

Por su parte, varios vecinos entrevistados hoy en LN+ advirtieron que las compuertas del río Reconquista, construidas para aumentar la capacidad de alivio, no habrían sido abiertas a tiempo. Javier, un vecino de Villa Ballester, describió una escena estremecedora sobre cómo su casa quedó devastada tras la inundación. La fuerza de un metro y medio de agua rompió la puerta de su vivienda y terminó por inundar todos los ambientes. “El agua entraba por la ventana”, denunció.
Según relató, tanto su calle como su casa permanecieron anegadas hasta la noche. De acuerdo con su testimonio, las compuertas aliviadoras del Reconquista se habrían abierto demasiado tarde.
Dalmati confirmó que el río cuenta con este tipo de compuertas, aunque no pudo precisar si efectivamente fueron accionadas o no. LA NACION se comunicó con el Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires para conocer qué medidas se habían tomado; desde allí explicaron que la responsabilidad recae en el comité de cuenca de ese afluente, que es de jurisdicción nacional.

El experto de la UBA añadió que la falta de inversión sostenida en obra pública ha limitado el desarrollo de nuevas obras hidráulicas. Consultada sobre la existencia de proyectos en carpeta para la Panamericana, desde AUSOL no confirmaron ninguna iniciativa. Antiguas autoridades del entonces Ministerio de Obras Públicas, durante la gestión de Alberto Fernández, señalaron que hasta el final de ese período no había obras previstas para esa vía.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, el año pasado el gobierno bonaerense presentó el Plan de Prevención del Riesgo Hídrico en Ciudades, que contempla una inversión de 1,5 billones de pesos destinada a obras de infraestructura orientadas a aliviar, contener y encauzar cursos de agua, así como a evitar obstrucciones en ríos y arroyos, con el objetivo de reducir el impacto de anegamientos e inundaciones. Sin embargo, ni el arroyo Medrano ni el río Reconquista están incluidos dentro de este plan.
Hoy, el Servicio Meteorológico Nacional declaró una alerta amarilla por tormentas tanto para el norte como para gran parte de la provincia de Buenos Aires. Varios municipios se encuentran en estado de preparación ante la posibilidad de que un episodio similar al de ayer vuelva a repetirse.
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