Pronóstico: la anomalía que presentará el tiempo hasta el inicio del invierno
En el reporte, el organismo estima los valores de las temperaturas y de las lluvias durante abril, mayo y junio
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Es probable que, durante el otoño y el inicio del invierno, gran parte del territorio argentino vivirá temperaturas mayores a las usuales. Así lo pronosticó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su informe trimestral para abril, mayo y junio. Por otro lado, se espera que las lluvias en la Patagonia sigan siendo bajas a los valores habituales. En cambio, las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y el norte de la provincia de Buenos Aires podrían registrar precipitaciones más abundantes.
En el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), tanto este mes, como los dos próximos, registrarán valores normales con relación a las precipitaciones y las temperaturas. “En esta época del año, en esta zona, la temperatura media, que es el promedio durante todo el día, a su vez, promediado durante los tres meses de registro, ronda entre los 16°C a 18°C. En cuanto a lluvia, en esta zona se espera que caigan entre 250 y 300 milímetros durante abril, mayo y junio”, describió Cindy Fernández, del SMN.
A diferencia de lo que puede suceder en el AMBA, el otoño patagónico espera más calor y menos lluvia. Hay entre un 40% y un 50% de probabilidad de que las lluvias en esta zona sean inferiores a la normal. En esa zona suelen caer entre 30 y 50 mm durante esos tres meses. En algunas áreas puede alcanzar hasta los 150 mm. En especial, este fenómeno se puede manifestar en el oeste de las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y en toda Tierra del Fuego. Zonas como la del golfo San Matías y el resto de la costa patagónica podrán registrar menos lluvia, pero no con la intensidad de las áreas próximas a la Cordillera.
En general, en todo el territorio se pronostica un 77% de probabilidad de vivir condiciones sin influencia ni del fenómeno de El Niño, ni de La Niña. Esto significa, que además de las anomalías locales, no se espera que estos procesos meteorológicos influyan en la precipitación en la Argentina, al menos durante los siguientes tres meses.
Temperaturas
En esa misma zona patagónica, el reporte del SMN marca mayor probabilidad de temperaturas superiores a la media, que suele rondar entre los 6°C y 14°C. Hay entre un 40% y un 55% de probabilidad de que esto pase en estas cinco provincias del sur argentino. La zona con más probabilidad es el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego. Estos valores son similares en el noroeste, el norte y el noreste argentino. Aunque la zona de Misiones y Corrientes tienen más probabilidad de registrar calor inusual.
En términos generales, gran parte del país espera una temperatura mayor a la media del otoño argentino, a excepción del este de la provincia de Buenos Aires. Allí se prevén valores normales, y el centro del país, en el que no hay pronósticos debido a que los modelos que el SMN no presentan una confianza alta en los valores que registran. Esto no quiere decir que en la zona no puede haber anomalías, solo que por el momento la información no arroja números certeros.
De acuerdo a los registros del SMN y el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, los veranos en el país, que enfrentan las consecuencias del cambio climático, están tendiendo a ser cada vez más cálidos. En el mundo, según distintos institutos meteorológicos del mundo, cada año, al menos durante los últimos cinco, ha roto el récord de temperatura media global. De hecho, 2024 ha sido el año más cálido registrado.
Según el pronóstico para los próximos tres meses, se espera que la tendencia se mantenga. Se prevén anomalías de temperatura en todo el territorio nacional.
Un contexto de cambio climático
Según el propio SMN, el calor en la Argentina es cada vez mayor y más frecuente. Desde 1961, esta institución lleva registrando las temperaturas medias anuales y han determinado que la última década ha sido la más caliente.
El año pasado fue el segundo más caliente en la Argentina, con más de 0,5°C,-después de 2023, que marcó el récord, con más de 0,96°C-, pero esto no significó que el calor se expresara de manera uniforme en todo el territorio y en todo el año. Este dato convive con la primavera más cálida y con una gran cantidad de olas de calor que golpeó a todo el país, pero también con la de frío más extensa y una temporada de nevadas tal que superó la media de los últimos 30 años.
Además de las temperaturas, el país también mostró cambios en las precipitaciones durante el año pasado. Comparado con el promedio de las últimas tres décadas, 2024 fue más seco. Vale aclarar que la escasez de lluvia no se cristalizó en todo el territorio de la misma forma. Hay sitios donde hubo chubascos e incluso inundaciones.
Las lluvias del año pasado son atribuidas en especial al fenómeno de El Niño, que se mantuvo activo hasta abril de 2024, y por el Dipolo del océano Índico que estuvo en fase positiva en enero. Este fenómeno consiste en variaciones de temperatura en corrientes marinas que provienen de ese masa de agua tanto hacia temperaturas cálidas como frías. A pesar de esto, los expertos en ciencias de la atmósfera también vinculan, tanto este cambio como el aumento progresivo de la temperatura, a la crisis climática derivada del calentamiento global.
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