Einsted: la mezcla argentina de Tesla y Edison para procesar alimentos
Usa campos eléctricos pulsados para cocinar la comida o destruir patógenos sin elevar su temperatura
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La mayoría de los alimentos que consumimos hoy están saturados de azúcares, sales, conservantes y colorantes, para hacerlos más atractivos a nuestros ojos y al paladar. Mientras, para 2050 se estima que seremos 9500 millones de habitantes, con lo que crecerá enormemente la demanda de comida procesada, que no es la óptima para nuestra salud. ¿Existe alguna alternativa que sea saludable, masiva y no dañe el medio ambiente?
Esta pregunta llevó a Atilio Grimani, abogado con un posgrado en negocios y a Nahuel Olaiz, bioquímico e investigador del Conicet, fundadores de Einsted, a incursionar en una nueva tecnología de Campos Eléctricos Pulsados, (PES, por sus siglas en inglés), para el procesamiento de alimentos.
Se trata de una tecnología limpia que permite procesar los alimentos en forma no térmica (sin utilizar calor). “A partir de la bioelectroingeniería tomamos esta tecnología, que combina la corriente alterna de Tesla y la continua de Edison, y la rediseñamos para maximizar su acción”, explica Grimani.
La plataforma de Einsted consta de un sistema de electrodos, con un generador de pulsos de alto voltaje y corta duración, que modifican los tejidos. Actualmente están construyendo un bioprocesador para dar soluciones a la industria a escala global. Al mismo tiempo, trabajan en dos líneas de desarrollo: La primera se basa en inactivar enzimas o destruir patógenos sin levantar la temperatura del alimento. En los próximos meses esperan tener listo un prototipo comercial.
La segunda línea consiste en el desarrollo de biomoléculas para generar reacciones químicas, o modificar macromoléculas a partir de los campos eléctricos. “Así podríamos reducir o reemplazar el uso de químicos, logrando una producción más limpia”, destacan.
Química, electrónica y negocios
En cuanto al desarrollo de biomoléculas, están trabajando en la producción de alulosa, un reemplazo del azúcar. “Es un derivado de la fructosa que mantiene todas sus características, pero con un 90% menos de calorías”, comenta Grimani. Un segundo desarrollo consiste en una tecnología para procesar almidón, que está en etapa de testeos.
“Estamos en tratativas con empresas multinacionales que están interesadas en nuestra tecnología y también trabajamos con otras startups en busca de sinergias. Además de la producción de alimentos, tenemos otras industrias a las que podemos aportar valor, como farmacéutica y cosmética”, adelanta el CEO de Einsted. “Combinamos química, electrónica y negocios, tomando lo mejor de cada una, así como hicimos con Tesla y Edison”, asegura.
Einsted nació a mediados del 2018, y forma parte de CAB Startup, la incubadora de empresas de la Cámara Argentina de Biotecnología. Hoy trabajan junto a los socios ocho profesionales de distintas universidades y países de la región, y piensan incorporar a dos más hacia fin de año. Junto a Stam, otra startup local, el equipo de Einsted está desarrollando un sistema de esterilización en continuo para medios líquidos.
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