Además de la familia Galaxy S25, Samsung presentó un nuevo modelo muy finito, aunque no adelantó demasiado; estará disponible en unos meses
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Hizo algo parecido el año pasado, cuando al final de la presentación de los Galaxy S24 mostró un atisbo breve de su anillo inteligente Galaxy Ring.
Pero este miércoles, una vez terminada la presentación en sociedad de los tres flamantes Galaxy S25, que ya tienen precio y fecha de llegada a la Argentina (el próximo 7 de febrero, como en buena parte del mundo) lo que Samsung mostró fue algo de lo que se venía hablando bastante: el Galaxy S25 Edge, conocido antes como Galaxy S25 Air (o Slim).
El nombre oficial y el previo dicen bastante sobre este equipo: será el smartphone de la familia Galaxy más delgado de la compañía. ¿Cuánto? No se sabe todavía, aunque todas las filtraciones venían hablando de 6,4 mm de grosor, un milímetro menos que el Galaxy S25+ que presentó hoy (el S25 Ultra es un poco más morrudo, con 8,3 mm de grosor). No es mucho.
Y no sabemos nada más: la compañía mostró su estructura en un video, y expuso algunos prototipos detrás de unas vitrinas, pero sin conocer el tamaño de los demás componentes (una pantalla de 6,7 pulgadas, quizás) es difícil estimar su grosor.
Galaxy S25 Edge、理想的すぎるwwwめちゃくちゃほしい.... https://t.co/L1JBl8DCRD pic.twitter.com/zofJ3BLyGX
— ちえほん📱モバイルドットコム (@chehonz201) January 22, 2025
La pregunta del millón, claro, es si el teléfono tiene algo más que ser simplemente finito. Por ahora no se sabe, aunque el mundillo entusiasta de los dispositivos móviles tendrá para entretenerse en las próximas semanas con una discusión tan vieja como la telefonía móvil: ¿no es mejor que sea un poco más grueso, pero que la batería le dure más tiempo?
Galaxy S25 Edge teaser!!#GalaxyUnpacked pic.twitter.com/FQ7VnjXSuU
— Sam Beckman (@sam_beckman) January 22, 2025
Por lo pronto ya sabemos que tiene solo dos cámaras, como atestiguan los prototipos exhibidos, probablemente para reducir el espacio que ocupa el módulo fotográfico y así permitir una batería lo más grande posible.
También sabemos, gracias al periodista Mark Gurman (siempre muy bien informado) que saldrá antes de mitad de año, a un precio de algo más de mil dólares, y que es una forma que tiene Samsung de adelantarse al rumoreado -pero no confirmado- iPhone 17 Air de Apple, que también busca que los teléfonos tengan un perfil similar a del iPad Pro o las Galaxy Tab: menos de 6 mm de grosor.
NEW: There’s one more Samsung phone coming: the S25 Edge, an ultra-thin version. It’s launching in the first half of this year (including to the U.S.) and will be priced below the $1299 S25 Ultra. Samsung beats the iPhone 17 Air to market with this form-factor.
— Mark Gurman (@markgurman) January 22, 2025
Lo que también sabemos es que Samsung ya está probando con variantes delgadas de sus teléfonos, como el Galaxy Z Fold más delgado de lo normal que presentó en Corea en octubre último, y que no le queda otra: todos sus competidores chinos están mostrando equipos muy delgados (sobre todo, en modelos plegables), como el Oppo Find N5 que se presentará en breve: es plegable, y su fabricante (top 5 mundial) se enorgullece de que no puede hacerlo más delgado porque no podría incluir el puerto USB-C de carga (que mide 2,6 mm).

Los chinos están usando además baterías de gran capacidad, como el RedMagic 10 Pro+ anunciado en noviembre, que tiene una batería de 7050 mAh (un 40% más que el Galaxy S25 Ultra) en un dispositivo que es apenas más grueso (8,3 mm de grosor para el S25 Ultra, 8,9 mm para el Redmagic 10 Pro+).

¿Cómo lo logra? Usando baterías de silicio-carbono, que permiten una mayor densidad energética. Samsung no las usa por ahora, y Apple tampoco, pero el resto de los fabricantes chinos está invirtiendo mucho en ellas. El Xiaomi 15 Pro, por ejemplo, incluye una batería de 6100 mAh de silicio-carbono en un dispositivo del tamaño del Galaxy S25 Ultra.
Así que quizás el Galaxy S25 Edge guarda otra sorpresa en su batería, combinada con un chip de 3 nanómetros para optimizar su autonomía; o quizá quitar una cámara y dejar solo dos (probablemente, el mismo combo de cámaras del Galaxy Z Flip, otro modelo apretado) libera el espacio suficiente para que tenga una batería normal (como los 4000 mAh del Galaxy S25 convencional).

Por ahora, son especulaciones, porque Samsung no dio más detalles. Lo que sí sabemos es que la compañía sabe hacer teléfonos delgados; en 2015 presentó el Galaxy A8, en ese entonces su smartphone más esbelto, de 5,9 mm de grosor. Veremos si la compañía repite la hazaña o no.