Cripto, inteligencia artificial y microchips: qué se espera de la nueva presidencia de Donald Trump en tecnología
Donald Trump volverá a presidir los Estados Unidos en 2025, y el sector tecnológico está a la expectativa de qué políticas de Biden cambiará, a quién beneficiará y a quién castigará
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El segundo periodo de Donald Trump en la Casa Blanca promete novedades para la industria estadounidense de la tecnología, inmersa en un frenesí de inteligencia artificial (IA), criptomonedas y tensiones por disputas antimonopolio.
Elon Musk, el gran ganador
No hay duda de que Elon Musk, el hombre más rico del mundo, jugará un papel central en el enfoque de Trump hacia Silicon Valley, luego de dar impulso a la financiación de su campaña. “Nace una estrella: Elon”, afirmó el republicano en un homenaje al jefe de Tesla, SpaceX y de la red X (antes Twitter) en su discurso de victoria del pasado martes.
Trump ha ofrecido a Musk un cargo en su gobierno para reorganizar la administración federal y posiblemente tenga influencia sobre la reglamentación del sector de las tecnologías, al que pertenecen sus empresas.
Elon Musk aportó 188 millones de dólares para la campaña de Donald Trump; luego de su triunfo, las acciones de Tesla aumentaron entre un 13 y un 15 por ciento, lo que hizo que el magnate ganara unos 15.000 millones de dólares por apoyar a Trump.
Las seis empresas que Musk dirige están profundamente vinculadas a agencias federales, generando miles de millones en contratos para lanzar cohetes, construir satélites y proveer servicios de comunicaciones espaciales. Tesla, además, se beneficia de cientos de millones de dólares en créditos de emisión creados por leyes federales, y enfrenta más de 20 investigaciones recientes, incluyendo una sobre la tecnología de vehículos autónomos, crucial para su futuro.
La reacción de los CEOs
Contrario a la prudencia inicial frente a la primera elección de Donald Trump en 2016, esta vez los titanes de la tecnología no tardaron en manifestarse.
“Felicitaciones a nuestro presidente No 45 y desde ahora presidente No 47 por su extraordinario regreso político y su decisiva victoria”, escribió en X Jeff Bezos, fundador de Amazon. La posición de Bezos estaba clara desde que prohibió en su periódico, el influyente Washington Post, apoyar a la demócrata Kamala Harris, una decisión vista como un intento por evitar fricciones ante un eventual retorno de Trump al poder.
Congratulations President Trump on your victory! We look forward to engaging with you and your administration to help make sure the United States continues to lead with and be fueled by ingenuity, innovation, and creativity.
— Tim Cook (@tim_cook) November 6, 2024
Tim Cook, director de Apple, envió sus congratulaciones al presidente electo, así como Mark Cuban, multimillonario de la tecnología que apoyó a la vicepresidente demócrata. Mark Zuckerberg, jefe de Meta (Facebook, Instagram), también felicitó a Trump, con quien en los últimos meses ha tratado de reanudar lazos.
Trump le reprocha al fundador de Facebook haberlo excluido temporalmente de la plataforma a inicios de 2021 por apoyar a partidarios suyos que irrumpieron violentamente en el Capitolio, el 6 de enero de ese año.
Por otro lado, todos los titanes de las firmas de tecnología buscan la salida de Lina Khan, directora de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por su sigla en inglés) que supervisa asuntos de competencia, nombrada por el presidente Joe Biden y que adelanta una política para poner freno a la expansión sin límites de los emporios tecnológicos.
Inteligencia Artificial
Uno de los desafíos principales de la industria es la reglamentación de la inteligencia artificial (IA). Desde que la empresa OpenAI lanzó la inteligencia artificial generativa por medio de ChatGPT, el poder y el potencial de esta tecnología desata pasiones, desde el entusiasmo hasta la angustia.
Joe Biden firmó un decreto que fija estándares optativos para la seguridad de la IA, con énfasis en la protección de la vida privada y la lucha contra la discriminación y el prejuicio. También establece la creación del instituto estadounidense de seguridad de la IA, a cargo de estudiar los riesgos de esta tecnología. Sin embargo, dicho decreto podría ser revisado o anulado siguiendo recomendaciones de empresarios libertarios que temen por regulaciones que asfixien la innovación.
Criptomonedas
Es casi seguro que Trump actuará en favor de las criptomonedas luego de que magnates de las monedas digitales contribuyeran generosamente a su campaña. Con su victoria, este mercado se disparó con un nuevo récord para el bitcoin por encima de los 75.000 dólares.
Trump -que alguna vez mencionó que bitcoin era una estafa, pero luego lanzó su propia criptomoneda, llamada World Liberty Financial- prometió agregar este activo a la Reserva Federal y, a pesar de no haber expresado cuestiones vinculadas a la regulación del sector, deslizó la idea de que Estados Unidos se convertirá en la “capital cripto del planeta”.
Trump tratará sin duda de apartar a Gary Gensler, un escéptico de las criptomonedas que preside la Comisión de Bolsa y Valores, a cargo de regular los mercados financieros, detestado por las empresas del sector.
TikTok
El complicado destino de TikTok también podría cambiar. De acuerdo con una ley promulgada por Biden, la empresa china dueña de la aplicación, Bytedance, tiene hasta enero como plazo para desprenderse de TikTok en Estados Unidos.
Pero Trump, quien había tratado de prohibir la plataforma, ahora se opone al considerar que eso no haría más que favorecer a Instagram y a Facebook.
Microchips
El presidente electo también ha hablado de desmantelar la ley CHIPS, sobre componentes electrónicos esenciales fabricados principalmente en Asia. Trump cuenta con sustituir los subsidios de Biden a esta industria por agresivos aranceles, destinados a forzar a las empresas a fabricarlos en Estados Unidos.
Jack Gold, analista del sector, advirtió sobre este enfoque al subrayar que “los aranceles son una sanción, no un incentivo (...) y estos no serán suficientes para recuperar la producción estadounidense de microchips”.
Durante su primer mandato, Trump comenzó a apuntar a las empresas tecnológicas chinas por preocupaciones en materia de seguridad, enfocándose en las grandes compañías como el gigante de las telecomunicaciones Huawei. Biden mantuvo esa dirección al imponer restricciones al acceso de China a semiconductores avanzados, los cuales son necesarios para el desarrollo de industrias estratégicas como la inteligencia artificial.
Pero Trump ha criticado la Ley CHIPS y Ciencia que promulgó Biden, una iniciativa bipartidista que asignó 53.000 millones de dólares para el desarrollo de la fabricación de semiconductores dentro de Estados Unidos. Actualmente, Taiwán produce casi el 90% del suministro mundial de los chips más avanzados.
El mayor fabricante de semiconductores de la isla, TSMC, expandió su producción en Arizona, en parte para responder a la Ley CHIPS (que le asignó más de US$ 10.000 millones abril último), y en parte como preparación para resistir cualquier otra política proteccionista que imponga Estados Unidos, dijo Shihoko Goto, director del Programa Indo-Pacífico en el Centro Wilson.
Trump ha prometido eliminar la Ley CHIPS, aunque sus detractores aseguran que eso socavaría su campaña para reindustrializar al país. El republicano también ha acusado a Taiwán de “robar” la industria de chips de Estados Unidos hace décadas.
Con información de AP y AFP
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