Una nueva voz en el conflicto: para el sistema sanitario privado, las residencias médicas no son un “trabajo”
La Unión Argentina de Salud (UAS), que nuclea a centros formadores del sector, señaló que son becas de aprendizaje
6 minutos de lectura'

La Unión Argentina de Salud (UAS), entidad que representa a los centros del sistema privado, fijó posición en un debate que creció en los últimos días a propósito del cambio del reglamento que rige el sistema nacional de residencias médicas. “El período de estancia en las instituciones no representa un trabajo, sino un espacio de formación acompañada por especialistas de planta”, afirmaron.
El Ministerio de Salud de la Nación publicó la semana pasada el reglamento para los cupos que financia: introdujo la posibilidad de que, a partir de este año, los residentes elijan entre cobrar una Beca Ministerio o una Beca Institución. Por la primera, un residente de primer año cobrará unos $810.000 de bolsillo –los $998.000 de la beca actual, menos los aportes jubilatorios y la cobertura a través de la Obra Social de los Trabajadores del Estado Nacional– con ART y seguro de mala praxis a cargo de la institución, pero sin los incentivos que pueda otorgar. Por la segunda beca, cobrará los $998.000 netos que paga el Estado, con ART, cobertura de salud, seguro de mala praxis e incentivos extra según ofrezca la institución.
En respuesta, residentes de hospitales públicos nacionales, como el Garrahan, argumentaron que la actualización de las condiciones de la remuneración que reciben reducen a un “estipendio” lo que para ellos es un salario por su trabajo.
Ahora, la UAS expresó que, para el subsistema privado, que incluye numerosos hospitales o centros universitarios con programas propios de residencias, esa etapa es “un modelo de enseñanza sistematizado, de responsabilidad progresiva y supervisado permanentemente”.
Por lo tanto, “funcionan con una relación de becarios”, sin relación laboral como es con el personal de planta. “La retribución que reciben los residentes simboliza una ayuda para sufragar gastos de aprendizaje –continuaron por escrito–. En algunos países, este tipo de formación se realiza sin pago alguno o es el alumno el que paga por su formación”.
En diálogo con LA NACION, Hugo Magonza, presidente de la UAS, refirió a propósito de la oferta de cupos en el sector privado que “la gran mayoría” de los centros que cada año abren su convocatoria como el resto del sistema de salud financia sus residencias y, a la vez, compite con otras instituciones para atraer a los postulantes con mejores puntajes. Solo en el Cemic, donde es director general, son unos 240 los cargos de residencias básicas y posbásicas.
“Hace 50 años, nadie [por los flamantes profesionales] elegía a las instituciones para hacer la residencia por la beca, sino por quién o quiénes serían sus maestros. Esto se fue desvirtuando, en parte por culpa de las instituciones en general, y termina por alterar un sistema de formación virtuoso”, agregó Magonza. “Cuando un médico termina la facultad, no vio o tocó a un paciente, excepto si tuvo un internado rotatorio hacia el final de la carrera. Como el título habilita a ejercer, puede hacerlo, pero ¿con qué experiencia y seguridad para con el paciente?”, sumó.
En la posición de la UAS, no es posible asimilar esta etapa de tres o cuatro años de un entrenamiento intensivo, una vez egresados, con una relación de dependencia. “La continuidad laboral una vez finalizado el período como residentes resulta inviable, ya que impediría el ingreso de nuevas cohortes al sistema educativo –plantearon–. Esto comprometería el proceso de recambio indispensable para garantizar la formación de futuras generaciones, principio estructural del modelo de residencias médicas”.
Cambios en el reglamento
La semana pasada el Gobierno nacional definió una actualización del reglamento del Sistema Nacional de Residencias Médicas. A partir de la nueva camada de profesionales de la salud que ingresarán a las residencias nacionales en dos meses, podrán optar dentro de ese sistema de formación entre dos formas de remuneración. Una, abonada por la institución donde siguen su formación de posgrado y, otra, a cargo del Ministerio de Salud, como hasta ahora. Ambas becas seguirán financiándose con fondos nacionales, pero en el caso de las instituciones podrán mejorar la oferta del Estado con recursos propios.
“El objetivo es recuperar el rol formativo de la residencia, corregir las distorsiones y parches acumulados durante más de una década, y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas”, habían indicado desde la cartera nacional a cargo de Mario Lugones.
Por el reglamento que ahora se vuelve a actualizar, los profesionales que anualmente se incorporan al sistema de residencias en las vacantes con financiamiento nacional firman un convenio con el Ministerio de Salud que define responsabilidades y obligaciones entre ambos, incluido el régimen de actividad profesional a cumplir, el presentismo y normas disciplinarias.
La actualización, según sostiene el Gobierno, “recupera el concepto de beca” al excluir “cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio”, detallaron. Así, en adelante, los residentes podrán optar entre dos maneras de percibir ese ingreso: por una Beca Institución o una Beca Ministerio.
En ambos casos, el financiamiento nacional seguirá cubriendo el mismo monto por residente. Las instituciones, a la vez, podrán mejorarlo con fondos propios y rendir cuenta por el dinero que recibieron de la Nación.
Pero, a diferencia de la Beca Ministerio, será el hospital el que asigne la beca en ese caso. “Los residentes que elijan esta opción percibirán el monto sin descuentos con la posibilidad de sumar aportes o bonificaciones adicionales a criterio de la organización. La ART, el seguro de mala praxis y el seguro de salud también serán cubiertos por la institución sin que eso afecte el monto de la beca”, ampliaron desde la cartera sanitaria.
En tanto, los que opten por la Beca Ministerio la “percibirán con el descuento por los aportes previstos en el régimen previsional y serán incorporados a la Obra Social de los Trabajadores del Estado Nacional”. Pero, “no tendrán acceso a los bonos adicionales que otorgue la institución, que deberá hacerse cargo de cubrir su ART y el seguro por mala praxis”, aclararon.
1Día del Médico en la Argentina: por qué se celebra hoy y las mejores frases para enviar en la jornada
- 2
Qué implica “dormir bien” y por qué a algunas personas les cuesta lograr un sueño reparador
3Del sueño europeo a la incertidumbre: la familia argentina que quedó atrapada por un cambio de las leyes migratorias
4Nuevo estudio: advierten sobre una práctica muy peligrosa para la salud que cada vez es más usada con intereses comerciales





