Desde este lunes y por tres semanas se hará el juicio contra Google por considerar que la compañía tiene el monopolio de las búsquedas; el Departamento de Justicia de EE.UU. quiere que se desprenda de Chrome y de Android
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Google, de Alphabet, se enfrenta desde el lunes a un juicio histórico en el que las autoridades antimonopolio de Washington intentarán obligar al gigante tecnológico a vender su navegador Chrome como parte de un intento de restablecer la competencia en el mercado de los motores de búsqueda en línea.
El resultado del juicio podría dar un vuelco fundamental a Internet al desbancar a Google como portal de referencia para la información en línea. El Departamento de Justicia de Estados Unidos espera evitar que el dominio de Google se extienda a la inteligencia artificial.
Un primer golpe el jueves
El inicio del juicio llega después de que la jueza federal Leonie Brinkema, en Alexandria en el estado de Virginia, fallara en contra de la compañía, al considerar que Google dominó ilegalmente dos mercados de tecnología de publicidad en línea.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha dicho que Google debería tener que vender al menos su Google Ad Manager, que incluye el servidor de publicación de anuncios y su mercado de anuncios.
Brinkema supervisó un juicio de tres semanas en el que el Departamento de Justicia y una coalición de estados intentaron demostrar que Google monopolizaba los mercados de servidores de anuncios para editores y redes de anuncios para anunciantes, e intentó dominar el mercado de los intercambios de anuncios, que se sitúan entre compradores y vendedores.
Google usó tácticas clásicas de monopolio consistentes en eliminar competidores mediante adquisiciones, obligar a los clientes a usar sus productos y controlar la forma en que se realizaban las transacciones en el mercado de la publicidad en línea, dijeron los fiscales en el juicio.
La empresa declaró el viernes que la jueza había emitido una decisión mixta, en la que dictaminaba que el Departamento de Justicia no había demostrado que las herramientas para anunciantes de Google o las adquisiciones de DoubleClick y AdMeld fueran anticompetitivas, pero que las herramientas para editores de Google violaban las leyes antimonopolio al excluir a los rivales. Y confirmó que planea apelar la parte “adversa” de la decisión judicial.
Segundo juicio desde este lunes
Google se enfrentará ahora, en 2025, a la posibilidad de que dos tribunales estadounidenses le ordenen vender activos o cambiar sus prácticas empresariales,
El abogado del Departamento de Justicia David Dahlquist dijo durante su declaración de apertura del juicio antimonopolio de este lunes que los funcionarios de la cartera estaban presentes en la sala del tribunal para demostrar que el caso, iniciado bajo Trump y llevado adelante bajo Biden, tiene “el pleno apoyo del Departamento de Justicia tanto pasado como presente”.
Google planea apelar la sentencia final del caso.
“Cuando se trata de remedios antimonopolio, la Corte Suprema de Estados Unidos ha dicho que ‘la cautela es la clave’. La propuesta del Departamento de Justicia echa por tierra esa cautela”, dijo Lee-Anne Mulholland, ejecutiva de Google, en una publicación en el blog oficial el domingo.
La fiscal general adjunta, Abigail Slater, rechazó esa apreciación en declaraciones a las puertas del tribunal el lunes por la mañana.
“¿Saben lo que es irresponsable? No abordar el abuso monopolístico de Google”, afirmó.
El juez de distrito Amit Mehta supervisa el juicio, que durará tres semanas.
Qué pide la Justicia para Google
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y una coalición de 38 fiscales generales estatales han propuesto medidas de gran alcance diseñadas para abrir rápidamente el mercado de las búsquedas y dar ventaja a los nuevos competidores.
Sus propuestas incluyen poner fin a los acuerdos exclusivos por los que Google paga anualmente más de 20.000 millones de dólares a Apple y otros proveedores de dispositivos para que Google sea el motor de búsqueda predeterminado en sus tabletas y teléfonos inteligentes.
Google también tendría que conceder licencias de resultados de búsqueda a sus competidores, entre otros requisitos. Y se le obligaría a vender su sistema operativo para móviles Android si otras soluciones no consiguen restablecer la competencia.
Los fiscales han dicho que esperan testimonios sobre cómo los acuerdos de Google para ser el motor de búsqueda por defecto en los dispositivos móviles han obstaculizado los esfuerzos de distribución de las empresas de inteligencia artificial. Se espera que suban al estrado testigos de Perplexity AI y OpenAI.
Google considera que las propuestas son extremas, y dijo que el tribunal debería ceñirse a limitar los términos de sus acuerdos por defecto.
Reuters